Hola queridos. Adelanto el undecálogo porque esta semana tenemos la Copa del Felipe y lo mismo toca publicar otro el viernes. O el jueves, a ver. De todos modos estamos preparando una sorpresa. No sé si para esta semana o para la que viene, pero estad atentos porque creo que merece la pena.
A pesar del resultado del domingo estoy rabudo y no sé por qué. Salí del campo mal. Fui a ver los fuegos artificiales que marcan el fin de un San Froilán venido cada vez a menos gracias a las rabietas a un hatajo de señoritingos malcriados, intolerantes y egoístas y gracias también al papá gordo y barbudo que les permite esas pataletas infames y ruines. Lo siento, me ponen de muy mala hostia. Las fiestas de San Froilán eran una referencia a nivel gallego (por lo menos), de lo mejorcito. ¿Y ahora qué son? Os lo digo yo: una PUTA MIERDA. Sin música, sin barracas, sin negros, con orquestas que empiezan a las ocho de la tarde y acaban a la una de la madrugada, con la policía a todas horas por el centro, ¡ahí va! si hay un cuerpo que se llama Policía Autonómica. Es triste que haya tanta, solamente para cazar negros y reprobar actitudes a los jipis. ¿Y el resto del año, qué? En los bares tomando claras de limón y cafés con leche. Sólo digo que como se siga permitiendo a esa gentuza callarnos, el San Froilán acabará por ser un cuento de abuelos que recordarán amargamente lo que era en tiempos y en lo que se convirtió: fotografías viejas de multitudes.
Bueno, dejando de lado las fiestas, no sé por qué aún me dura hoy esa mala leche. Ya sé que no debería ya que los nuestros nos hicieron vibrar en la tarde del domingo, porque a base de huevos volvimos a remontar otro partido que se nos puso cuesta arriba, porque la afición estuvo otra vez a un nivelón… Pero bah, leamos los 11 puntos. A ver si a medida que voy escribiendo encuentro el motivo de este bajón y me pongo contento.
1 · ¡Qué mala suerte ese gol en el descuento, hombre! Teníamos otro partido remontado y ganado, ¡al Zaragoza! y va el árbitro, pita esa falta al final, ese zambombazo… Pero lo peor del caso es que lamentablemente el resultado me parece justo. Quizás sea esa la confrontación que me lleva a estar desaborido, el saber (o creer) que el resultado es justo, mezclado con la mala leche de ver como ese hombre con nombre de protagonista de telenovela, Willian Jose, fusilaba a ese otro con nombre de persona de mediana edad sin más, José Juan. En fin, la clásica guerra cabeza vs corazón.
2 · La actuación de David Medié Jiménez, colegiado del encuentro, se puede clasificar como horrorosa. Anula un gol legalísimo al Zaragoza el cual propicia la expulsión de Víctor Muñoz por protestar airadamente y la amarilla a Ruíz de Galarreta por el mismo motivo; se come un penalti a Lolo que si se pita el del Osasuna a Dalmau, este con mucha más razón debería ser pitado; la falta del final que supuso el tercer gol maño justita, justita… Y más historias que no recuerdo. Reconozco que no es fácil ser árbitro y que yo no lo hubiese hecho mejor, pero coño, un mínimo hay que tenerlo.
3 · Y cuando no se puede (o no se da) arbitrado bien (o mejor) se deben de mejorar ciertos aspectos. Un trabajador, una empresa, cualquier persona normal con dos dedos de frente, un poco de lógica y que no se deje comprar por gente con poder e intereses, trata de mejorar en sus labores, ya sean profesionales o del día a día.
Una casa de coches, pongamos un ejemplo estúpido, saca un modelo nuevo en el que las cerraduras, a la larga (o a la corta), acaban dando problemas. Esa casa de coches, como está dirigida por gente a priori competente dice: “eh, que estas cerraduras que ponemos en el modelo Equis no van bien, no podemos ponerlas en los sucesivos, vamos a cambiarlas PARA TRATAR de mejorarlas, que no quiere decir que se vayan a mejorar, pero vamos a intentarlo”.
