CD Lugo 0 – 0 Ibiza, solo el homenaje a Herrera
Por Denís Iglesias (@denis__iglesias)
El CD Lugo y el Ibiza firmaron un empate soporífero en el Anxo Carro. Está más que asumido, por parte del aficionado, que el fútbol es un espectáculo en el que diferencia de otras artes visuales no se puede pedir el libro de reclamaciones ante una negligencia como la que perpetraron ambos conjuntos en el verde lucense. Definitivamente, este no es el tipo de encuentros que van a contribuir a elevar la media de asistencia de un club que se ha convertido en la lista de la clase. Si alguno quiere saber qué hace su familiar a las 16:00 de la tarde, simplemente busque el encuentro y podrá localizarlo sin demasiada dificultad.
El mejor fotograma del encuentro no tuvo lugar ni siquiera con la pelota en juego. Ocurrió en los prolegómenos del mismo, cuando el CD Lugo ejecutó un homenaje a Cristian Herrera, el goleador silencioso al que el club le debe varias permanencias. Siempre constante en la aportación ofensiva, a pesar del mal último año. Un futbolista alejado del rol tribunero, a pesar de que su condición de goleador invita a la exageración. A partir de ahí, el silbato inicial y entonces un largo silencio de toques sin demasiada ambición.
La austeridad fumiga la ambición de un equipo que había prometido competir en todas las circunstancias
Al CD Lugo de Rubén Albés le faltan piernas y le sobran motivos para pedir un parón. Las prestaciones de este equipo están muy lejos del carácter competitivo que el entrenador vigués había fijado como norma básica de la casa para salir cada jornada. Ahora, cuando se da un paso hacia adelante, una corriente de austeridad fumiga la ambición y encasilla a la escuadra en un proyecto simplón, que espera que los puntos vayan cayendo en su saco hasta encontrar una victoria con la que reafirmar su vigor emocional.
Lo bueno, es que el recuerdo y el esquema son fácilmente recuperables, aunque para eso debe existir una corriente de opiniones recíprocas y sinceras. Asumir las limitaciones desde un sentido práctico y no para ensalzar al rival por su puesta en escena magnífica, que, con un hechizo es capaz de anular el desarrollo virtuosista que Albés había imaginado. Son fases, como en una relación, en la que cabe mirarse a los ojos y decirse, sin miedo, que vamos a estar los unos al lado de los otros, pero siendo sinceros. Con notas a pie de página y no carteles prediseñados de legionarios que hablan bien poco de nuestra forma de ser, tan dependiente del clima y las rachas.
No hay que olvidar nunca que en las patas del negocio hay un juego que es necesario respetar. A tenor de lo sucedido, esto masca el senado de Lugoslavia.
Centrocampismo y debut de Alberto Rodríguez
El primer partido de la historia entre CD Lugo y UD Ibiza no formará parte de los libros del fútbol. Ambos equipos llevaron el encuentro a un ritmo lento, de centrocampismo y sin apenas profundidad priorizando no encajar a ganar. El principal problema de este planteamiento es que salvo una parada de Germán a tiro de Juanpe en la primera parte, los porteros podrían haberse quedado en el vestuario tomando un café y nadie los echaría en falta.
Preocupante la percepción de la escasez de piernas frescas por parte del conjunto albivermello que necesita el parón de Navidad para descansar y recargar.
El punto positivo del partido es el debut en liga de Alberto Rodríguez que demostró tener confianza para afrontar la salida desde atrás. Con la entrada de Alberto por Pita, también pudimos ver a Ros en la posición de MCD, donde ha disputado muchos minutos en temporadas previas
La autolimitación y las falsas ambiciones previas
Después de escuchar a Carcedo y a Albés en sus respectivas ruedas de prensa prepartido uno esperaba un encuentro vibrante, con constantes ocasiones, de ida y vuelta. Queda claro que no hay que confiar en lo que dicen. Si ambos prometían ir a por el partido, las promesas tardaron en olvidarse lo que tardó el árbitro en pitar el inicio. Ni buscar el partido, ni ser ofensivos, ni nada.
Centrándonos en lo nuestro, comienza a ser preocupante la tendencia de Albés en este tipo de partidos. No voy a pedirle que vaya a muerte frente a un Éibar o un Almería, pero si no te atreves a salir a por el partido contra el Alcorcón o contra el Ibiza… Ayer, con el Ibiza firmando el empate, no fuimos capaces de acabar el partido en área contraria, ni siquiera alinear a dos delanteros. No siempre sirve salir en la previa diciendo que vas a ir a por el partido, hacer el partido que haces y luego volver a salir diciendo que hiciste todo lo posible. No.
La impresión que me deja el Lugo es que ha decidido ser el equipo pequeño que todos dicen que somos, apretar contra los grandes y conformarse contra los iguales. No es casualidad que el equipo rinda más contra equipos «superiores» que contra sus similares. Ayer fue un ejemplo más.
Faltan piernas, me dirán algunos. Y tendrán razón, es cierto que el equipo está exprimido, pero ¿justifica esto que Joselu ni siquiera participe un minuto en un partido que está empatado? ¿Qué no puedas acabar cargando el área rival aunque sea a pelotazos? El Lugo es lo que es, ni más ni menos, sin embargo, conviene no cruzar esa línea que divide el ser consciente de las limitaciones propias con autolimitarse.
Un sacho con ferruxe
Por Pablo del Valle (@pablo_dvp)
O partido entre o CD Lugo – Ibiza foi unha mostra de aburrimento e apatía en liñas xerais. Un equipo que só xerou perigo cando buscou a individualidade de Gerard Valentín. Preocupa que xogando na casa contra rivais directos este equipo peque dun conformismo que provoca todo o contrario na súa afección. O equipo non debería esquecer que Lugo gusta de sachar… E o domingo, o sacho tiña ferruxe. O mellor do partido, os goles de Nabic no descanso coa súa correspondente celebración
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