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A ras en Reus

por Denís Iglesias 23 octubre, 2016
Tiempo de lectura: 4 minutos

El Lugo llegaba a Reus agarrando con fuerza el volante. Ansioso por abrir gas para defenderse de los derrapes de los últimos tramos, que lastraban el precioso tiempo alcanzado en las ocho primeras pasadas. Ante sí, un bólido recién salido de fábrica que controla a la perfección los para él desconocidos circuitos de Segunda.

Al conjunto catalán le bastó seguir su cuaderno de notas al dedillo. Esperó dos salidas de pista del Lugo para adelantarle limpiamente por la izquierda con dos goles en menos de cinco minutos. Luis César volvió a ver a su defensa en la cuneta, descalabro que la aerodinámica de los de arriba no consiguió remediar.

En la segunda mitad el Lugo puso el turbo, el óxido nitroso y hasta abrió las ventanillas con tres cambios ofensivos. La acumulación le permitió ponerse al rebufo de los puntos, pero la pérdida de aceite atrás siguió y a punto estuvo de llevarle definitivamente al abandono.

Tras todos los vítores y los trompos de las primeras jornadas, el equipo entra en una trialera emocional donde sólo los titulares parecen conocer el camino. Sin ellos, ni Rallye San Froilán, ni Subida a Chantada y ni mucho menos el Paris Dakar que se perfilaba en las tiradas iniciales.

A pesar del descalabro, el Lugo inició el encuentro con un ritmo preparado para purgar la primera derrota encajada ante el Getafe. Siempre con Alfonso Pedraza como estilete, que dispuso de una ocasión clara antes de que el Reus encontrase el atajo para el gol. Luis César tuvo que tirar de repuestos para componer una defensa que convierte al conjunto rojiblanco en un equipo vulnerable.

El sufrimiento de Dealbert

Dealbert, el encargado de sustituir a Ignasi Miquel, se situó en el centro del engranaje, pero reflejó en su cuerpo la falta de ritmo. Bien colocado, aunque lento y con falta de contundencia en el tú a tú, un diálogo violento que los jugadores del Reus manejan a la perfección. Máyor acertó con un balón que se encontró dentro del área tras un gran pase de Ricardo Vaz, auténtico incordio para la retaguardia lucense.

El Lugo había descubierto en jornadas anteriores que su mejor defensa era un ataque sesudo, con el toque como enseña. Frente a rivales como el Mirandés o el Getafe, el exceso de velocidad ha penalizado el juego de un conjunto que derrapa con cuatro gotas. Campillo, excelso en pasadas actuaciones, propició el segundo tanto para los locales cuando el ejército visitante todavía buscaba el lugar por el que se había colado el primero.

Carbià puso el turbo y le hizo una pasada espectacular a un Dealbert de antigua carrocería. Con la dirección rota, Luis César se desató y volcó toda la artillería. Retiró al lesionado Manu y puso en juego al ‘Coco’ Perea, incapaz de ubicarse durante todo el partido. En la segunda mitad ganó más centímetros con Caballero y un punto de velocidad con Carmona. El sacrificado fue Iriome, reconvertido a labores defensivas, con más prisa que suerte.

El extremo catalán pudo debutar la pasada jornada frente al Getafe tras superar su lesión. Imprimió otro aire al juego visitante, pero no escogió las mejores decisiones. Sus credenciales son las de un jugador talentoso, con una rosca fina en los centros. Esta lectura, diferente a la que aportan otros titulares, puede beneficiar a un Lugo al que le entra el miedo escénico sin el once de gala.

Asedio descontrolado

El Lugo cumplió en el arranque de la segunda mitad con el guión de la perfecta remontada. Anotó al poco de reanudarse el choque, por medio de Joselu. El artillero andaluz acumula condecoración tras condecoración para continuar en lo más alto de la tabla de goleadores con todo merecimiento. Esta vez acertó con la cabeza tras una gran jugada de Pedraza, al que Luis César retiró en detrimento de Caballero. Un cambio que dejó al equipo sin su mejor asistente.

Calavera asumió el rol de pasador. Abandonó sus labores defensivas y puso marchas largas, demasiado largas…  Sus centros no encontraron acento ganador. Las cabezas entrenadas para el gol como son las de Caballero y Perea no aparecieron. El testarazo más preciso fue de un Carlos Hernández con turbante al que le faltó contundencia. Ataques y más ataques contra un vehículo tarraconense que cubrió todos los flancos.

El Reus llegó primero a una meta del ascenso directo donde nadie se esperaba que estuviera a estas alturas del campeonato. Dejó al Lugo a ras de suelo, lejos de la nube en la que vivía su versión invicta. Los rojiblancos intentarán pasar rápido por boxes para cambiar unos neumáticos que empiezan a fallar en las curvas de una Segunda División de resistencia, donde hará falta pericia, pero también gestión de combustible.

Ficha técnica

Reus 2: Edgar Badía, Benito, Atienza, Olmo (Melli, min 51), Ángel, Albistegi, Folch, Vaz, Miramón (Víctor Silva, min 65), Carbia (Jorge Díaz, min 56) y Máyor.

Lugo 1:José Juan, Calavera, Carlos Hernández, Dealbert, Manu (Brayan Perea, min 41), Pita, Seoane, Iriome, Campillo (Carmona min 67), Pedraza (Caballero, min 73) y Joselu.

Marcador: 1-0, min 24: Máyor; 2-0, min 26: Cabriá; y 2-1, min 55: Joselu.

Árbitro: Jorge Valdés Aller (comité Castellano-leonés). Amonestó a los locales Ramon Folch (min.74) y Edgar Badia (min.91), y al visitante Seoane (min.2).

Incidencias: encuentro correspondiente a la undécima jornada disputado en el Estadi Municipal de Reus ante 3.992 espectadores.

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