Estoy, perdonadme la expresión, acojonado. Acojonado porque toca poner punto final a este proyecto, de facto, finalizado, pero no soy capaz. Y no soy capaz porque tengo miedo a todo lo que viene a partir de ahora sin Lugoslavia, sin vosotros.
Han pasado más de ocho años desde que escribíamos aquel primer texto lleno de ilusión y ganas: Una auténtica declaración de intenciones con la máxima de hacer crecer al Club Deportivo Lugo. Queríamos un lugar que diera cabida a todo aquel que quisiera buscar algo diferente y desenfadado en tono albivermello. Un lugar no solo para nosotros, sino para toda la afición.
Sincera y honestamente creo que hemos sido capaces de construir ese lugar, ese hogar albivermello al que han podido entrar todos los que han querido. Creo que hemos sido capaces de transmitir calor, identidad y comunidad.
Lo cierto es que fueron muchas veces las que empecé y paré este texto. Pero no ha sido fácil, he escrito y borrado casi todas las frases, he modificado puntos, comas, palabras, letras… Es difícil poner punto final a algo que me aportó tanto y tan bueno como Lugoslavia hizo. A todos los niveles.
Porque Lugoslavia me ha permitido todo: conocer a un montón de gente, a amigos, a buenos amigos y a los mejores amigos; me ha permitido sentarme cara a cara con jugadores y entrenadores a los que admiraba en el campo y luego admiré como personas; también, hablar con exjugadores de equipos campeones de Europa y selecciones nacionales; me ha permitido aprender, aventurarme, salir de mi zona de confort y quitar el piloto automático, saborear momentos; me ha permitido aprender, también, a enfrentarme a llamadas ásperas y poco agradables, así como a llamadas agradables pero atravesadas; me ha permitido sentir de un modo que hasta la fecha no conocía y hasta me ha permitido mover fichas a nivel laborar. ¿Cómo no me va a costar dar el paso?
Como decía, me asusta pensar en lo que viene. También en todo lo que dejamos atrás. Dudas, inseguridades, preguntas… ¿Qué va a pasar a partir de ahora? ¿Qué va a pasar con todo lo que conseguí? ¿Y con todo lo que conseguimos? ¿Qué va a ser de mí ahora? ¿Quién voy a ser? Con el fin de Lugoslavia siento que voy a perder un poquito de mi identidad.
Querríamos seguir escribiendo, charlando con vosotros por Twitch, haciendo entrevistas para la Estación 1953, publicando aquí y allá… pero estamos ya agotados, sin fuerza. El desgaste acumulado a lo largo de estas temporadas es grande.
Además, el hacer todo de un modo completamente independiente, luchando muchas veces contra la inacción (y en algunos casos, boicot) del club al que amamos… erosiona a una velocidad mucho más rápida de la que somos capaces de asimilar. Pero, a pesar de todo, queremos decir que nos sentimos orgullosos de todo lo que construimos en un contexto, en ocasiones, complicado.
Y ese es el motivo: Nos vamos porque estamos agotados y creemos que es el momento de apartarnos y dejar paso a toda esa nueva generación albivermella que viene pegando fuerte y con ilusión, y que nos llena de ilusión también a nosotros. El Lugo necesita voces nuevas y sigue necesitando apoyo desinteresado como el que tratamos de brindar desde el primer día.
¿Y ahora qué?
Sentimos que el trabajo está cumplido. Ahora toca seguir fluyendo y viendo qué nos depara el futuro. Lugoslavia tal y como la conocéis para aquí, pero nosotros, los buenos amigos que estamos y estuvimos bajo estas letras seguiremos apoyando al Club Deportivo Lugo desde la grada y desde nuevos proyectos personales que, seguro, irán viendo luz.
Pero antes de cerrar la puerta, no quiero olvidarme de toda esa gente que, en algún momento se puso nuestra camiseta, la lugoslava, y que arrimó el hombro para seguir con paso corto pero firme caminando hacia todos los objetivos que conseguimos. Desde aquella primera formación hasta la de hoy día. Sin cada uno de vosotros no hubiera sido posible tocar todo lo que tocamos. Gracias infinitas, de todo corazón. No hubiéramos podido solos.
