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Al portero en Lugo no se le pita, se le cuida

por Colaboración 6 octubre, 2021
Fran Vieites CD Lugo
Tiempo de lectura: 2 minutos

Por Kevin Chao (@kevin96chao)

La figura del portero en el fútbol ha sufrido durante mucho tiempo el desprecio en los partidillos que jugábamos todos cuando éramos pequeños. Siempre se quedaba el más gordito, el que no podía correr o simplemente el que llegaba el último a tocar el larguero. Casi todos quieren igualar los registros goleadores de Cristiano Ronaldo o la magia de jugadores como Iniesta, pero pocos se fijan en ese último defensor que habita la portería. 

El portero, a diferencia de los demás jugadores, debe aprender a vivir en soledad y lo que es peor, no puede fallar. Al delantero se le puede perdonar algún que otro tiro a las nubes (excepto si eres el Polaco Fydriszewski, ese penalti al Rayo Vallecano no lo ha perdonado nadie todavía) porque lo puede resarcir en la siguiente jugada. El portero no, su fallo provoca casi siempre el horror más grande que puedes vivir en un campo de fútbol, el gol en contra

Vieites vivió el horror contra el Leganés: un balón aparentemente fácil, centrado y que ve venir desde lejos, acabó en el fondo de las mallas ante el asombro de todos

Este mismo horror lo vivió Fran Vieites contra el Leganés. Un balón aparentemente fácil, centrado y que ve venir desde lejos, acaba en el fondo de las mallas ante el asombro de todos. Es en ese momento cuando a muchos aficionados les saldrían de dentro todos sus demonios, pagando la frustración con un profesional que lo último que quiere es cometer ese error. 

Y es que encima este año el Club Deportivo Lugo ha cambiado de guardametas, dejando salir a Varo y vendiendo a un Ander Cantero, que ha sido de lo mejor en la plantilla estos años, para poder compensar el gran vacío económico provocado por los que están en la zona noble del club. El aficionado lucense se siente huérfano, porque intentar olvidar a un ídolo para sustituirlo por otro lleva su tiempo.

Es en ese momento cuando a un servidor se le vienen a la cabeza los nombres de Yoel, José Juan, Juan Carlos, Cantero, Escalona, Dani Mallo y otros que hemos disfrutado todos estos años y que también cometieron sus errores. Como los volverán a cometer el propio Vietes y su compañero Óscar Whalley, al que también hay que proteger, siguiendo esta tradición albivermella.

Los tres rituales del Anxo Carro

Las gradas del Anxo Carro a mi entender tienen tres rituales en cada partido: gritarle al árbitro todo lo que se nos ocurra para denunciar fallos escandalosos, la adoración total y más que merecida a unos capitanes legendarios y por último el aplauso unánime con la llegada del portero a la portería de cada fondo

El aficionado del Lugo no suele sacar pecho porque sabe que no es su sitio. Sin títulos, una masa social humilde y la poca historia en el fútbol profesional nos mantienen con los pies en el suelo. Sin embargo, esos “3000 de sempre” han convertido al portero albivermello en una figura apreciada, respetada y sobre todo QUERIDA. Una seña de identidad, unos aplausos de un pequeño estadio al lado del Miño que intentan compensar, cada 15 días, una injusticia centenaria con estos profesionales. Al portero en Lugo no se le pita, se le cuida.

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2 Comments

Sr Carmelito 6 octubre, 2021 at 20:04

Mítico Keboludo enhorabuena por el artículo

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Vita 8 octubre, 2021 at 06:00

Muy buena reflexión sobre el portero. Muchas gracias. Forza Lugo.

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