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Ni Paco Herrera sabe qué Pucela veremos

por Lugoslavia 26 febrero, 2017
Tiempo de lectura: 3 minutos

Cuestionarse qué supone la visita del Club Deportivo Lugo al Estadio José Zorrilla es saber que el viaje de los de Luis César Sampedro se trata de una gran oportunidad de ambos equipos por vivir el play-off como un sueño real. Son los dos primeros perseguidores de dicha zona y este domingo calibrarán sus fuerzas. Lo harán en un estadio con poco más de media entrada y ante un equipo local en buen estado tras la victoria (1-3) ante el UCAM Murcia o en declive tras su derrota (2-1) ante el Girona FC y el triste empate (0-1) ante el Club Deportivo Tenerife. La cuestión es que no se sabe qué Real Valladolid veremos.

Ni lo sabemos nosotros ni, tristemente, lo sabe Paco Herrera. El entrenador pacense, conocedor de la categoría como pocos, no ha dado con la tecla aún. Tras 30 partidos al frente del Real Valladolid, tras 26 jornadas y cuatro duelos coperos, el Pucela no tiene identidad ni regularidad. Capaz de ilusionar un martes y de desesperar un jueves, los últimos dos resultados lo demuestran. Centrándonos en el marcador, el pasado domingo el Pucela ganaba solventemente en Murcia pero este miércoles caía derrotado ante el Burgos CF, equipo de Segunda división B. No hay tiempo para ilusionarse en Valladolid.

Por calidad no será

El equipo no tiene una dinámica positiva ni la evolución esperada y eso que la calidad no es algo que se le pueda negar al proyecto que, por tercera temporada consecutiva, diseñaba Braulio Vázquez. El director deportivo gallego, ex del Valencia CF, ha formado un equipo de talento. Nombres como Alex López, ex del Celta de Vigo, Míchel Herrero, con pasado de élite en Getafe CF, Levante UD o, incluso, en el Valencia CF, o Joan Jordán, futbolista cedido por el RCD Espanyol, forman el centro del campo.

En defensa hay nombres como Rafa López, con casi 150 partidos en Primera, Javi Moyano, veterano jugador de la categoría, Igor Lichnovsky, jugador cedido por el Oporto, o Alberto Guitián, supuesto caramelo del pasado mercado veraniego en el que el Real Valladolid incorporó un total de 17 jugadores. A ellos hay que sumar a Cristian Espinoza, único fichaje de invierno aunque aún no se le ha visto por Valladolid. Continua la recuperado de una lesión en las instalaciones del Villarreal.

A nivel ofensivo, el equipo no está exento de nombres ni de pólvora. Jaime Mata, Raúl de Tomás, Dejan Drazic, Guzmán Casaseca o Juan Villar forman un elenco de elevada calidad al que hay que sumar a Jose Arnáiz, estrella inesperada de la temporada. El canterano es la actual referencia pucelana. Sus ochos goles le hacen ser el máximo goleador y el mayor miedo del equipo hacia el duelo del domingo. Sustituido en el descanso del último partido, ha vivido la semana entre algodones. Cuidado y mimado, el de Talavera de la Reina es la estrella de un equipo con calidad, con talento y con trabajo pero, tristemente, sin el equilibrio de los resultados. Muchos querrían tener ciertos jugadores de esta plantilla pero muy pocos sus puntos y sus sensaciones.

 ¿Y Sergio Marcos, qué?

Hablar del Real Valladolid en la previa a un duelo ante el Club Deportivo Lugo es hacerlo de Sergio Marcos, obviamente. El ‘10’ blanquivioleta no entra en los planes de Paco Herrera. Cuando juega deja grandes sensaciones pero, posiblemente, muchas serán aquéllas que ilusionaron en Lugo pero que, ahora, nadie añora. Gusta pero no convence y así le pasa al propio Herrera.

¡El pasado domingo disputó su primera titularidad liguera! Es un jugador muy utilizado ya que ha participado en el 57% de los partidos del Pucela pero que sólo ha competido en poco más del 14% de los minutos totales. La relevancia es escasa y las opciones de que juegue ante el que fue su equipo, también. Tras una buena participación ante el UCAM de Murcia, parecía llamado a la titularidad pero tras el duelo amistoso en El Plantío, dónde jugó los 90 minutos, Paco Herrera no confirmó su presencia.

El pacense, esquivo en las últimas semanas a ofrecer el once titular como sí hacía al comienzo de temporada, variará mínimamente el equipo buscando, por fin, la estabilidad y el equilibrio que tanto quiere él, que tanto demanda el entorno pero que no consigue de ninguna manera. 30 partidos después el Pucela sigue teniendo problemas de construcción, de identidad y de evolución. Nada sorprendente en una categoría que desde Valladolid se ve más pobre que nunca y eso que la conocemos muy bien. De las 13 temporadas hemos competido en ocho. ¡Quién nos diría que nos las mereceríamos tanto!

Ángel Velasco

Foto: Lugoslavia

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