También a amigos, familia y allegados que se subieron al carro sin preguntar, confiando, desde el primer momento. A todos ellos también, millones de gracias.
Mirándolo con perspectiva… Y sí, ha llegado el momento de regocijarse, han sido muchos (y muy grandes) los techos que hemos tocado y hay que darles el valor que se merecen. Que «cuatro tipos» con poco más que un ordenador, teléfono y ganas hayan sido capaces de tanto… joder, es digno de admirar.
Quizá os parezca una chorrada, pero nuestro primer logro fue que los maravillosos compañeros de los medios de entonces nos respondieran a aquellas pequeñas entrevistas a las que llamamos RP inversa cuando apenas llevábamos un mes. La gente siempre nos ha respondido con cariño y eso me produce un sentimiento de gratitud increíble.
Luego nos llamó Carlos Gegúndez para hablar en Deportes Cope Lugo. ¡Eso sí fue un hito! «Hoy tenemos con nosotros a Borja García de Lugoslavia y a Nacho García Menéndez de Albivermello.com, savia nueva para la desgranar la actualidad del Club Deportivo Lugo». Recuerdo la primera vez que entramos en directo. ¡Qué nervios, qué atragantado estaba!
Hemos fundado (y disuelto) la Peña Lugoslavia que nos permitió hacer algún viaje que otro. Conocer, salir, visitar, comer, hacer amistades inesperadas y, una vez más, sentir y juntar un buen número de recuerdos y vivencias. Tenéis en El Boni la camiseta que nos firmó Fernando Seoane el día de su inauguración por si la queréis ir a ver.
Pasito a pasito seguimos creciendo hasta llegar a una de las óperas primas de Lugoslavia: el Documental Héroes. El talento y delicadeza con las que Xabi Piñeiro construyó todo está al alcance de muy pocos. Todavía se me pone la piel de gallina cuando recuerdo aquellas kilometradas que hacíamos para sacarlo adelante. El brillo es suyo y solo suyo. Gracias, Xabi, de corazón.
Pero no se paró ahí. Luego llegó la brutal Radio Lugoslavia y la Estación 1953 de la mano de Rubén Dorado al que siempre estaremos profundamente agradecidos ya que él fue quien dio el primer paso y quien tiró de ello en Lugoslavia, el Andamio capitaneado por Jesús Blanco con sus épicas Ocho Horas; hicimos nuestro mejor fichaje: Javier Folgueira; intentamos sacar adelante los Intransferibles de Iván Pérez, os enseñamos el maravilloso Fútbol de África gracias al trabajazo de Pablo del Valle. No nos olvidemos de su flamante intervención en la tele mauritana… Tuvimos (tenemos) gente en el As, en el Progreso, en Onda Cero, colaboramos con miles de webs, participamos en un ciento de directos… Creamos todo un santoral albivermello de la nada que ha conquistado los cielos y nos dio tremenda personalidad. ¡Coñe, que hasta salimos en el FIFA! Sé que me olvido de miles y miles de cosas, pero no acabaría nunca…
Pero Lugoslavia también nació para, de algún modo, echar una mano y ayudar a la gente que lo necesitaba. Por ello no dudamos en colaborar en varias campañas: con nuestro gran Leuko en su «Aucun Enfant Sans Sac» desde su primera edición, con el sorteo de la camiseta para destinar los fondos a la Isla de la Palma tras la erupción del volcán, con el aporte económico a Dnipro Kids cuando estallara el conflicto de Ucrania, con el envío de alimentos… Apoyamos proyectos como Victorias y Derrotas, dimos soporte a Alma (y a Marta) cuando vino con su libro «Nosotras» para recaudar fondos también para Leuko y sus niños, ayudamos a Gonza con su cafetito parar su viaje…
Hicimos muchos, muchísimos amigos tanto en Lugo como fuera de Lugo: Córdoba, Zaragoza, Cádiz, Girona, Gijón, Albacete, Madrid, Bilbao, Las Palmas, Brasil, Argentina… Una red de contactos espectacular para los que siempre contamos y con los que siempre contamos y eso es un gustazo… Gracias a todos ellos, pero gracias especiales para Álvaro Lorenzo y Pablo Durán.