Entonces ahora me decís vosotros a mí: ¿Cuál es la semana que algún árbitro de la Liga Profesional no comete un error? Ninguna. Es normal, cuidado, son personas que tienen el derecho de meter la pata y si me apuras el deber de hacerlo, para poder aprender y sacar buenas conclusiones. Pero sean mayores o menores, con más o menos repercusión, más o menos controversia, más o menos significativos, no dejan de ser errores que en la mayor parte de los casos inclinan la balanza para un lado u otro y de no siempre de manera justa. ¿Un juez de vídeo como en el rugby, ese deporte semi-profesional o semi-amateur, como prefiráis? “No, no, no, no, no, por dios, un juez de vídeo no, no, no, no. Le quitas la esencia al fútbol”. El problema es que esa “esencia” es la carroña de la que se alimentan los buitres que escriben la prensa diaria y los tertulianos de los más que cuestionables programas de fútbol de media noche; sin contar los intereses de los propios clubes. Mierda todo. Siga así de podrido.
4 · A un nivel similar al del árbitro estuvo Pita. Tarde aciaga para el coruñés que deambuló por el campo como un fantasma, cansado, desacertado, lento, sin criterio y con la lengua de fuera. Qué cantidad de pases fallados. ¡Si hasta mayor parte de los balones pasaban por Seoane en lugar de por él! No entiendo como Setién puede ponerlo a jugar y dejar a Peña en el banquillo cuando el de Bilbao demostró que puede ejercer de mediocentro a un nivel acojonante. Quiero creer que está reservando a gente para la Copa.
5 · A las 19:41 me llega de una persona que mantendré en el anonimato el siguiente Whatsapp que no voy a comentar porque ya se comenta él solo: “Que el señor Ferreiro sea suplente de Iago le ronca muchísimo los cojones”. Motivos habrá, pero yo, al igual que mi amigo, no me los explico. Quiero creer que en este caso también se está reservando a gente para la Copa.
6 · Al fin debutó Aganzo. Uno de los jugadores más esperados por la afición saltó al campo del Ángel Carro y disputó sus primeros minutos como rojiblanco. Sustituyó a Lolo Plá y dispuso de veinticinco minutos. No dio pie con bola tampoco. Muy fallón y lentorro. Se nota que le faltan muchos, muchos minutos de competición. Esperemos que con el paso de los partidos se ponga un poco más al día y nos deleite con esa calidad que tiene.
7 · ¡Luís Fernández marcó su primer gol! Y mojó en liga antes que Lolo, ¡quién lo iba a decir, eh! Nada más saltar al campo recibió un balón que tras controlarlo a trompicones, lo envió al fondo de la red proporcionando al respetable el éxtasis necesario para levantar cierto dedo y enseñárselo a un tío que se llama como servidor. Al del equipo rival, hombre. A punto estuvo de anotar su segundo gol y cuarto para el equipo, que prácticamente aseguraría la victoria. Más de uno lo cantamos, pero la verdad fue que el balón se marchó pegado al poste izquierdo de Whalley.
Cierto es que el de Burela lleva una ascensión notable en los últimos tres/cuatro partidos. Todavía está lejos de un nivel sobresaliente, pero de pasar a correr como pollo sin cabeza por el borde del área a moverse con más sentido, más amenazador. Sus llegadas a zona son más frecuentes y lo que es más importante, más peligrosas. Los desmarques también me parece que están mejor hechos… Buenos síntomas en general, sí. Todavía no es momento de otorgarle el poder del machete, pero todo se andará.
8 · Borja Bastón fue objeto de escarnio por parte de la hinchada rojiblanca que no olvida su plantón al Lugo dos años seguidos. “Pesetero”, le decían entre otras lindeces. Respondió con dos goles y echándose la mano a la oreja al lado de la grada de animación lucense. En el segundo gol se acercó a la portería a darle un balonazo a la pelota contra las redes una vez anotado el gol, lo que propició otra ronda extra de exabruptos (merecidos) hacia su persona. Pero era simpático el asunto. Cuando se acercaba hacia la portería le gritábamos los del fondo, si caía hacia banda podía escuchar a los de tribuna (o preferencia) dándole cera también. La gente no se olvida de su gesto.
