En el frío de Zorrilla, Quique Setién introdujo cambios salientables en la alineación. Consciente de que el Valladolid alinearía a 3 corredores voraces al espacio (Mojica, Omar Ramos y Jonathan Pereira) y a un catedrático del pase al hueco (Óscar González), el cántabro se cargó a Manu, desplazó a Víctor Marco al lateral y colocó a Jon García en el puesto de central izquierdo, buscando su velocidad al corte y prescindiendo de algún poderío aéreo. Diego Seoane y Pavón completaron la zaga, cumpliendo con nota. El doble pivote de siempre guardó las espaldas a Iriome, Álvaro Peña, David López, y a un Lolo Plà bastante activo, aunque desacertado. La portería estuvo ocupada por Dani Mallo, no sabemos si por decisión técnica o lesión de última hora de J.J, pero el caso es que, en las dos ocasiones que le llegaron con cierto peligro, el ex del Girona estuvo muy eficaz.
Los de Rubi, cuyo plantel asusta si nos ponemos a mirarlo jugador por jugador, se hicieron pronto con la posesión del balón. El Lugo esperó en media cancha, formando un 4-4-2 con Peña descolgado junto a Lolo, y presionó con eficacia al centrocampista más talentoso del cuadro local, David Timor. Pero como todo equipo dominante, al Valladolid todavía le quedaban las armas exteriores. Omar Ramos y especialmente Mojica, que por momentos superó a Seoane con facilidad, fueron el mayor quebradero de cabeza para un conjunto rojiblanco que no consiguió sacudirse el dominio local en casi ningún momento. Solo un despiste grave, mediado el minuto 13, pudo costar el partido, pero ni Óscar primero en un mano a mano, ni Pereira enganchando el rechace, supieron vacunar las redes del guardameta lucense.
En el segundo tiempo, ambos tuvieron que bajarse al barro. Constantes parones por faltas y lesiones, ayudados por un colegiado algo desorientado, hicieron descender el ritmo notablemente. Ni tan siquiera las sustituciones; Óscar Díaz, Álvaro Rubio y Jeffren en el Pucela, y Ferreiro, Luis y Toni (que debutó) en los visitantes, modificaron mínimamente el panorama. Para el recuerdo, cuando ya restaban segundos para llegar al 90, una falta rematada por Óscar González le sirvió a Dani Mallo para demostrar a Setién que él también está, que se puede contar con él. En el frío de Zorrilla, el Lugo sumó un punto, y añadió a su colección un nuevo encuentro sin conseguir la victoria.