Fútbol de África

Alberto Edjogo: «No jugábamos para nosotros, sino para el país de nuestros orígenes, de nuestras raíces»

por Pablo Del Valle 2 febrero, 2022
Alberto Edjogo en Fútbol de África Lugoslavia
Tiempo de lectura: 9 minutos

Guinea Ecuatorial ha sido la gran revelación de la Copa África 2022. En la que fue su primera participación en el torneo sin ser organizador, tumbó en la lona a Argelia, campeona de la pasada edición. Derrotó en octavos a Mali para acceder a la antesala de la final en la que cayó, después de una combativa actuación, frente a Senegal (3-1).

En las filas de Guinea Ecuatorial, hasta 15 ‘españoles’, jugadores nacidos en Europa o cuya vida ha transcurrido mayormente en el Viejo Continente, pero que han decidido honrar la camiseta de sus padres. Como en su día hicieron jugadores como Alberto Edjogo (Sabadell, 1984), quienes a comienzos de los 2000 abrieron camino para sacar a la Nzalang Nacional (sobrenombre del combinado que significa ‘rayo’) del último escalón africano.

Hoy Edjogo es el mejor embajador ecuatoguineano, siendo comentarista en diferentes programas deportivos y autor del libro Indomable: cuadernos del fútbol africano. En este nuevo capítulo de Fútbol de África, Lugoslavia repasa con él el desarrollo de la selección de Guinea Ecuatorial, de la que el exalbivermello Iván Zarandona es una de sus referencias y donde un mito del CD Lugo como Quique Setién tuvo un paso efímero como seleccionador.


  • ¿Cómo se vive el fútbol en Guinea Ecuatorial? ¿Es el principal deporte del país?

Sí, el fútbol es el deporte nacional. Es cierto que con el paso del tiempo se han creado infraestructuras en cuanto a otros deportes como el atletismo o el baloncesto, pero el deporte principal, como en la mayoría de África, es el fútbol.

Y esto es por una sencilla razón. Es el deporte más democrático que hay. No necesitas nada para jugar a él. Con un trapo o una camiseta enrollada ya puedes jugar y con cuatro piedras montas las porterías.

Para jugar al baloncesto por ejemplo ya necesitas algo que bote y una canasta. El fútbol es más sencillo, puedes jugar horas y horas.

Allí se vive de una manera muy especial. Recuerdo mi debut en 2003 contra Marruecos en el estadio de Bata, ¡el campo estaba lleno a rebosar! La gente subida en los postes de luz para poder ver el partido. Se vive con mucha pasión.

Por contra también pienso que, cuando los países se van desarrollando, el fútbol pierde un punto de interés al haber más opciones de ocio, como es lógico.

En África el fútbol de selecciones es diferente. La gente trata de llevar a la selección en volandas y eso se nota en los desplazamientos masivos de guineanos a Camerún, en esta Copa de África. También con los debates que se crean en cualquier rincón de Guinea sobre si Nsue debe jugar, qué pasa con Perico Obiang que no ha podido venir por lesión o si seremos capaces de derrotar a Senegal.

Esa pasión e intensidad es la forma de reivindicarse contra los países vecinos. Está claro que Guinea Ecuatorial no puede compararse con Senegal por extensión de territorio, pero sí a nivel futbolístico.

  • ¿Cuál es tu relación con Guinea Ecuatorial? ¿Cómo es el momento en el que contactan contigo para ir con la selección?

Mi padre es de allí. Llegó a Barcelona en los años 70, con una beca de estudios. Somos tres hermanos: Jose Manuel (el mayor), Juvenal (que también jugó al fútbol) y yo. Guinea es un país con cierta solvencia económica, aunque probablemente no con el reparto que todo el mundo desearía.

Cuando llegué allí había muchos problemas de infraestructuras: el aeropuerto era un desastre, no había cinta para pasar las maletas, se iba la luz cada dos por tres…

Yo estaba jugando en el Sabadell, pero estaba cedido en Granollers, en división de honor juvenil, en mi último año.

Al finalizar el partido se me acercó un representante de Guinea y me comentó que estaba en proyecto nutrir la selección con hijos de ecuatoguineanos al no contar con infraestructuras ni fútbol base. La liga tampoco estaba bien organizada y era muy difícil organizar un equipo competitivo.

Ruslan Ela fue la persona encargada de capitanear y lograr el efecto llamada de estos jugadores. Cuando me avisaron a mi dije que sí de forma inmediata.

Muchos de los que marcharon lo hicieron con la sensación de escapar de algo muy duro y de hacerlo sin muchas pretensiones de volver.

  • ¿Habías estado antes en Guinea?

