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Entrevista Iván Zarandona: “Los ‘Héroes del Carranza’ se habrían salvado en Segunda”

por Lugoslavia 24 junio, 2017
Zarandona Lugo
Tiempo de lectura: 8 minutos

Tú que lees este relato. Espero que te hayas puesto tus mejores galas. Hoy es 24 de junio. San Ramón de Carranza. No aparece en el Calendario Zaragozano, pero sí en el Nuevo Testamento rojiblanco, que se escribió tal dia como hoy hace cinco años en Cádiz. Un día que sacó del bombo de las olvidadas a una ciudad del noroeste, falta de futuro.

La bimilenaria urbe romana preferiría vivir en un Arde Lucus continuo para quitarse el hábito de corrupción y dejadez que la envuelve desde hace años. Aún así, nos queda el orgullo que aportan instituciones como el CD Lugo o el CB Breogán. La primera no podría entenderse sin lo que sucedió hace un lustro.

Y si a nosotros, protagonistas colaterales, todavía se nos eriza el alma con aquella experiencia, imaginen a los que se dejaron la piel en el campo para que todo aquello fuera real. “Jamás olvidaré aquel día. Me ha quedado marcado para siempre. Lugo forma parte de mí”. El versículo pertenece a uno de los profetas de un hecho que algunos tildaron como milagro y que el tiempo ha estirado hasta asegurar una sexta temporada de fútbol profesional. Él es Iván Zarandona Esono (30/8/1980), “el hermano de Benjamín” para unos, un Héroe del Carranza para los que simpatizan con la camiseta rojiblanca.

Este curso, más que nunca, tiene presente el ascenso con el Lugo, uno de los grandes momentos de su carrera. Y eso que sólo estuvo una temporada en tierras gallegas: “Este ha sido mi peor año. En diciembre me dieron de baja en el CD Palencia cuando lo estaba jugando todo (la entrada de un grupo inversor y una nueva cirectiva desestabilizó al club morado, que acabó perdiendo la categoría). Ha sido horrible. El fútbol ya no respeta nada. Ahora estoy en el Astorga, al que le agradezco la confianza, pero no pude entrar en un equipo ya hecho”. Es la cruda respuesta a una pregunta tan simple como “¿qué tal?”. El tono muda radicalmente cuando se cita la palabra Lugo e Iván vuelve a ser el risueño jugador que todos conocen. Ya no le quedan tapujos a la hora de hablar: “He visto tanto que no merece la pena”.

Zarandona, en su presentación con el At.Astorga

  • ¿Cuáles fueron las claves de aquel ascenso?

Lo fundamental es que éramos una piña. En la mayoría de los equipos cada uno es de su padre y de su madre, pero en ese Lugo había pleno respeto. Tanto para el que lo jugaba todo como para el que era suplente. Daba gusto empezar la semana e ir a entrenar. Nunca había malas caras. La unión nos hizo subir.

  • ¿Cómo se celebra un éxito así?

No piensas en nada más que en correr todo el campo y llegar hasta donde están tus aficionados, tu familia… Todos los que han estado contigo en esta aventura. Se celebra bailando, cantando, subiéndote a un autobús y rodeando la Muralla, disfrutando en una plaza llena… Un conjunto de cosas que jamás vas a olvidar.

  • ¿Había presión por subir tras el frustrado intento de la temporada anterior?

Para nada. De hecho, Carlos Mouriz, el director deportivo, un tipo muy campechano, siempre bajaba al vestuario para quitarnos cualquier tipo de agobio.

Zarandona guarda un gran recuerdo de Mouriz. Le califica como el alma máter de aquel equipo, en el que cada uno tenía claro su rol. “El presidente llevaba el tema económico, pero Mouriz era el que hacía todo el trabajo deportivo, como de debería pasar en todos los equipos. Hay demasiado chufla por ahí con exceso de poder”.

