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Sporting 1 – 2 CD Lugo: cantera, diluvio y oposición

por Denís Iglesias 30 agosto, 2020
Sporting 1 - 2 CD Lugo
Tiempo de lectura: 3 minutos

Pretemporada a finales de agosto. Desde la distancia. Sólo con equipos profesionales. Tan científica y, como siempre, puramente experimental. El CD Lugo ya sabe lo que es vestir la nueva camiseta ante dos equipos de su categoría. Con una derrota inicial, ante la SD Ponferradina (2-1), y una victoria ante el Real Sporting de Gijón (1-2). En casa y fuera, como conceptos bastante ambiguos en un fútbol sin espectadores. Y con protagonismo de la cantera.

“El resultado no importa”. “Mejor que contra la Ponferradina”. “Queremos saber que sepan lo que es el cansancio”. Son tres de las ideas dibujadas por Juanfran tras el primer triunfo albivermello de la 2020/2021. Porque ganar también es un soporte “moral”, como el propio técnico valenciano sabe. La victoria fue posible a los tantos de Iriome y Cristian Herrera, dos de la vieja guardia que remontaron el tanto de penalti de Djuka. A pena máxima por partido va el CD Lugo. Como compensación, ante los sportinguistas tuvo uno a favor. Más justo que el anotado en contra.

Queda mucho por hacer. Tanto como uno quiera plantearse. La plantilla está a expensas de crecer en forma y refuerzos. Jorge de Cózar se ha presentado como ‘Monsieur Recortes’, dispuesto a agotar el tiempo de cada incorporación y mover cada duro como un tazo en el recreo. La situación produce una mezcla de respeto y miedo. Parece que sabe lo que se hace, repitiendo el itinerario que ya siguió en Marbella. Aunque a veces preocupa que la carestía del Lugo frene su capacidad para acceder a cualquier mercado que no sea de viejos conocidos.

A golpe de cantera

Frente a esta incerteza piden paso los de siempre. Canteranos que nunca negocian el esfuerzo y que este año deberían tener abiertas las puertas del primer equipo. Mejor una oportunidad para un jugador que ha entrado en dinámica que una adaptación en bruto para un aspirante. El mejor ejemplo es Pedro López, afirmativo en todas sus acciones contra el Real Sporting. Incluso mejor que su compañero en la zaga en el Molinón, un Diego Alende impetuoso al que aún le falta rodaje. Promete, pero suyo fue el ‘no penalti’ que transformó Djuka. Penalti de Djuka, no confundir con otros episodios.

Los jugadores del filial piden paso: no sólo acreditan ADN, también calidad

Pero en la misma rampa espera Óscar Castellano ‘Chiqui’. El avanzado ya puso una asistencia en su currículum la pasada temporada. Manu Nuñez o Antón Escobar son otros de los que opositan a cargo alternativo en el primer equipo. Perfiles muy distintos a los que hay añadir otros tantos compañeros con igual compromiso. Otro ejemplo: el Julen volador a disparo de Gaspar Campos. Juanfran valora su esfuerzo, pero el mercado, amigo, será el que determine sus destinos. Ahora más que nunca son necesarios jugadores identificados con el destino del club. Pero lo suyo no es sólo una cuestión de ADN, también de calidad.

El técnico valenciano está poniendo sobre el tapete verde los mismos ingredientes que utilizó en el éxito de la campaña final. Pero no tiene los mismos peones. De ahí la importancia de reincidir en el orden defensivo, la fortaleza física, los duelos aéreos… Y la capacidad para agotarse. Sobre esa filosofía ha de venir todo lo demás. Sino, aún se puede vestir de corto y dar un par de lecciones prácticas. Su equipo cuajó una mejor segunda mitad. Bajo el diluvio universal. Los dos tantos son de sangre fresca. Un aprovechamiento de un trameador como Iriome, en un balón loco en el área. Y otro de penalti. Con la marca del goleador Herrera. Dos aciertos que cubrieron dos fallas sportinguistas. Ahí, en el margen de los pecados es donde se ganan los partidos.

Otro de los que se estrenó fue Sebas Moyano. Las circunstancias que rodean a este jugador no se las merece ninguno. Desde su condición de fianza por un préstamo entre dos SAD como el CD Lugo y el Córdoba. O más bien de sus máximos accionistas, encarnando el estereotipo del “yo soy el Estado” con el que obran los dueños de nuestro fútbol. Después, un limbo. Un largo perecer en tierra de nadie. Y tras decir la dirección deportiva que Moyano era un buen chico pero que nada tenía que ver con el club…

Ha terminado como objeto de prueba. Le falta ritmo pero se le ven formas. Tiene fútbol y merece un club que sea responsable con su progresión. ¿Cuál será? Faltan extremos, un central titular, un lateral derecho, un izquierdo, extremos… Y falta tiempo. Por lo que cuanto más terreno ganen los actuales, más oportunidades tendrán. En este primer triunfo hubo hasta tangana. Intensidad necesaria para no llegar al inicio con conflictos de identidad.

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