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Conjura a orillas del Miño

por Aarón Cabado Vázquez 31 mayo, 2019
Tiempo de lectura: 2 minutos

El Club Deportivo Lugo se planta en la penúltima jornada de liga con la certeza de que cuatro puntos más serán suficientes para lograr matemáticamente la permanencia, y de que tres se la darían virtualmente. No está ni mucho menos hecho, y el aficionado albivermello tiene que tener claro que habrá momentos en que lo pasará mal, pero lo cierto es que hace algunas semanas todos habríamos firmado llegar a este punto en esta situación.

El Lugo se pasó toda la temporada coqueteando con el descenso, jugando a esperar a que hubiese tres equipos peores. El salto de fe se fue al traste cuando el Extremadura inició una trayectoria espectacular que le permitió concatenar triunfos y salir del descenso. Ahí le tocó al Lugo reaccionar. Se destituyó a Alberto Monteagudo y llegó Eloy Jiménez con el objetivo de reactivar al equipo. Y, exceptuando su nefasto debut ante Las Palmas, el técnico ilunense ha conseguido su propósito: el Lugo ha cosechado ocho de los últimos doce puntos en juego y se ha colocado en una situación ventajosa para sellar la permanencia.

La mejoría del conjunto lucense se ha sustentado en la valentía en casa y el pragmatismo a domicilio. Uno de los motivos que propiciaron la destitución de Monteagudo fueron los nefastos resultados en un Ángel Carro que no vio ninguna victoria de su equipo desde el triunfo ante el Rayo Majadahonda, a finales de enero, hasta el encuentro ante el Almería, ya en mayo y con Eloy Jiménez a los mandos.

El triunfo ante los almerienses fue balsámico, y el posterior contra el Deportivo, esperanzador. Ahora, el Lugo jugará su último partido en casa contra el Tenerife, rival directo, y con la oportunidad de lograr la permanencia con una jornada de antelación. La afición lucense se ha conjurado y ha decidido aparcar momentáneamente las críticas para apoyar fervorosamente a su equipo. El club, además, ha entendido que debía poner de su parte: deshizo el día del club programado para el partido contra el Deportivo, financió el viaje de sus seareiros a Almendralejo y ha puesto las entradas a un euro para el enfrentamiento crucial ante el Tenerife. La temporada ha sido dura, pero ha servido para demostrar que el Lugo y su afición tienen orgullo y que quieren seguir disfrutando de la Segunda División. Este domingo, no lo olviden, es el día de darle la sentencia al descenso.

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