  • Tras una temporada sin ser protagonista, disputaste gran parte de tus minutos en los ‘playoffs’…

Uno tiene que estar siempre preparado. Mi primera gran oportunidad llegó en el partido de vuelta de la primera eliminatoria ante el Eibar, donde defendíamos el 1-0 que logramos en el Anxo Carro. Tengo ese día fijado en la memoria por una anécdota. Cuando bajamos a desayunar el día del partido, coincidí con Setién en el ascensor, me agarró y me dijo: “¿Sabes que el equipo te necesita hoy, no? Busca la manera de activarte lo más rápido posible”.

Setién me dijo antes del partido del Eibar: “¿Sabes que el equipo te necesita, no? Actívate rápido”.

Recuerda el mediocentro que ese curso Setién optó por la pareja formada por Pita-Rubén García. El técnico cántabro cambió de planes con la promoción de ascenso: “Necesitaba un fútbol más físico para aguantar las eliminatorias y ahí entré yo en escena”. Zarandona disfrutó de minutos en todos los partidos menos en la ida ante el Eibar. Fue titular en la vuelta contra el equipo armero y ante el Atlético Baleares. En Cádiz salió en un momento crítico, en el minuto 96, en lugar de Claudio Monti. Disputó 24 minutos en los que el Lugo notó el agua rozando su nariz. No se ahogó. Lo demás es historia conocida y glorificada.

  • ¿Pensaste que ibas a ser titular en el Carranza?

De corazón lo creo, era un premio al trabajo realizado. En los partidos que jugué en esos playoffs como titular no encajamos, que era justo lo que deberíamos haber hecho en el Carranza. Era consciente de que todos teníamos un nivel impresionante, pero, si te ha ido bien, ¿por qué cambias de plan en un momento tan decisivo? Nos metieron tres, pero pudieron ser cuatro… Pero bueno, al final todo salió bien, que es lo que importa.

Foto de familia de la plantilla del ascenso | Foto: CD Lugo.

  • ¿Quiso ser Setién más Setién que nunca en ese partido?

Él tenía un planteamiento claro, una idea muy específica que era la genética de la posesión. Quiso morir con eso en vez de buscar un perfil defensivo que le había funcionado en otras eliminatorias con jugadores como yo, para abarcar más campo. Buscó salir a dominar y torear al Cádiz. Pero casi la lía… Fue el peor partido con diferencia de todos los que hicimos en esa promoción. El paradigma a seguir era la eliminatoria ante el Atlético Baleares (3-1 en la ida y 0-0 en la vuelta), un equipo que tenía mucha mejor delantera con Dani, Antoñito, Perera… Yo no le quito mérito a Setién, pero muchas veces parece que el ascenso fue sólo suyo. Que el equipo era él. Son los jugadores los que te hacen ser de Segunda.

La vuelta ante el Cádiz fue el peor partido de todos los que jugamos en la promoción de ascenso. Casi la liamos.

  • Pero llegó el pitido final y con él la gloria…

Me acuerdo cuando Manu metió en penalti decisivo. No nos llegó el campo para salir corriendo. Nos reunimos con los aficionados. Tengo esa carrera grabada a fuego. Y lo que vino después insuperable, con la familia, con los niños… Aquella vuelta por la muralla, la plaza llena hasta reventar, son cosas que nunca se olvidan.

  • ¿Quién era el líder de aquel vestuario?

La gente de casa, Manu y Pita. También tiraban del carro otros como Belforti, aunque la fuerza era del grupo.

  • Algunos que lo ven desde fuera dicen que a Manu le ha faltado estos años un punto de mayor carisma…

Él no era un líder de hablar en el vestuario, hablaba en el campo. Lo que pasa es que muchas veces confundimos este término y pensamos que todos van a ser como Mantovani, el del Leganés. Jugadores que gritan y que, a veces, pueden resultar un poco demagogo, aunque su método pueda funcionar. Yo prefiero a gente como Manu, que dice las cosas cuando tiene que decirlas y habla con respecto a todos los compañeros.

El ex rojiblanco recuerda el ejemplo de Alberto Marcos en el Real Valladolid (2004/2005). “Yo por aquel entonces era un chaval, pero me acuerdo un partido que perdimos contra el Eibar… Le fue pegando patadas a todo lo que se encontró”.

