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Notas a pie de página para un Lugo estajanovista

por Denís Iglesias 21 diciembre, 2016
Tiempo de lectura: 10 minutos

En el interior de una mina, surcada por mil túneles y a oscuras. Este fue el punto de partida del CD Lugo el último verano. Tras el confeti y los litros de colonia derramados con el cambio de ciclo, el futuro se presentaba indeciso. Han pasado ya más de seis meses desde la asunción por parte de Luis César de la judicatura del banquillo lucense, donde ha tenido que sentarse, ponerse de pie y acurrucarse para dar con la tecla.

Con toda una larga segunda vuelta por disputar, el técnico de Vilagarcía puede profesar la fe que crea conveniente en estas fechas con total libertad. Ha conseguido llevar al Lugo a su mejor puntuación a estas alturas de la temporada, con 28 en 19 jornadas que le sirven para cerrar el año natural en puestos de promoción de ascenso. Hasta 10 diez semanas ha permanecido el equipo en puestos de privilegio (sin tener en cuenta la excepcionalidad del Sevilla Atlético) que igualan su mejor registro, pero de toda una campaña, la 2013/2014, donde el CD Lugo se permitió soñar también una decena de jornadas. Con dos partidos para el final de la primera vuelta, frente al Levante (7 de enero) y Alcorcón (15 de enero), es el momento de elaborar unas notas a pie de página sobre una temporada, hasta el momento, satisfactoria para todas las partes. 

Paz social

El actual CD Lugo ha manifestado su voluntad para evitar cualquier conato de guerra civil que pudiera surgir fuera del terreno de juego. Un paso más para clausurar una transición turbulenta en la que el juicio cibernético contó a veces más que el derecho de vivir un momento histórico como el que afronta el conjunto rojiblanco. No sólo eso, los jugadores parecen haber constituido un núcleo fuerte.

Las redes sociales no tienen porque ser un fiel reflejo de lo que ocurre, pero basta ver las cuentas de jugadores como Jordi Calavera o Alfonso Pedraza, jugadores que sólo están a préstamo en el club lucense, para ver que se respira un ambiente de cordialidad. Esto no ha llevado a la comodidad o a la coraza que algunas plantillas tienden a hacer para cubrirse de las quejas. Todo lo contrario. La autocrítica está a la orden del día y la comunión con la afición es total. Existe una rebelión cívica para que todos intenten identificarse con un sueño común como es el de la promoción. Quizás por su juventud, mezclada con amplias dosis de idealismos, estos jóvenes (y no tan jóvenes) están moldeando un ambiente cordial al que es fácil engancharse.

El Anxo Carro, como las ‘pelis’ de Antena 3

A pesar del óptimo estado de forma del equipo, subir un centenar de espectadores en la asistencia del Anxo Carro cuesta más que atarse los zapatos con una mano. En una ciudad que roza los 100.000 habitantes, un estadio con aforo para menos de 8.000 espectadores a duras penas roza la media entrada. En los diez partidos que el Lugo ha disputado como local este curso, la media de asistencia supera la barrera de los 3.800 espectadores. Esta cifra es, sin embargo, superior a los 3.300 del cierre de la pasada campaña gracias a promociones como las ofertas de entradas para acompañantes o invitaciones.

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La afición del CD Lugo aplaude en un partido de la pasada campaña | Foto: Xabi Piñeiro.

El Fondo Sur sigue siendo territorio comanche, una aspiración de grada de animación que sólo sirve para cobijo de los neófitos. Una grada por la que el CD Lugo pagó en la temporada 2015/2016 101.000 euros, según indican las propias cuentas del club, frente a los 84.000 del ejercicio anterior. Este cúmulo de asientos vacíos demuestra que algunos no bajarían al campo ni para evitar los telefilms austrohúngaros de Antena 3. 

Stevenson, váyase

Si alguien tiene un abono en el Fondo Sur es Robert Louis Stevenson. Y mientras esto suceda, el Lugo no podrá librarse de padecer el extraño caso del Doctor Jekyll y Mr Hyde. No es una enfermedad rara en la categoría, donde la regularidad es casi un atributo sagrado, pero una cura de vez en cuando no vendría mal para cortar la hemorragia de los puntos en el último tramo de los encuentros. En las performances más recientes, el equipo ha mudado los roles y ha demostrado que es capaz de levantar un resultado en contra.

Esta teoría de resistencia había quedado minimizada durante todas estas temporadas en Segunda División. Con Luis César, el CD Lugo se muestra menos previsible, gracias a la maleabilidad de sus esquemas y a los cambios en un mismo partido. Esta metamorfosis mantiene viva la esperanza de una remontada o de un gol a destiempo, algo que en los tiempos de corte y confección resultaba mucho más complejo.

