Como parte del prólogo a la Segunda Parte del Quijote, utiliza Miguel de Cervantes las palabras que encabezan el artículo para referirse a la batalla de Lepanto, en la que había participado el 7 de octubre de 1551 como parte de las fuerzas cristianas que derrotaron al Imperio Otomano. La influencia de esta contienda en la historia afectó tanto la biografía del propio Cervantes, quien perdió el uso de una mano en la lucha y sería capturado en su regreso a España, como a la historia de Occidente, que consiguió frenar el avance del Imperio por el Mediterráneo.
La sensación y el orgullo de haber presenciado un momento histórico coinciden, con toda seguridad, con la de todos aquellos que acudimos ayer al Estadio Anxo Carro a ver el encuentro entre el CD Lugo y el CD Tenerife. Este sentimiento no se debe solo al hecho de haber evitado un descenso que en otros momentos de la temporada parecía demasiado cercano (y hubiese causado un gran perjuicio al club) sino también porque la buena nueva de la permanencia se produjo con el partido ya terminado y gracias a lo que estaba sucediendo en otro campo, el Carlos Tartiere de Oviedo, que forma ya parte de la historia rojiblanca.


Salió el Lugo al césped con su formación más reconocible de las últimas jornadas, con la vuelta de Manu Barreiro y José Carlos Lazo al eje del ataque y Sergio Gil ocupando la posición del ausente Aburjania. A diferencia del domingo, donde hubiésemos disfrutado de una tarde veraniega, fue un día lluvioso y tirando a frío, lo que afectó al juego del equipo local, quien realizó un fútbol de menor combinación e intensidad que en los últimos partidos. Por su parte, el Tenerife se dedicó a esperar, conforme con el empate, alguna ocasión que le permitiese ganar el partido.
En la primera parte, y quizás a lo largo de todo el partido, lo más destacado que ocurrió fue que el Rayo Majadahonda se adelantó en Oviedo e instaló el miedo a tener que ganar en Tarragona. Dentro del césped lucense, se sucedieron tímidos acercamientos en ambas áreas y alguna que otra polémica arbitral, yéndonos al descanso algo más esperanzados gracias al empate del Oviedo. La salvación quedaba dos puntos más cerca y solo faltaba que el Lugo ayudase con el gol de la victoria.
Dentro del césped lucense, se sucedieron tímidos acercamientos en ambas áreas y alguna que otra polémica arbitral.
Los recuerdos del segundo tiempo son difusos hasta el minuto 68, cuando se esparce el pesimismo por la grada. Ha marcado el segundo gol el Rayo Majadahonda y tres minutos más tarde llega el tercero. Se comenta que la última jornada será dramática y habrá que ganar en Tarragona ante un rival que puede estar más motivado de lo que todos pensamos. Al mismo tiempo, el partido en Lugo está paralizado y no parece que ninguno de los dos equipos tenga la clarividencia suficiente para romper el equilibrio. La lluvia y el frio se hacen más fuertes al mismo tiempo que se congela el optimismo de la hinchada.
Los minutos que van del 81 al final del partido son ya historia de la entidad rojiblanca. Desde Oviedo llega un pequeño rayo de esperanza con el gol de Carlos Fernández y la gente se ilusiona, aprieta al Lugo para que se lance a por la victoria, en caso de que el conjunto carbayón obre el milagro y remonte. En el 86, aquel jugador que fue Pichichi con el Lugo, Joselu, el hombre cuyos goles hubiesen sido tan necesarios en el Anxo Carro este año, provocaba el delirio en la grada. Solo había que conseguir un punto en Tarragona.
Sin embargo, todo eso es ya un recuerdo menor en comparación con lo que sucedió finalizado el partido. El autor de esta crónica tuvo que abandonar el estadio con muchas prisas y lo realizó decepcionado porque el Lugo no había podido aprovechar el milagro obrado en los últimos minutos por el Oviedo. En medio de la lluvia y el frío, escuchó un grito de euforia proveniente del Anxo Carro y en ese momento lo supo, el Majadahonda había perdido el partido y el Club Deportivo Lugo seguirá un año más en Segunda División.
Ahora tras el subidón de haber conseguido la permanencia, seguramente el bajón nos lleve a pensar de forma más crítica y haya que hacer reflexiones no tan agradables, pero eso…ya será otra batalla.
Foto: Autoría propia.
2 Comments
Con el empate del Lugo y del Rayo, no era necesario un punto ante el Nastic.
Gracias por la lectura y el comentario. Totalmente cierto tu aporte, me dejé llevar por la decepción del empate ante el Tenerife y quería otro punto para compensar. Un saludo y gracias nuevamente