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Luis no pierde el tiempo

por Iván Rolle 26 febrero, 2015
Tiempo de lectura: 2 minutos

No fue el fichaje que más ilusionó a la parroquia lucensista. No era sencillo tampoco con llegadas como las de Aganzo, Jonathan Valle o Ferreiro. Sin embargo, poco a poco, Luis Fernández va haciendo méritos para convertirse en una de las referencias de este Club Deportivo Lugo. Su último merecimiento, ese gol decisivo ante el Recreativo de Huelva, ese tanto que vale tres puntos, aunque, a decir verdad, dos de ellos deberían ser en exclusiva para David López, que sirvió un caramelo que demuestra que la perfección, en el fútbol, existe.
Entre lesión y lesión, titularidad y suplencia, Luis suma ya cuatro tantos. Unas cifras no excesivamente llamativas, pero que le dan ventaja respecto a los compañeros con los que pelea el único puesto de punta en el esquema de Quique Setién. El burelense, titular en tan solo siete encuentros ligueros desde que comenzó la campaña, precisa 188 minutos para hacer gol. Casi la mitad que un Lolo Plá que golea cada 342 minutos (tres tantos en 1020 minutos). Pablo Caballero, sin apenas tiempo todavía, y David Aganzo, quien empeora también ligeramente los números de Luis (tres goles en 578 minutos; uno cada 192), completan una lucha que comienza a decantarse del lado del mariñano.
El delantero cedido por el Deportivo igualó como máximo realizador del conjunto rojiblanco a Iago Díaz e Iriome. Tanto el canterano como el tinerfeño, han disfrutado de mucho más protagonismo que Luis, por lo que también necesitan más tiempo para anotar. En cualquier caso, el trabajo de estos dos futbolistas va mucho más allá de los goles, tanto para Quique Setién como para una grada que premia la entrega de los dos extremos.
Luis sabe que este debe ser, de forma obligada, el año de su consagración y empieza a dejar ver con mucha mayor asiduidad las condiciones que lo convirtieron en una de las grandes joyas por pulir en Abegondo: inteligencia en el desmarque, buena conducción y, sobre todo, un enorme olfato de gol.
Ya el año pasado, por momentos, apareció ese prometedor futbolista. En su año de debut en el primer equipo coruñés, fue titular en las dos primeras jornadas, para luego, con la llegada de Borja Bastón, perder la batalla por el 9. Sin embargo, poco a poco, el mariñano consiguió convencer a Fernando Vázquez, al aprovechar los ratos que le daba. Volvió al once hasta que, con el mercado de invierno, a A Coruña llegaron Ifrán y Toché y sus oportunidades se redujeron a prácticamente nada. Acabó la campaña con seis tantos, entre liga y Copa, en poco más de mil minutos.
En Lugo esperan que Luis siga creciendo para que pueda demostrar en el fútbol profesional lo que ya demostró en la cantera del Dépor. En su segundo año en el Fabril (en el primero, aún en edad juvenil, sufrió una lesión que lo obligó a alejarse de los terrenos de juego durante ocho meses), el burelense marcó un total de 28 tantos, siete de ellos en los seis partidos de playoff, para convertirse en el indiscutible líder de un Fabril que se quedó a las puertas de la Segunda B.

Foto: La Voz de Galicia

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