No, nunca. Con Guinea ocurre algo muy curioso. Guinea se independizó en el año 1968. El primer presidente de la Guinea Ecuatorial independiente fue Francisco Macías, un dictador muy duro y que veía con recelo todo lo relacionado con España. Desde el punto de quemar banderas, expropiar negocios, y una marcada opacidad cultural…

Muchos de los que marcharon lo hicieron con la sensación de escapar de algo muy duro y de hacerlo sin muchas pretensiones de volver.

Mi padre, por ejemplo, habrá ido a Guinea tres o cuatro veces desde que marchó. La sensación que tuvieron ellos fue la de que había que marchar de allí. Huir por los peligros. Yo le pedía que me llevara porque todo lo que conocía era a base de lo que escuchaba en casa, pero él siempre se mostraba reticente.

El impacto fue muy grande al llegar allí.

  • Y la gente local ¿Cómo veía vuestra llegada? ¿En algún momento notasteis que vuestra presencia incomodaba a los jugadores de allí, o era todo apoyo?

Al principio te apoyas en gente nacida en Guinea, pero cuando pierdes cinco o seis a cero en cada partido, hay alguien que dice: «tenemos que frenar esta sangría». No se pedía ganar la Copa África, pero sí competir. Y para eso el camino más corto era llamar a gente que ya estaba formada.

Yo había estado en la cantera del Espanyol, Sergio Barila había jugado en el Nàstic y Castellón, Sena era canterano del Almería y Ruslan Elá estaba en Cataluña. Estos fuimos los primeros en llegar. La gente nos recibió con la esperanza de que podíamos ayudar. El fin era evitar las palizas que recibíamos en cada partido.

También entiendo que pudiese haber cierto malestar. Gente que no habíamos ido allí y que fuésemos a jugar pues podría provocar cierto descontento, pero al final pesaba más lo de competir y dejar de ser el hazmerreír de África.

Zarandona conduciendo el balón ante dos rivales. Fútbol de África. Lugoslaiva.
Zarandona conduciendo el balón. | Foto: PlusFútbol.
  • Tú fuiste de los primeros, pero ¿Cómo fue la llegada del resto de jugadores como Iván  Zarandona?

Pues se incorporaron poco más tarde. Yo fui en junio en un partido intrascendente contra Marruecos. Era clasificatorio para la Copa África, pero en la ida habíamos perdido por goleada allá.

Coincidió que en esa convocatoria del año 2003 era final de temporada en España y, al haber playoff en juego y ser un partido con muy pocas esperanzas, muchos jugadores no fueron y se incorporaron más tarde. En mi caso, al acabar antes con la liga juvenil, no tuve ese problema.

Entre septiembre y el año siguiente fue cuando realmente hubo el desembarco de jugadores como Iván Zarandona, Juvenal, Bodipo, Chupe, Kuyami o Epitié. Estaban todos jugando en Segunda División e incluso Bodipo en Primera.

Quizás ellos también buscaban que hubiese una avanzadilla de jugadores de menos nivel como nosotros para mostrarles nuestras impresiones, ver lo que se cocinaba por allí y a partir de ahí poder ir.

A nosotros la Federación nos hizo mil cosas, desde quitarnos la seguridad a dejarnos colgados en el aeropuerto veinte horas, pero al final siempre volvías. No jugábamos para nosotros, sino para el país de nuestros orígenes, de nuestras raíces y es tu manera de devolver.

  • ¿Hubo algún jugador que se asustara de lo vivido y que no quisiese volver?

No, en ese sentido no. Recuerdo que la primera convocatoria lo pasamos muy mal porque la federación no pagó el hospedaje y nos quedamos colgados.

Teníamos que entrenar en cualquier sitio y las sensaciones eran malas. Yo creo que el que tiene raíz africana y ha tenido oportunidad en Europa tiene un sentimiento de responsabilidad muy grande, y eso se palpa. Cualquier jugador con el que hables te lo puede decir. Hay como un camino inverso. La sensación de que tienes algo que devolver. Y por eso te sobrepones. Tú lo pasas mal, te quedas sin comer…

A nosotros la Federación nos hizo mil cosas, desde quitarnos la seguridad a dejarnos colgados en el aeropuerto veinte horas, pero al final siempre volvías. No jugábamos para nosotros, sino para el país de nuestros orígenes, de nuestras raíces y es tu manera de devolver.

Mi hermano Juvenal tiene muchas internacionalidades, han sido doce años en la selección. De hecho, él e Iván Zarandona hacían pareja de mediocentros en esa selección. Iván Randy estaba en la banda derecha y también estuvo mucho tiempo.

Los tres han estado muchos años, pero a mí me parece que con tantos años que jugó tiene que ser mi hermano el que tenga más partidos.