No me gusta Borja Bastón. Yo también le falté, pero reconozco que si estuviese en su lugar hubiera hecho lo mismo que él. Me jactaría de mis goles ante gente que no me quiere (porque yo quise que no me quisiera, cuidado). Posiblemente si él estuviese en la grada también se comportaría como yo hacia gente de su misma calaña.
9 · Esta es la tremenda faltada que leí en Twitter el domingo tarde dirigida a José Juan: “Grande José Juan. que te sigan adorando valiente hijo de puta. Que manera de perder 2 puntos OSTIAAAAAAAAAA”. Cada uno es libre de opinar lo que quiera, yo mismo me dedico a eso en este humilde rincón, pero creo que este tío se está comportando de manera injusta con uno de los jugadores que mejores resultados está dando de la plantilla, al menos para mí y explico los motivos: es un guardameta seguro que no tiene por costumbre cagarla, se defiende muy bien en el uno contra uno, es seguro y arriesgado cuando abandona los tres palos, de reflejos va muy bien… Sí, no es mentira que en ocasiones sale a lo loco y que algún gol tiene caído por ir a por balones a los que no llega; y que también a veces lo traicionan un poco los nervios cuando hay presión, como los chavalitos; pero honestamente creo que José Juan dio bastantes más puntos de los que quitó.
Bien es cierto que en el tercer gol se come el balón, pero creo que el disparo de Willian Jose era imparable a menos que estuvieses en la misma trayectoria del balón. No lo sé, me quedaba en la portería contraria en el gol y las repeticiones no me dicen mucho, pero en todo caso y siempre desde mi punto de vista José Juan no merece ni faltada tal, ni banquillo.
10 · No me puedo olvidar la lección de fútbol que dio David López. ¡Qué gusto verlo jugar! Su visión, sus controles, sus pases, ¡ese disparo demencial de falta!, la jugada y remate del segundo gol… Tremendo.
También hizo otro gran partido Iriome (y no va con intención de peloteo para conseguir su camiseta, ¡eh!). Mucho trabajo, mucho desborde, mucho peligro, mucha verticalidad. Llegó siempre hasta el fondo y, valga la redundancia, se desfondó a lo largo de los 80 minutos que disputó. En el momento del cambio, el público se levantó para ovacionarlo. Desde mi punto de vista, totalmente merecido.
11 · Me parece totalmente injusto no dedicarle un punto de ningún undecálogo al trabajo incansable de Fernando Seoane con lo fan que soy yo suyo. Y cuidado, que estoy sacrificando el punto de “otra semana más sin marcador ni megafonía”, pero es que lo merece.
Seoane es ese tío que se sabe que juega cuando no juega. El trabajo loco que hace nadie lo ve, ni se lo reconocen, precisamente por lo desagradecido de su posición, pero la gente sí se da cuenta de que algo no va bien cuando Seoane no está y en el partido del domingo volvió a hacer lo mismo de todos y cada uno de los partidos: trabajar, trabajar y trabajar de manera correcta, limpia y eficiente robando balones clave, cortando juego rival, haciendo coberturas a unos y a otros, abriendo juego…
Cuando me compre la camiseta de este año (si alguien me la quiere regalar, la acepto. Talla XL), llevará, con el permiso de Iriome, el 8 de Seoane.
11 · El Ángel Carro volvió a cantarle de nuevo a Quique Setién. Pasaron partidos desde que se entonó por última vez. Me parece correcto. Yo también canté.
Bastante más que contar, de hecho ya repetí el punto 11, pero hasta aquí podemos escribir. Si hay algo que se pueda sacar en claro del partido del domingo es que, como reza el título, el gol del empate maño supuso un exceso de limón que, si bien no estropeó la ración de calamares, le dio el toque excesivamente amargo. Al final, en el descuento y encima un golazo.
Fanes, haters, gente que se tropezó con esto gracias a alguna estratagema del destino (o de Iker Jiménez), se os saluda. Espero hayáis gozado leyendo este undecálogo-tocho.
Foto: LFP