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Xavi Torres, la reválida profesional del emir

por Denís Iglesias 24 septiembre, 2020
Los que entran por los que salen
Tiempo de lectura: 5 minutos

Ilustración principal: Pablo del Valle

Eres Xavi Torres (Xàbia, 21/11/1986) Un día estás en el Al Kuwait Sports Club Stadium levantando la Copa del Emir con 39 grados de temperatura. Al siguiente, otra vez vestido de corto, pero con 10 grados y lloviznando. Más de 5.100 kilómetros entre ambos destinos y, posiblemente, un número parecido de diferencias. Pero con un nexo común que se extiende por todos los confines del planeta: el fútbol. Eres un jugador con 200 partidos en Primera División, mediocentro sobradamente experimentado, pero que ha de culminar una reválida profesional tras la sentencia del ‘Caso Osasuna’. Ésta amenaza con inhabilitarte dos años para el ejercicio de tu profesión, amén de condenarte a un año de prisión.

Y tú, ahí estás, en una ciudad de 98.000 habitantes en la que otrora nunca pensaste jugar, dispuesto a demostrar que eres el de siempre. El muchacho que se fue con 13 años a la cantera del Villarreal, al que hizo debutar Guardiola con el FC Barcelona. El que echa de menos el puerto de Xàbia al que iba con su abuelo de pequeño. Quizás lo tuyo era la pesca y estar a los mandos de un buque desde el que verías la Caleta, la Playa de la Granadella, los carrers del centro, el fuego de Sant Joan, los Bous a la Mar… Pero has preferido, sólo en el mundo laboral, el verde al azul del Mediterráneo.

Este TAC cerebral ficticio sobre Xavi Torres puede que contenta trazas de suposiciones. Pero sirve como aproximación al nuevo jugador del CD Lugo. Un soldado bien considerado en casi todos los equipos en los que ha militado. Al que un compañero de tropa, Juanfran, llamó para sacar del exilio voluntario de Kuwait. “Es una apuesta personal”, reconoció sin tapujos el valenciano. En Oriente Próximo conoció la sentencia del ‘Caso Osasuna’ que ha revolucionado una carrera que seguía una lógica curvilínea desde el Dorado de Primera a interesantes compromisos en Segunda. Ahora, Torres agarra fuerte el lápiz para afrontar la parte final de su trayectoria con el esfuerzo y el compromiso que siempre se le han presumido.

Pero vayamos al inicio. Rebobinemos hasta el comienzo del milenio, cuando el Villarreal le sitúa en su radar. Con 13 años, Torres es reclutado para formar parte de la cantera groguet como tantos otros talentos. El fútbol base del submarino amarillo es un ejemplo de fértil producción. Contaba su padre, Vicent Torres, en una entrevista en Levante-EMV, que la familia había llevado bastante peor la salida del hijo, ambicioso desde una edad temprana. Hasta a la hora de escoger compañero de piso: en aquella época, un tal Santi Cazorla.

Algo especial tenía Torres que con apenas 20 años se convirtió en un activo protagonista del Alicante CF de Álvaro Cervera (y a final de temporada de Granero) que se coronó campeón de su grupo de Segunda División B. El conjunto alicantino cayó en la final del ascenso ante el Racing de Ferrol. Por trazar una perspectiva temporal… En aquella 2006/2007 el CD Lugo comenzaba su resurrección tras abandonar el año anterior la Tercera División. Hoy el Alicante CF no existe tras firmar su acta de defunción en 2015.

Esa temporada de gustos variados fue suficiente para que todo un FC Barcelona le echase el guante. En julio de 2007, el Villarreal ejerció la opción de recompra sobre el jugador del Alicante para traspasarlo al club blaugrana. Fue un deseo expreso de Pep Guardiola, al que Xavi Torres siempre ha considerado como su padre futbolístico. Durante dos años se crió en la filosofía de la Masia en un momento dulce para la misma. Muy diferente al que hoy se vive en Can Barça. Junto al hombre de moda que marcó época en el club catalán y que le hizo debutar con aquel inolvidable primer equipo. El ascenso de rango se lo ganó a pulso tras asumir rápidamente una de las capitanías del equipo B.

Primero, fue convocado para un encuentro de fase de grupos de la Liga de Campeones ante el Shaktar Donetsk. Fue suplente. su debut llegó ante el RCD Mallorca el 17 de mayo de 2009. Encima del dorsal ’45’ con el que se estrenó, un titular con mucho coraje e ímpetu. Pero los grandes equipos se convierten fácilmente en embudos de promesas incumplidas. Antes de engrosar la lista de espera, y a pesar de que Guardiola contaba con él para pretemporada 2009/2010, Torres decidió poner rumbo al Málaga tras obtener la carta de libertad. De Segunda B a Primera sin cesiones de preparación de por medio.

Se fue viendo lo que es ganar un triplete con el FC Barcelona y también sabiendo lo que es perder. Y es que “Saber perder”, libro de David Trueba, fue el regalo que Pep Guardiola hizo a todos los jugadores del filial barcelonista. Por cierto, tan buena fue la propaganda que hizo el técnico de Santpedor a su amigo que esta obra también figura en la biblioteca de Leo Messi. Esta sapiencia le ha sido útil a Torres en varias fases de su carrera como cuando tuvo que encajar un descenso con el Real Betis al que ayudó a regresar a Primera.

El radar del CD Lugo en este mercado de verano ha apostado por fijar las coordenadas en jugadores jóvenes como Diego Alende, Puma Rodríguez o Juanpe Lele. El dispositivo de la secretaria técnica también ha reconocido ex jugadores a los que ha hecho el lazo para su regreso a ‘casa’, como Gerard Valentín o Luis Ruiz. Pero hay una incorporación que rompe con estas dos ramas del palo de zahorí: la de Xavi Torres. Un experimentado mediocentro que muchos tendrán en forma de cromo.

Guardiola le hizo debutar en Primera con el FC Barcelona del sextete. Después, acumuló un importante número de partidos en Primera con equipos como el Real Betis o el EuroLevante, donde coincidió con Juanfran, actual técnico del CD Lugo. “Es una apuesta personal”, dijo sin dar rodeos en la rueda de prensa posterior a hacerse oficial su fichaje. Una incorporación que tiene aires de reválida para un jugador que el último año ha estado en la liga de Kuwait. Su salida se produjo antes de conocerse la sentencia del ‘Caso Osasuna’, relacionado con el amaño de partidos, por el que fue condenado a dos años de inhabilitación profesional y uno de cárcel. Al igual que Antonio Amaya, su ex compañero en el Real Betis.

El regreso de Xavi Torres es posible merced a que la sentencia está recurrida en el Tribunal Supremo. La resolución del caso podría tardar muchos meses, un lapso en el que el Xàbea espera culminar con su inocencia y con el sentimiento de ser un activo útil en el CD Lugo, equipo que, de no ser esta circunstancia, tendría difícil alcanzar los servicios de este jugador. Su última experiencia en el fútbol español data de la temporada 2018/2019. Jugó en el Elche, cerca de su villa natal, compartiendo vestuario con dos ilustres ex albivermellos como son el ‘Eterno capitán’ Manu y José Juan. Por cierto, llega tras conquistar la Copa del Emir de Kuwait, algo así como la Copa del Rey, cuya versión emérita y prófuga reforzará la plantilla de los españoles destinados a Oriente Próximo. Hombre por hombro. Uno que enfrenta la justicia y otro que le invita a un whisky doble con hielo con aderezo.

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