El Dios fútbol, un ser al que no se le conoce ni el parentesco, quiso hacer un cambio en su parrilla. Acostumbrado a emitir thrillers en los que el Lugo muere en la esquina de los últimos minutos, produjo en el Anxo Carro un relato con un héroe casi desconocido, Yelko Pino. El vigués encuadró un zapatazo a tres minutos para el final para quitarse las telarañas de una época sin marcar. Sacó el coraje de un jugador al que las deidades bendijeron con talento, insuficiente para ser, hasta el momento, regular. El tanto fue el cúlmen de un jugador (al que le restan dos años de contrato) unas jornadas en las que ha pasado de 0 a 100 tras estar casi inédito en la primera vuelta.
Yelko vino, vio y venció tras salir en el minuto 80 por Fede Vico. Desatascó un partido templado con un aroma a cerocecismo desde el pitido inicial. El tanto tuvo una segunda epístola, prácticamente en la jugada siguiente, en la que el ex celtista corrigió una contra que se había quedado en punto muerto. Recogió una bola escorada y la teledirigió a Joselu, un ‘killer’ con la pólvora mojada que no pudo establecer el tanto de la tranquilidad.
Notable debut de Kravets
El Lugo se tomó un trankimazin en la banda izquierda fabricado en Ucrania. Kravets cuajó una de las mejores actuaciones de esta temporada en un flanco afiliado a la precariedad, con Leuko a dentalladas a pie cambiado y Manu en pérdida continua de bonos. El joven lateral del este fue titular y ejerció como tal, con orden táctico y sin errores en la salida de balón. No tuvo miedo a subir y se impuso a su marca.
El encuentro discurrió en su primera mitad a cuentagotas. Dos equipos con baja presión, fruto de navegar en las aguas calmadas de la mitad de la tabla. Un estado de falsa tranquilidad que puede convertirse en una carrera de autos locos. Con 30 puntos por jugarse, caben demasiadas posibilidades aún, hasta que el Lugo estire sus ansias por meterse en la promoción de ascenso, que queda a cuatro puntos.
Roberto recuperó la seguridad, calmando el partido cuando fue preciso
Pero la meta de cabecera es la permanencia, la única y sagrada razón con la que este club puede edificar un piso más. Para ello es necesario un saco de materia gris, que mengue los fallos defensivos que en ciertas fases del campeonato han reducido al Lugo a la categoría de aspirante. Frente al Reus, los albivermellos fueron más cerebrales. Confiaron en sacar provecho de las bandas y en conceder lo menos posible mas sin dejar de ampararse en Roberto. Los porteros aquí se ganan el sueldo, por su participación activa en cada encuentro.


Kravets se mostró contundente en todos los lances | Foto: LFP.
El de Chantada, tras el dolor de cabeza que le despertó el primer gol del Getafe, se sintió fresco. Los años le pesan en forma de experiencias. Sacó los balones de peligro, hasta el último, que entró a bandazos en el área como la hostia que te comes por ir mirando el móvil. Cogió el esférico como un mundo y desató la euforia contenida que un 1-0 provoca. Ya sabe, mirada al frente, después de tener los ojos a medio dormir en un partido de toma y daca con las áreas en el más allá.
Damià fue un trampantojo de Iriome en la banda derecha
Como cada semana, a un jugador le tocó hacer de trampantojo ante las bajas. A Damià Sabater le tocó sustituir a Iriome, una herida más en la sangría de extremos que sufre el Lugo, con las ausencias prolongadas de Igor Martínez y Adrià Carmona. Por suerte, el mediocentro del Mallorca ya se había visto en una lid semejante ante el Sevilla Atlético. Reaccionó como pudo ante un cometido diferente para el que ha sido concebido.
El Lugo concedió menos que en anteriores encuentros, con una pareja formada por Carlos Hernández y Marcelo Djaló, que cometieron un error por barba, sin consecuencias mayores. Todo lo demás, en consonancia con un ritmo rectilíneo que permitió llegar a los de Luis César al final de partido como hacía tiempo: atacando. Al final fue un detalle el que decantó la balanza hacia el lado del que más propuso. “Es un día bueno para pasarlo en pareja en calma, pero recuerde que la pasión es algo muy importante”, decía el horóscopo del Escorpio Yelko Pino, que vino con el aguijón tardío para espantar las meigas y dejar un sabor de más al pueblo rojiblanco.
Ficha técnica:
Lugo: Roberto; Jordi Calavera, Carlos Hernández, Marcelo Djaló, Kravets; Seoane, Sergio Gil (Pita, min.72); Damià Sabater (Caballero, min.63), Campillo, Fede Vico (Yelko Pino, min.80); y Joselu.
Reus: Edgar Badía; Melli, Olmo, Pichu Atienza, Migue; Folch, López Garai; Vaz (David Haro, min.77), Guzzo (Víctor Silva, min.67), Miramón (Fran Carbià, min.57); y Máyor.
Marcador: 1-0, min.87: Yelko Pino.
Árbitro: Arias López (Cantabria). Mostró amarilla a los locales Damià Sabater (min.58) y Kravets (min.87).
Incidencias: Partido de la 32ª jornada de Segunda División disputado en el Anxo Carro ante 3.600 aficionados.