Juvenal Edjogo celebra un gol con la camiseta de la Nzalang Nacional . | Foto: African Football.
Juvenal Edjogo con la Nzalang Nacional . | Foto: African Football.
  • ¿Y tú cuántos partidos jugaste?

Yo combiné la absoluta con la sub-20. Con la absoluta debo tener ocho partidos y con inferiores  tengo más. Igual doce o trece.

  • En cuanto al desarrollo del país, ¿Qué supuso organizar la Copa África de 2012 y de 2015? ¿Cómo se vio reflejado en la base del fútbol?

La de 2012 fue compartida con Gabón. Ahí fue cuando se construyeron los dos estadios importantes del país. El de Malabo ya estaba desde el año 2007 y se encuentra en la isla, que es la capital de Guinea Ecuatorial. El otro, es el Estadio de Bata, que es espectacular y está en territorio continental. Fue un paso importante también para la visibilidad del país.

¡Siempre se pierde dinero por el camino! Esto, desgraciadamente, es algo que sucede en casi todos los países de África. Es un freno y una dificultad para avanzar.

  • ¿Cómo es el poder de los Obiang con el fútbol?

El presidente lleva cuarenta y tres años en el poder. Desde que dio el golpe de estado a su tío Macías no ha gobernado el país nadie más.

En cuanto al fútbol, la CAF (la Confederación África de Fútbol) es muy seria en cuanto a injerencias del estado. Castigan mucho cuando el ministerio se mete en cosas de la federación. Pero generalmente en África las federaciones, salvo las potentes, no son autosuficientes y no tienen sponsors ni la capacidad para organizarse.

Es por esto por lo que el Ministerio de Deportes a través del Gobierno paga las costas. Por ejemplo, si hay que montar una liga de fútbol, la Federación no tiene capacidad para organizarla. El presidente al final da el dinero al Ministerio y después, por el camino, se pierde un poco. Del Ministerio va a la Federación y se vuelve a perder dinero por el camino. Lo mismo sucede desde que sale de la Federación a los clubs y después a los jugadores. ¡Siempre se pierde dinero por el camino!

Esto, desgraciadamente, es algo que sucede en casi todos los países de África. Es un freno y una dificultad para avanzar.

En cuanto al fútbol, cuando la selección gana partidos sí que se ofrecen, desde el poder, primas por ganar, pero en lo estrictamente deportivo no hay mucho donde meterse.

  • ¿Puede ser ese un motivo por el que pasen tantos entrenadores por allí?

Es un tema federativo claramente. Han llegado diversos tipos de entrenadores. Desde los veteranos como Henri Michel con el que he entrenado, pasando por varios brasileños y gente joven. Es un caso de formalidad con los contratos.

Quique Setién como seleccionador de Guinea. Foto: As.
Quique Setién como seleccionador de Guinea. | Foto: As.
  • Y ¿sabes cómo fue la experiencia de Setién en el 2006?

No tengo ni idea. Es un tema que desconozco. Él llegó allí y duró una semana. No sé si tal vez quiso probar lo que había por si le convencía… Creo que es un tema que no le apetece recordar.

Lo cierto es que a nivel federativo es complicado. Es frecuente que queden nóminas sin pagar, las reclamas, el dinero se pierde… te piden que perdones… Es normal que entrenadores de cierto renombre huyan y no quieran saber de esos problemas.

Actualmente tenemos a un entrenador autóctono, como Juan Michá que está haciendo un gran trabajo.

  • ¿Crees que hay alguna opción contra Senegal?

(Nota: esta entrevista fue realizada el viernes día 28 en la previa a este partido. El resultado final del mismo fue de tres goles a uno para Senegal).

Es muy difícil. Pero claro, contra Argelia también era muy difícil y mira.

Senegal no está jugando bien. Creo que es complicado jugar tan mal con los jugadores que tiene. Es el equipo con mejor plantilla del campeonato en todas las líneas: Mendy, Koulibaly Gueye, Mane. Son superclase, pero es un equipo lento que confía mucho en las individualidades.

Guinea Ecuatorial es un equipo que confía mucho en la defensa. Solo ha encajado un gol en cuatro partidos y físicamente está muy bien.

Si ellos tienen el día nos pueden marcar cinco, pero de momento no los he visto tan superiores y contra Cabo Verde les costó mucho pasar. ¡Ojalá!


Si te gustó esta entrevista de Alberto Edjogo en Fútbol de África de Lugoslavia, puedes leer otras:

Serge Leuko Fútbol de África Lugoslavia

Serge Leuko en Fútbol de África: «Mi familia no podía permitirse pagar un avión a Europa».

Alma Marín en Fútbol de África

Alma Marín en Fútbol de África: «En la Fundación Eto’o siempre había esa intención de ayudar al que más lo necesitaba».

Comparte:

Deja un comentario