El Lugo ya no es un visitante dócil

El objetivo ahora es que todos esos tempos salvajes se coordinen en una estabilidad como la que demuestra el SD Huesca, otro equipo humilde en el que bien pueden reflejarse las posibilidades del Lugo. Es el último club contra el que el que los rojiblancos han podido medir sus fuerzas. Un vivo ejemplo de consistencia que también ocupa uno de los puestos de privilegio de la tabla. Ambos conjuntos deben subirse a las barbas de favoritos a medio gas como el Rayo Vallecano para evitar las acostumbradas remontadas de última hora que los favoritos hacen cuando ven el final de la temporada cerca… Lo que sí ha conseguido cambiar el Lugo es la mentalidad de visitante pequeño. La pasada temporada, durante la primera vuelta, el equipo ha se había mostrado mejor en las conquistas que en la pacificación del territorio propio. Este año lleva 11 puntos que son clave para su irrupción el hall of fame provisional de la categoría.

Con el arbitraje hemos topado

Uno de los debates de moda es la necesidad o no de establecer recursos audiovisuales para apoyar las decisiones arbitrales. Las pruebas ejecutadas en el Mundialito de Clubes dejan entrever que pueden ser útiles siempre y cuando el árbitro conozca el resto del reglamento. Señalar un penalti y no ser consciente de que la jugada se desarrollaba en fuera de juego es un pecado capital que visibiliza la escasa formación y/o atención de ciertos trencillas. El Lugo ha sufrido en lo que llevamos de temporada una colérica intervención de árbitros más dispuestos a quebrantar la cordura que a impartir el reglamento. No sabemos si Bender, con tres litros de Whisky, podría sacar las mismas conclusiones en el terreno de juego.

Como el Lugo, muchos otros compañeros de categoría que ven como cada semana el Mozart del Arbitraje de turno les saca los colores con penas máximas inexistentes o la toma, de modo intencional, con uno de los bandos para repartir tarjetas como si estuviera trabajando en correos. Un periódico de tirada estatal como Marca elabora semanalmente una tabla denominada La otra Liga, con el reparto de puntos que, a juicio de sus redactores, quedaría si las decisiones de los colegiados fueran acordes a la ley a la que obedecen. De ser así, posiblemente el equipo rojiblanco estaría todavía más asentado en la zona alta.

El peligroso efecto yo-yo

Los cedidos frente a los traspasados. Estos colectivos permiten establecer un baremo sobre la capacidad de acierto de un director deportivo. Los primeros siempre suelen ser más costosos y llegan del único modo que parece posible. Hasta el momento, el colectivo de los temporales está rindiendo a un nivel muy alto. Algunos equipos ya indican en sus análisis que Pedraza es una de las estrellas del CD Lugo, aunque el brillo es amarillo Villarreal. Hace unas semanas diferentes medios se hacían eco del interés de equipos de la Premier. En principio, y si nadie indica lo contrario en el mercado, el Lugo podrá beneficiarse de los recursos de un jovencísimo jugador al que el futuro se le abre de par en par.

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Jordi Calavera y Joselu, dos ‘grandes’ fichajes | Foto: Xabi Piñeiro.

Otra de las perlas a préstamo que brilla en el escaparate es Jordi Calavera, lateral cedido por el Eibar que ha convertido el lateral derecho en un filón para el Lugo más ofensivo. En el lado contrario de la balanza, Brayan Perea. El delantero colombiano ha disfrutado de poco más de 150 minutos repartidos en diez partidos. En todos ha partido desde el banquillo con suerte infructuosa. El gusto reciente de Luis César por jugar con Caballero y Joselu le ha relegado al ostracismo, por lo que tendrá que esperar la lesión de uno de estos para poder entrar en juego. Mientras tanto, Mario Barco, a préstamo en el Pontevedra, lleva diez goles…

Si en las cesiones se han conseguido jugadores de incalculable valor, los traspasos, que deberían servir para construir la identidad futura del club, no han resultado. Cuando llegue junio, el regreso de los cedidos puede provocar el habitual efecto yo-yo que afecta a equipos con jugadores a préstamo que juegan roles clave. Algunos de los fichajes como Lionel Enguene ni siquiera han debutado y precisamente la cesión parece la única vía para que no pierdan la práctica. Otra de las apuestas de cierre de mercado, Sergio Gil, que estará ésta y dos temporadas si cumple su contrato, ha tenido actuaciones testimoniales. En la misma línea, Yelko Pino, desaparecido en combate.

Vico marca el camino

El Lugo tendrá que mover ficha en estas fiestas. Bien con el Football Manager que pueda traer Papá Noel o fruto de un scouting exhaustivo, el equipo gallego ha de cubrir ciertas fisuras para no precipitar una dura segunda parte del campeonato. Luis César ha pasado revista a sus filas una y otra vez y ha elevado los ratios de hipotéticos sustitutos como Serge Leuko, capaz de desenvolverse en las dos bandas. Caballero, fuera de la partida por el esquema 1-4-2-3-1 que parecía un dogma para el vilagarcián, ha pasado a desempeñar un rol protagonista.

Con toda esta reconfiguración de roles, el Lugo todavía necesitaría un salvavidas para el eterno doble pivote formado por Fernando Seoane y Carlos Pita. Lo ha intentando con centrales (Dealbert y Djaló) o con mediapuntas (Campillo) pero la columna vertebral del CD Lugo precisa un transplante a la vista de que Lionel Enguene, vendido por Emilio de Dios como mediocentro, no ha sido capaz todavía de aparecer en el campo.

