El CD Lugo tiene portero y se llama Óscar Alexander Whalley Guardado (Zaragoza, 1994). La frase parece sencilla, pero se ha redactado con toda la razón de las actuaciones en enero de 2022. El crecimiento exponencial del equipo de Rubén Albés de las últimas semanas se ha cimentado en la consolidación del meta hispanomexicano.
Frente al Girona (1-1), Whalley cuajó otra buena actuación, con varias paradas de mérito que sostuvieron al CD Lugo en una de las salidas más complicadas del curso. Jugar en Montilivi siempre es un desafío para os albivermellos y más cuando el equipo local maneja un estado de forma como el que Míchel ha conseguido construir.
Pero la escuadra de Albés está también en la parte alta del mercado de valores de Segunda División. El conjunto lucense no pierde en Liga desde el 6 de noviembre, cuando la Ponferradina, otro de los equipos de moda, asaltó el Anxo Carro. Desde entonces, tres triunfos y seis empates para dejar el descenso a ocho puntos.
Lesión y redención de Whalley
Pese al buen juego y a la adaptabilidad en todos los contextos, los fallos propios habían impedido despegar al CD Lugo. Uno de las debilidades manifiestas estaba en la portería, donde Fran Vieites no supo responder a la responsabilidad de pasar a la primera fila en detrimento de un lesionado Óscar Whalley.
El 17 de septiembre del pasado año, el guardameta que llegó en verano al conjunto lucense, fue diagnosticado de una fractura en el dedo meñique. Por tanto, una lesión capital en el ejercicio de una demarcación. Su baja se prolongó durante once jornadas (volvió contra el Eibar en la jornada 17, pero fue suplente), en las que los albivermellos encajaron cuatro de los cinco tropiezos que llevan esta temporada.
La apuesta para la portería del CD Lugo fue arriesgada en verano, con un solo portero con ficha del primer equipo
Rubén Arce, entrenador de porteros del CD Lugo, tuvo que hacer frente a una ausencia sensible, poniendo la siempre difícil superficie para el trampolín de Vieites, que hasta entonces no había debutado en Segunda. Es más, el curso anterior tuvo el rol de tercer portero por detrás de Alberto Varo y Ander Cantero.
Varias acciones del meta de Pontecesures le costaron puntos a su equipo y una eliminación en Copa del Rey frente al Mirandés. La planificación de la portería del CD Lugo fue una apuesta arriesgada, con una única ficha de un jugador en el primer equipo, como la de un Whalley que llegó a la ciudad amurallada avalado por el propio Arce y tras firmar una buena temporada en el Castellón, pese al descenso de los orelluts.
Para fortuna del CD Lugo, todos estos debates son historia. El actual Whalley ha evolucionado respecto al que inició la temporada, más dubitativo, una circunstancia lógica para un recién llegado que además venía para ocupar la plaza de un portero como Ander Cantero que había demostrado una solidez insoslayable.
Pero tal y como se recogía en el perfil que LUGOSLAVIA hizo con motivo del fichaje de Óscar Whalley, este, a sus 27 años, era ya un portero curtido en mil batallas. Su carrera ha sido hasta el día de hoy una sucesión de episodios en los que ha tenido que dar lo mejor de sí mismo para reivindicar su condición, una situación que se ha repetido en Lugo.
El mejor ‘parapenaltis’
En el Real Zaragoza, Whalley pasó del total ostracismo al protagonismo absoluto, cambiando de tercer a primer portero según el entrenador. Su etapa en el Sporting no le ayudó a nada más que a consumir un par de temporadas en el fútbol profesional. Decidido a dar un volantazo, se fue al extranjero, para militar en Dinamarca (Aarhus) y Grecia (OFI Creta), hasta que regresó a España por la llamada a filas del Castellón.
Tras 24 jornadas, sus números son los de una figura fundamental en el desarrollo del CD Lugo, donde parece haber alcanzado, por fin, la estabilidad y la tranquilidad. Con Óscar Whalley en la portería, el CD Lugo solo ha perdido un encuentro: fue contra el Real Valladolid en la tercera jornada.
El CD Lugo es el equipo que más disparos recibe de toda la competición, por delante del Burgos y Cartagena
El guardameta suma doce partidos bajo los palos lucenses, en los que ha recibido 14 goles. Si se excluye el encuentro de Copa frente al Adarve, en Liga suma 11 partidos y 12 tantos en contra. Está cerca del gol por duelo disputado (actualmente, un 1,09) en una categoría donde ponerse por debajo de ese coeficiente es siempre difícil. Y más, en el CD Lugo, el equipo que más disparos recibe de toda la competición (342), por delante de Burgos (336) y Cartagena (317).
Whalley realiza tres paradas por partido, lejos de las 3,48 que se ve obligado a hacer cada jornada Dani Jiménez, meta del colista Alcorcón, pero una vida más agitada que otros porteros de la categoría. Pero más allá de los números, las intervenciones del guardián del CD Lugo han servido para ganar puntos, una condición que se le exige a un equipo de naturaleza sufridora como el albivermello. Los dos penaltis parados -su gran especialidad- demuestran su capacidad para ser decisivo.
No hace seguir buscando portero para el Anxo Carro, como se llegó a insinuar semanas atrás en referencia al mercado de invierno. Whalley está, y por lo menos hasta junio de 2023, cuando termina su contrato con un equipo que ha crecido al calor de sus manos, reparadas por completo del percance que cortó su progresión.
Ilustración: “Está Whalley”, por Pablo del Valle. Prohibida su reproducción sin cita del autor y del medio.