Lo que se ha visto hoy en el Anxo Carro es una demostración palpable de que hay equipos que, llegadas estas alturas de la temporada, tienen una velocidad más que sus rivales de la segunda división.
Así, en la primera parte el Girona FC sencillamente pasó por encima del CD Lugo arrasándolo de una manera que bien pudo arrojar un resultado aún más abultado que el 0-2 con el que se llegó al descanso.
Como tantas otras veces esta temporada, salió tarde el Lugo al partido. En cambio, los jugadores del equipo catalán presionaban a una velocidad endiablada, sabiendo lo mucho que se jugaban en el envite de hoy.
No se había cumplido el primer minuto cuando Campillo intenta conducir ante un rival muy metido en la presión alta desde el silbato inicial y pierde un balón donde no debe perderse nunca. Con los gerundenses al máximo de revoluciones y la defensa del Lugo aún descolocada, esa pérdida sólo podía acabar en el fondo de las mallas: el consecuente contraataque finaliza en un fallo en el despeje de Carlos, que marca en propia puerta. Primer minuto y ya a remar contra corriente.
Por si parecía poco, se repite la película en la siguiente jugada y Seoane se ve obligado a cortar el contraataque para evitar el 0-2 y se lleva una amarilla que le limitaría todo el partido, hasta el punto de ser sustituido por Caballero en el descanso.
No sirvió de mucho, porque un cuarto de hora más tarde Carlos Hernández pierde la posición al ir a por un balón dividido, Longo le gana la espalda, recorta hábilmente a Marcelo demostrando lo gran jugador que es cuando no está pendiente de tirarse a la piscina y obliga al defensa del Lugo a derribarlo. A punto estuvo Roberto de detener el lanzamiento del propio Longo, pero el italiano anotó. Dos de desventaja y más de una hora de partido por delante.
Esto último sería bueno, si no fuera porque fue el Girona el que siguió arrollando al Lugo con una gran presión en medio campo y salida fulgurante al contraataque y a punto estuvieron de llegar otros dos goles, en un remate de cabeza de Ramalho a una falta lateral y un disparo de Longo al lateral de la red. Por parte del Lugo, únicamente una ocasión en un centro de Joselu que Iriome, en boca de gol, no acertó a embocar. Descanso con 2 goles abajo, y menos mal.
Cambio de planteamiento del Lugo en la 2ª parte, rebajando gente en una medular que no estaba funcionando y bajón de ritmo del Girona (imposible aguantar otros 45’ a ritmo de equipo de 1ª división), pero el CD Lugo aún tardaría otro cuarto de hora en despertar, a partir del cambio de Pita con un Campillo que, como casi todo el equipo, hoy estuvo muy por debajo de su nivel habitual.
De todas formas, con un Girona que seguía corriendo en 6ª velocidad ante un Lugo en 3ª apenas hubo peligro en la portería del Girona hasta que Alcalá decidió darle algo de emoción al final del partido cortando un balón con el codo en el 88’, lo que además le costó la segunda amarilla y la expulsión. Gol para Joselu, que sigue co-Pichichi con Roger y con uno más que Ángel. A partir de ahí, el oficio del Girona hizo que no se jugase más, con lo que el resultado final quedó en un 1-2 corto para los méritos de un Girona que demostró que la velocidad (física y mental) de los equipos diseñados para subir a primera es muy superior a la del resto de la categoría.
Ficha técnica
CD Lugo: Roberto; Calavera, Carlos Hernández, Marcelo, Kravets; Seoane (Caballero, min.45), Damià, Iriome, Campillo (Pita, min.54), Vico (Yelko, min.70); y Joselu.
Girona FC: Bounou; Ramalho, Kiko Olivas, Juanpe, Miguel Ángel, Alcalá; Alcaraz, Pere Pons, Portu (Borja, min.77); Sandaza (Herrera, min.83) y Samuele Longo (Granell, min.65).
Marcador: 0-1, min.1: Carlos Hernández (p.p.); 0-2, min.17: Longo (p.); 1-2, min.90: Joselu (p.)
Árbitro: Valdés Aller (Comité castellano leonés). Mostró amarillas a Seoane (min.2), Marcelo (min.17), Alcaraz (min.58), Joselu (min.58), Sandaza (min.60), Caballero (min.62), Alcalá (min.69) y Kravets (min.94) y expulsó por doble amarilla a Alcalá (min.88).
Incidencias: partido correspondiente a la 36ª jornada de la Segunda División. Disputado en el Anxo Carro ante 3.600 espectadores.