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Brotes verdes en el CD Lugo: motivos para seguir creyendo por decimoprimera vez

por David Boyero 7 septiembre, 2022
Plantilla CD Lugo 2022/2023.
Tiempo de lectura: 4 minutos

El inicio de la temporada del CD Lugo 2022/2023 se presentaba con mucha incertidumbre. Demasiada para tratarse de un “simple” inicio de campeonato liguero. Porque en esto del fútbol las primeras jornadas nunca son, ni mucho menos, suficientes para lanzar juicios de valor consistentes sobre el futuro de un equipo que todavía está en fase de desarrollo, y más si tenemos en cuenta las dificultades para confeccionar una plantilla que, tras el cierre del mercado, sigue mostrando bastantes carencias.

Pero las malas sensaciones del equipo durante la pretemporada, la penosa situación económica del club que ha condicionado hasta el límite las posibilidades de fichar e inscribir a nuevos jugadores, unido al desencanto de una afición que se ha visto, sin comerlo ni beberlo, privada de poder animar haciendo uso de instrumentos “potencialmente peligrosos” como son los megáfonos y los bombos, habían acabado por generar en tiempo récord una atmósfera poco halagüeña a orillas del Miño.

Las dos primeras jornadas aumentaron considerablemente esa sensación desalentadora, pues se pudo observar a un equipo rácano, plano y sin ideas, que basaba su juego en acumular hombres en defensa e intentar aprovechar alguna contra o algún balón parado.

Con este telón de fondo, los temores que rondaban el inconsciente colectivo de la afición albivermella se podían condensar en dos grandes cuestiones:

  1. ¿Llegará Hernán Pérez a comerse, ya no el turrón, algo que parecía una quimera, sino simplemente el pulpo en San Froilán?
  2. ¿Seremos capaces de batir el récord que consiguió el Alcorcón el año pasado y descender virtualmente antes de navidades?

Sin embargo, las dos victorias cosechadas y, especialmente, el juego ofrecido frente a Leganés y Zaragoza lograron calmar un poco los ánimos del siempre fatalista espíritu albivermello. Algo fundamental para poder seguir creyendo en un equipo que a pesar de ser un claro candidato al descenso, encara su decimoprimera temporada consecutiva en la categoría de plata del fútbol español.

No es fácil ser del Lugo, y mucho menos hoy en día. Pero debemos tener claro que el hecho irrefutable de que la situación es tremendamente complicada no implica que no existan brotes verdes a los que aferrarnos.

Los jugadores y el cuerpo técnico del CD Lugo celebran el triunfo ‘in extremis’ ante el Zaragoza.

El estilo no se negocia: «Isto é Lugo, aquí hai que sachar»

Si algo podemos sacar en claro de las victorias frente al Leganés y Zaragoza es que el estilo en el Anxo Carro no se negocia. Y no me refiero aquí a cuestiones de índole táctica. Es evidente que la época dorada del CD Lugo está muy relacionada con una idea de juego basada en el fútbol asociativo.

Y esos gloriosos años dejaron una huella imborrable en la memoria de la afición luguesa. Pero por encima de esa idea de juego persiste algo que va más allá de las posturas tácticas: la intensidad y el arrojo colectivo a la hora de disputar cada balón.

Porque si hay algo que comparten los equipos de Setién, Francisco o Rubén Albés es esa predisposición que tenían sus plantillas para ir todos juntos hacia la misma dirección. Con más posesión o con menos. Practicando un juego más o menos directo. Pero siempre con la intensidad y la convicción grupal por bandera.

Si el Lugo de Hernán Pérez consigue mantener en el tiempo el arrojo y la claridad de ideas que el equipo demostró frente a pepineros y maños, el apoyo del Anxo Carro está garantizado. No tenemos el talento y la calidad de otras temporadas, es evidente.

Pero viendo las actuaciones de los Whalley, Loureiro, Ze Ricardo, Clavería, Señé, Ramos o Sebas Moyano (por poner solo algunos ejemplos), es difícil no tener algo de fé en este equipo. Con todo, puede que no sea suficiente para conseguir una salvación que se intuye harto complicada, pero que nadie dude de que pase lo que pase, mientras el equipo lo dé todo sobre el césped, el público no dejará de llevarlos en volandas.

‘O Lugo somos nós’

La otra gran certeza que queda patente tras el inicio de esta temporada es que este equipo es mucho menos equipo cuando la afición no los acompaña. Y es una pena que tanto las normativas fascistoides de LaLiga de Tebas como la falta de cuidado de la directiva hacia la afición sean una constante habitual desde hace años.

Pero también es cierto que como comunidad que somos debemos sobreponernos a esta triste realidad. «O CD Lugo somos nós» es algo más que un cántico. Es la constatación de que sin nosotros, los seareiros, nada de este espectáculo tiene sentido. Quizás no lo sepan (o mejor dicho, no les importe) ni a Tebas ni a Tino Saqués.

Pero los futbolistas y el cuerpo técnico, la otra parte fundamental de este sacro deporte, sí que lo saben. Así que es necesario volver a invocar esa alianza hinchada-equipo para seguir soñando, para seguir creyendo. Seamos 2000 o 4000. Mantengamos la categoría o bajemos de nuevo al inframundo del fútbol semi-profesional. Nosotros seguiremos aquí, ellos probablemente no. Y por eso mismo tenemos el deber de cantar y de demostrar, sin megáfonos y sin bombos si así nos obligan, que efectivamente «o Lugo somos nós».

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