Por supuesto no puedo ni quiero olvidarme de la Vieja Guardia: Papi, Chantres, Ramón. Mis amigos, mi día a día. El origen. Con ellos empezamos a volar.
A título personal
Como decía, la predisposición increíble de toda la gente no deja de asombrarme y hacerme vibrar, pero en especial la de Jesús y Pablo, que fueron las últimas incorporaciones y parece que lleven aquí desde el primer día. Entendieron a la perfección qué es Lugoslavia y nos han entendido a nosotros. Han sido (y son) dos piezas que han encajado de un modo preciso en el grupo. Han sido las guindas perfectas para este gran proyecto. Han subido el nivel de Lugoslavia a cotas que ni en mis mejores sueños hubiese imaginado. Han aportado excelencia, ideas, fuerza y personalidad a Lugoslavia. Y me siento especialmente privilegiado por poder contar dos grandes amigos más y dos personas con las que correr de la mano en futuros trabajos. Gracias, chicos.
Todo lo que diga de Javi Folgueira es poco. Javi ha sido oxigeno y sostén durante las temporadas más complicadas, esas en las que ya no teníamos el gancho del principio ni tampoco la pegada del final ya con Twitch y la obra de Pablo. Javi jamás negoció. Siempre aportó calidad gourmet y cantidades ingentes de trabajo con esa sonrisa perpetua que nos transmitía bienestar y calma. Con Javi se puede ir al fin del mundo porque con él nada estará mal. Es un tipo increíble. Es esa clase de gente con la que agradeces cruzarte en algún momento de tu vida.
¿Y Denís y Baniela? Denís y Baniela me llevaron en hombros desde el primer día hasta hoy. Jamás les podré estar lo suficientemente agradecido por todos estos años, por todo lo que hemos construido juntos, por hacerme sentir siempre así de especial y por la maravillosa amistad que hemos logrado. Por todas la risas que hemos echado, por las lágrimas que también hemos soltado, por los cabreos, por el apoyo, por la sinceridad, por las diferencias, por el aprendizaje, por el corazón, por los abrazos, por los brindis, por todo el sustrato que, capa a capa, hemos ido poniendo hasta llegar a hoy y convertirnos en todo lo que nos hemos convertido tanto a título individual como en equipo. Sin vosotros dos nada de esto hubiera tenido sentido. Sin vosotros dos Lugoslavia no hubiera sido Lugoslavia. Esto es lo que es por y gracias a vosotros. Gracias, hermanos.
Antes de poner punto final lo único que quiero es haber sido lo suficientemente agradecido con toda la gente que se cruzó en nuestro camino. Con todo el mundo. Con los que pasaron por aquí y formaron parte activa y con los que también nos brindaron su ayuda desinteresada. A pesar de los roces que pudimos haber tenido. Espero no haber sido necio y, de haberlo sido, es el momento de pedir disculpas sinceras. Puedo prometer que ninguno de los inconvenientes que pude haber causado fueron fruto de la mala fe.
Por supuesto, cada uno de nosotros seguiremos por las redes charlando del Lugo, seguiremos acudiendo a donde nos llamen, a donde nos inviten. No vamos a desaparecer. Seguiremos aportando nuestro granito de arena desde la grada, desde nuestra querida Revista Lugodeporte, desde nuestros textos diarios en el As… Solo que dejaremos de ser «los de Lugoslavia», para convertirnos en «los de la Antigua Lugoslavia».
Y creo que poco nos queda por decir, solo añadir que nos vamos con los brazos abiertos y dando, una vez más, las gracias. Quisimos hacer feliz a mucha gente y un poquito mejor al Club Deportivo Lugo. Con orgullo. Ojalá haberlo conseguido.
Por siempre y para siempre, vuestros amigos de Lugoslavia.
¡Forza Lugo Sempre!