El CD Lugo venció a la SD Ponferradina 0-1 en su segundo encuentro de pretemporada merced a un gol de Campabadal y en el que tuvieron protagonismo jugadores como Orest Lebedenko o Chris Ramos que no participaron en el empate sin goles ante el Burgos. El conjunto de Rubén Albés se mostró dominante en la primera mitad y cedió el protagonismo al rival en la segunda. El equipo berciano tuvo un par de ocasiones claras para igualar la contienda, pero Varo y Cantero desbarataron las ocasiones más claras en un partido en el que también jugó Fran Vietes. [SD Ponferradina 0 – 1 CD Lugo]
Precisamente, la titularidad del portero navarro fue el primer punto de interés del partido. De hecho, en su infografía, el club albivermello situó a Vieites como como titular. Cantero disputó la primera media hora de juego del encuentro, sin que ello disuelva las opciones que tiene para salir del CD Lugo, manifestadas por el propio técnico Rubén Albés, que optó por dar media hora a cada uno de los guardametas.
El cancerbero navarro jugó como si nada pasase a su alrededor. Como si el Eibar no estuviese negociando un traspaso a dos bandas con el Club Deportivo Lugo y el Villarreal, poseedor de parte de los derechos del futbolista -más del 50% según el Diario Vasco-. Aunque fuera una ilusión óptica, tranquiliza ver al mohicano de Arrotxapea defendiendo una camiseta que, por cierto, acertó de pleno en su diseño Jesús Blanco.
El esquema táctico planteado ante la Ponferradina fue el mismo que frente al Burgos con una defensa de cuatro convertida en cinco con la función de líbero ejercitada por Xavi Torres en el primer tiempo y por Pita en el segundo. Este guión funciona, desahogando de carga a los centrales y generando transiciones efectivas. En los primeros 45 minutos formaron en el eje de la zaga Alberto Rodríguez, que completó su segunda prueba con el CD Lugo y podría ser la definitiva, gracias a su correcto desempeño. A su lado, Matías Vesprini, mejor acompañado en la primera que en la segunda mitad, donde fue protagonista de una expulsión estival que no se saldó con la pérdida de un efectivo en un desenlace veraniego que después explicaremos.
Lebedenko demostró la capacidad que tiene para doblar y llegar con peligro a línea de fondo
El CD Lugo tuvo el control del juego durante la primera parte del encuentro. Dibujó un dominio tranquilo, basado en pases cortos y balones en profundidad sobre todo por los flancos, en los que debutaron hombres como Chris Ramos y Orest Lebedenko. El avanzado se mostró con ganas desde los primeros compases ahora que ya es jugador en propiedad de la entidad lucense. El propio Rubén Albés se refería explícitamente a él en la rueda de prensa posterior al encuentro. No nombró al ucraniano, que cuajó una actuación correcta formando pareja con David Mayoral, sobre todo doblándole hasta línea de fondo, una de las especialidades del ucraniano y que hará valer para asegurarse un puesto en el Club Deportivo Lugo.
Pero fue por la banda derecha por donde nació el primer y único gol de partido al cuarto de hora de juego, obra de Eduard Campabadal. Un centro raso del lateral catalán, en principio inocuo, no fue tocado ni por Carrillo ni por Lucho García y acabó metiéndose en la meta de la Ponferradina, que jugó en los 45 minutos iniciales a la izquierda del centenar de aficionados congregados en una colina desde la que se ve el Anexo del Toralín. El partido fue a puerta cerrada, pero como ocurre con campos como el de A Cheda, el juego se puede ver desde fuera sin dificultad. El segundo encuentro del CD Lugo iba a disputarse inicialmente en Vilalba, pero, según la versión oficial, unas obras en el Campo de A Magdalena impidieron la disputa del duelo. Tras el gol lucense, la escuadra de Rubén Albés supo mantener el tempo del encuentro y apenas concedió un par de jugadas a la espalda de los centrales. La más clara culminó en un remate a bocajarro de Kaxe, el 9 de la Ponferradina, que Cantero desbarató con su habitual seguridad.
La expulsión con comodín de Vesprini
En la segunda mitad, Rubén Albés dispuso un once casi completamente diferente con los recursos que tiene a su alcance. Llegó el turno para los jugadores de la cantera como Torrado, que formó en el lateral derecho, Nico Manteiga, que se situó en el eje de la zaga junto a Vesprini; Christian Martínez, alineado en el extremo derecho mientras que en izquierdo formó Luis Castro, cuyas participaciones en el primer equipo del CD Lugo habían sido siempre como lateral izquierdo. Esta posición la ocupó un habitual como Canella, uno de los jugadores del primer equipo en este segundo acto junto a Borja Domínguez, Hugo Rama, Carrillo y sobre todo Carlos Pita. El káiser ha vuelto al trabajo con las mismas ganas y capitanía de siempre, de ahí que, pese a que la alineación de la segunda mitad fue cualitativamente inferior, sus virtudes como comandante suplieron esta desventaja.
Nunca fue tan necesaria la renovación de Pita y Seoane para enseñar el camino a los más jóvenes
Pita se pasó toda esta parte corrigiendo y dando órdenes a sus compañeros en la zaga, pero detrás del discurso efectivos pases en diagonal medidos para los extremos que supusieron el principal aporte ofensivo del CD Lugo en el segundo tiempo. Prácticamente construyó una pirámide a su alrededor con la que demostró estar más en forma que nunca. Nunca tan necesaria fue una renovación como la suya y la de Seoane para dotar de sentido a un club que sin ellos quedará reducido a una silueta de lo que fue. Pero es mejor no pensar en un escenario que no tardará en llegar y desear que alguien aprenda su ejemplo lo antes posible. O una mínima parte.
Pudo ampliar Carrillo diferencias con un remate de semivolea tras un buen control al borde del área, pero su disparo se fue fuera, evidenciando que la falta de remate será, a no ser que alguien lo remedie, una de las taras del CD Lugo 2021/2022. La Ponferradina sin Yuri, su eterno goleador, adoleció de lo mismo. Tuvo una ocasión franca para igualar el encuentro Ríos Reina después de que Matías Vesprini cometiera una falta tras un mal control con la que cortó un contraataque manifiesto. La entrada le costó la roja, pese a no ser un lance agresivo, y una falta al borde del área en contra para su equipo. Pero Varo voló para hacer lo mejor sabe, una parada acrobática con la que salvó milagrosamente la igualada. Eso sí, en la siguiente jugada de córner volvió a adolecer de falta de seguridad en una salida. El portero tarraconense tiene todo lo necesario para triunfar en la portería albivermella, pero cuando parece que va a conseguirlo da un paso hacia atrás.
Edu Espiau fue el protagonista de la otra gran acción de peligro de la Ponferradina, superior en en el reinicio del encuentro, pero cuyo rendimiento fue cayendo con el paso de los minutos. Como curiosidad estival, Alberto Rodríguez regresó al terreno de juego con el dorsal 36 para apuntalar de nuevo la zaga y sustituir a Matías Vesprini. Por tanto, a pesar de que los de Rubén Albés sufrieron una expulsión en contra terminaron jugando con 11 el resto del partido. Cuestiones de esta época en encuentros donde más que el resultado importa el desempeño y la carga de minutos y experiencias, aunque una victoria nunca causa desagrado y más si es contra un rival de la misma categoría y en su casa, anexa o en propiedad.