¿Cómo crees que les habría ido a los ‘Héroes del Carranza’ en Segunda?

Pues habrían conseguido la permanencia. No entiendo las razones para cambiar todo cuando subes de categoría. Está claro que necesitas fichar algunos jugadores con experiencia, pero creo que ninguno va a tener tanta ilusión como el que asciende. Se va a dejar la vida en el campo. Ellos habían ido a muerte por este club y lo iban a seguir haciendo. Las cribas a las que tan acostumbrados dejan clara la pérdida de valores del fútbol.

Los ‘Héroes del Carranza’ habían ido a muerte por el club y lo iban a seguir haciendo en Segunda División

¿Y tú, pensaste que te ibas a quedar?

No me dijeron nada, y es normal. No había jugado con regularidad durante el año como otros compañeros que tenían la ilusión de quedarse y habían jugado 40 partidos. Eso sí me dolió. Merecían quedarse en Lugo, porque se lo habían ganado, pero el fútbol es como es, y esta vez no fue justo.

Zarandona cree que este deporte es “una ruleta rusa”. A la mala experiencia de Palencia le une un año lleno de complicaciones económicas en el Noja (2013/2014), equipo, pese a todo, para el que no tiene malas palabras. Harto de los devaneos del fútbol de Segunda División B emigró a Hong Kong de mano de otro ex rojiblanco, el ‘Chino’ Losada. Pasó de tener de cobrar gracias a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) a recibir en mano las nóminas por adelantado: “Otro mundo. Para ellos es un orgullo que juegues en su equipo”.

Lo pasé fatal, era un auténtico currante. Sucedió justo después de que me quedara sin pasar el último corte para ir a la Copa África con Guinea Ecuatorial. Mouriz me dijo: “Cógete una semana y vete a casa”. Pero mi hermano Benjamín me replicó: “Mira, déjate de tanto bajón y vuélvete para Lugo. Él no querría verte así”.

Zarandona celebra junto a sus compañeros de la Selección de Guinea Ecuatorial en la CAN 2015 | Foto: FIFA.

  • Ahora que citas Guinea Ecuatorial, fuiste el primer internacional del CD Lugo…

¡Pues efectivamente! Ahí el club lo ha hecho mal. Tienes que decirle que lo cambien y lo pongan bien. ¡Ya no se acuerdan de mí! (lo dice por Leuko, ‘vendido’ como el primer internacional en todos los medios) (bromea) Y la verdad es que es un auténtico orgullo haber sido el primero en recibir una llamada de su selección. Eso siempre queda.

  • ¿Cómo se vive un partido de la selección de Guinea Ecuatorial?

No te lo puedes ni imaginar. Allí el fútbol cobra otra dimensión. Con la selección he vivido los mejores momentos de mi carrera junto al ascenso del Lugo, cuando eliminamos (el Real Valladolid) al Real Madrid en Copa del Rey o los años de Hong Kong. Imborrable fue la Copa Africana de Naciones de 2015, de la que Guinea Ecuatorial fue anfitrión. Llegamos a semifinales. ¡Nosotros, un combinado humilde hecho con jugador de Segunda B y Tercera española! Me acuerdo cuando en cuartos eliminamos a Túnez con un penalti de Balboa en la prórroga. Me llamaron de la Cadena SER y dije: “Somos una banda de jugadores de mierda que no vale nada y hemos derrotado a futbolistas de Champions”. Así me vino y así lo solté…

“Somos una banda de jugadores de mierda y hemos derrotado a futbolistas de Champions”

  • ¿Qué te ha faltado para hacerte un sitio en la élite?

He querido correr demasiado y no he sabido escuchar. Salí de la cantera del Extremadura, cuando estaba Rafa Benítez. Era internacional sub-18. Pero quería jugar en Primera a toda costa. Y fui de equipo en equipo sin controlar el paso. Otros jugadores de mi quinta sí supieron aprovechar las oportunidades, como Jesús Vázquez, que jugó en el Recre. Aún así, no me puedo quejar con todo lo que el fútbol me ha dado.

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