La vida tiene una configuración en la que cualquier individuo encaja más derrotas que victorias. En el lado de los triunfos cabe la rutina, que no emociona, pero ayuda a sobrellevar la estabilidad. Esto es así, sin importar la clase social. El esfuerzo es innegociable incluso para levantarse de la cama. Por eso es importante cosechar una importante tolerancia al error y a la crítica. Algo que ha sabido hacer, como nadie, Óscar Whalley, portero del CD Lugo, rebautizado como Cometa Whalley por un seguidor de Lugoslavia, idea que traslada Pablo del Valle al apartado gráfico como solo él sabe.
Ilustración principal: ‘Cometa Whalley’, por Pablo del Valle. Prohibida su reproducción salvo con cita expresa del autor y de www.lugoslavia.gal
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