Vico regresa a Segunda tras un periplo gris en Bélgica | Foto: Xabi Piñeiro.

Vico regresa a Segunda tras un periplo gris en Bélgica | Foto: Xabi Piñeiro.

A favor de la secretaría técnica del equipo lucense está el haber movido ficha rápidamente para sustituir a Adrià Carmona, extremo al que las lesiones han vuelto a dejarle en el dique seco. Cazar a un jugador del talento potencial de Fede Vico como su recambio evidencia que no se quieren repetir errores del pasado. Además de un hipotético refuerzo para el centro de campo, la gatera está abierta para un mediapunta, otro extremo o, si los rumores de la marcha de Dealbert se confirman, un hombre para jugar en el eje de la zaga y que además sepa dar un paso adelante si es preciso. Por pedir que no quede: doblar todas las posiciones en juego, algo que por presupuesto y tiempo resulta imposible.

Dejad que los niños se acerquen al primer equipo

Por lo que no optará en principio el equipo es por buscar parches en la cantera. Cuando Toni Otero asumió la dirección deportiva del club al inicio de la pasada campaña se presuponía que iba a haber una apuesta por el fútbol base. Sus 23 años en la cantera del Celta alzaban un propósito que no pudo cumplirse por la prematura marcha del secretario técnico vigués. Atrás quedó el convenio con el Somozas, del que el club no ha vuelto a dar datos a pesar de que ha cedido a Keko Vilariño y Pedrosa.

La situación de estos dos canteranos es el fiel reflejo de un proyecto de cantera que crece a ritmo lento, con trabajo pero sin el salto de uno o varios jugadores que permita abrir el muro que existe con el primer equipo. El Polvorín llega al parón invernal fuera de los puestos de promoción de ascenso a Tercera, la meta que, en fueros internos, se ha impuesto a un colectivo que ahora mismo lidera José Durán. El Juvenil División de Honor ocupa la cuarta plaza en su grupo, rindiendo a un buen nivel a pesar de los últimos resultados.

El filial es quinto, con 29 puntos, a dos de los playoffs | Foto: Xabi Piñeiro.

El filial es quinto, con 29 puntos, a dos de los playoffs | Foto: Xabi Piñeiro.

Joselu y el gol es gol

Si algo necesita un club para crecer es la figura de un goleador. Sí, equipos como el Atlético de la 1999/2000 descendieron con jugadores como Jimmy Floyd Hasselbaink en condiciones de ser pichichi, pero son casos excepcionales. Y más, en Segunda División, donde cada gol se paga y se cobra caro. La gran noticia de la temporada del Lugo, hasta la fecha, es que ha encontrado un artillero sin buscarlo. En verano Caballero tuvo que ser operado de una pubalgia mal atajada que convirtió a la delantera del equipo amurallado en un funeral.

Joselu quedaba como un reemiendo para el ariete argentino que debía, por lo menos, firmar un digno inicio de temporada hasta que este se recuperase. El giro de guión ha sido bíblico. El delantero andaluz es un imprescindible de Luis César. Es el máximo goleador de la categoría con 13 goles y es el fiel reflejo del sacrificio que cualquier aficionado pide. El sudor le cae por la barbilla en cada partido y lejos de ser la suya una racha ocasional, ha hecho del esfuerzo una religión coral, algo así como el estajanovismo deportivo.

Un 'pichichi' ha nacido | Foto: Xabi Piñeiro.

Un ‘pichichi’ ha nacido | Foto: Xabi Piñeiro.

Estajanovismo

En la mina inicial se ha establecido el modelo que triunfó en el idealismo soviético. Cavar, producir y ganar. En la línea que marcó Aleksei Stajánov, minero ruso que en 1935 logró extraer 102 toneladas de carbón en un día cuando lo normal era entre 7 y 12. Esto fue utilizado por el gobierno de turno como un ejemplo que el resto de los obreros debía tomar. La mejora salarial se mostraba en el horizonte como un zanahoria que morder. Con esta filosofía se consiguieron metas de producción inéditas hasta la fecha. 

La URSS fomentó así los ‘trabajadores modelos’, que tan útiles fueron en tiempos como la Gran Guerra Patria. Un ejemplo de superación que el CD Lugo está adaptando a su estilística. Este año, a diferencia de experiencias anteriores, el conjunto rojiblanco sí tiene hambre. Los más jóvenes han conseguido sacar del letargo a los más veteranos, que lejos de instalarse en la vereda de la menopausia, han tirado de madurez para, un año más, plantearse la utopía de estar arriba.

Las virtudes del la actual escuadra residen en el conjunto, que creado trabajadores que forman parte de un magma en el que se reconoce la capacidad de construir un castillo, y no de naipes, con el apoyo de la afición. En definitiva, un conjunto humano que ha puesto a Lugo en un mapa donde sólo sale para secuestros, corruptelas y desvaríos. O por cortarle la cabeza al pobre San Vicente…

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