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Agotados de esperar el fin

por Denís Iglesias 8 mayo, 2022
Paco Jémez - CD Lugo
Tiempo de lectura: 5 minutos

El CD Lugo realiza un viaje de ida y vuelta a Ibiza con el objetivo de sellar la permanencia. El objetivo está llegando por correo ordinario. Se ha perdido en alguna bandeja y el destinatario no coincide con ninguna de las personas albviermellas. La tarea de la permanencia, prácticamente un trámite hace unas semanas, se ha convertido en una angustiosa notificación que no llega mientras la competitividad del grupo se descompone. Can Misses brinda una ocasión perfecta para saldar la cuenta, que a estas horas es de seis puntos sobre el descenso. Enfrente, Paco Jémez. ex rojiblanco.

El equipo de Rubén Albés tendrá enfrente a dos pedazos de su historia. Por un lado, Cristian Herrera, su artillero silencioso. El máximo goleador del CD Lugo en Segunda y quien recibió un merecido homenaje en el encuentro de ida. Nunca fue un líder nato. Su compromiso se demostraba a base de goles que solo él podía anotar y ocasiones que solo él podía desperdiciar. En resumen, un delantero a su manera que guisó y sirvió caliente la permanencia de la temporada 2019/2020. 

El último curso de Herrera en el Anxo Carro fue decepcionante. Las voces más críticas señalaban un futuro nada alentador, desconociendo la capacidad de resiliencia del delantero, que ha encontrado en Ibiza un nuevo microcosmos. A pesar de que le costó entrar en la dinámica del Ibiza, con el paso de las jornadas se ha erigido como el máximo goleador del club, con 10 tantos,y en busca de superar la marca de los 12 que acumuló en la temporada 2019/2020. 

La tranquilidad del Ibiza

El renacer de Herrera se ha producido en el marco de la propuesta tan ofensiva y reconocible de Paco Jémez, un técnico que resiste a todos los contextos. No le ha importado meterse en todos los berenjenales de aquí y de allá, con equipos ‘novatos’ en la categoría como este Ibiza, un proyecto moderno para asentarse en el profesionalismo. El primer paso, que nunca resulta fácil, está más que dado. El equipo celeste recibe al CD Lugo en una cómoda y tranquila décima plaza, con 51 puntos. Podría vivir en una realidad similar el equipo amurallado, pero su último mes de campeonato ha sido desidioso. 

La escuadra que dirige Rubén Albés ha perdido por completo su competitividad y se ha vuelto vulnerable en todos los contextos. Es explicable, aunque inasumible para el aficionado medio, la bajada de brazos generalizada de un club sin proyecto, tan acostumbrado a ir por el 5 en el examen que juega directamente a eso: al aprobado generalizado, esperando que el resto de competidores sean igual de malos. 

Es una bendita previsibilidad, porque siempre termina en permanencia, aunque algún día no lo habrá. Y para cuando se rompan por completo los esquemas no estarán Pita, Seoane o Iriome, los precintos de la estabilidad emocional. Habrá otros referentes, propios o impuestos. No obstante, todo esto forma parte de un fútbol ficción que no merece ser contado. Al revés, la continuidad en Segunda, aunque se consiga a contrarrembolso, tiene que valorarse por todo lo alto. Jémez guarda una historia para darle sentido a estos momentos. 

Ilustración de la única foto que se ha difundido públicamente de Paco Jémez en Lugo, obra de Xesús Ponte en EL Progreos | Pablo del Valle – Lugoslavia.

“Paco, vente para Lugo”

A pesar de ser un jugador y entrenador muy conocido, no lo es tanto su retirada en el CD Lugo, al que llegó en 2005 fruto de una llamada inesperada de su camarada Ángel Cuéllar. El actual técnico del Ibiza estaba de vuelta y media en el fútbol. Hace más de un año había finiquitado una truculenta segunda etapa con el Rayo de Teresa Rivero que había concluido con el descenso del club franjirrojo a Segunda B. El cordobés -condición que detenta pese a su circunstancial nacimiento canario- quiso continuar. Se lo hizo saber a la directiva y esta le dio su palabra. A falta de una semana para el cierre de mercado hubo un giro de guion que le dejo completamente fuera de juego. “¡Acabaron con mi carrera!”, exclamó en una entrevista con JotDown

El fútbol aún le iba a brindar una última oportunidad. “¡Eh, Paco, vente a Lugo!”. Del otro lado del teléfono, Ángel Cuéllar, mítico delantero del Betis y del Barcelona que había ido a parar al Anxo Carro como pilar de la reconstrucción de un CD Lugo que habitaba el infierno de la Tercera. Pero había hecho algo aún más difícil: evitar la disolución. Mouriz escondió el papel de la liquidación del club y después se convirtió en el mejor secretario técnico que ha tenido la historia recienta de la entidad. Su capacidad para convencer a un futbolista como Cuéllar, que después se convertiría en pichichi de aquel equipo que ascendió a Segunda B, da buena muestra de ello. 

A falta de un exinternacional, el conjunto lucense tuvo dos. Cuéllar convenció a Jémez en noviembre de 2005, cuando firmó por el CD Lugo. Sin embargo, su aventura fue más efímera e intrascendente de lo que le hubiera gustado. Hay una memoria difusa sobre cuántos partidos jugó el ex del Real Zaragoza. La hemeroteca llega hasta un puñado de partidos repartidos entre liga y Copa Xunta. Para la realización de esta previa, LUGOSLAVIA ha consultado a aficionados como Rubén ‘Nachito’, Jose Ferreiro o Juanjo Larramona, además de periodistas y cronistas de la época tal que Manuel Cordido o Xosé Ramón Penoucos. 

Un quad y un siniestro total

Todos saben que Jémez vistió la camiseta albivermella y que dejó de hacerlo, para retirarse definitivamente, después de un accidente que sufrió en A Coruña cuando viaja con un quad. Jugó un gran partido contra uno de sus ex equipos, el Deportivo, en el torneo autonómico y participó a su manera en el ascenso del equipo a Segunda B. Fue una de esas historias casi desconocidas de un equipo en fase de resurrección donde las sorpresas invisibilizaban la agonía del perdedor que terminó convirtiéndose en ganador. 

Lo que era innegable en aquel equipo de Juan Fidalgo era su compromiso. Una circunstancia que se convirtió en inherente a la camiseta del CD Lugo y que le permitió acometer la loca aventura de ascender a Segunda División, categoría que hoy defiende entre la pena del sufrimiento de los finales de temporada y la gloria de conseguirlo. Aún en una fase primaria del asunto está el Ibiza de Amadeo Salvo, encajado a la perfección en la horma del fútbol moderno y que acaba de presentar a Miguel Ángel Gómez como nuevo director deportivo.

Para este encuentro, Jémez contará con las bajas de Sergio Castel y Javi Pérez por lesión. Vuelven, por el contrario, Javi Lara y Álvaro Jiménez, recuperados de las molestias que les impidieron estar contra el Sporting. El CD Lugo se ha afiliado a un viaje de ida y vuelta en chárter, sin hacer noche en la isla, con 25 convocados, entre los que se encuentran cinco jugadores del filial. Necesita sumar como sea, porque, como bien glosaba Ilegales, en la ciudad amurallada todos empiezan a estar “agotados de esperar el fin”.

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