Nunca había estado en Valladolid, ni tan siquiera me había coincidido pasar por allí y parar a tomar una Coca-Cola y echar una meadita en mitad del camino a algún lugar. No sabía que era una ciudad tan chula, con tanta vida, buen ambiente y con un río tan grande. Sí era capaz de suponer el nivel de pijerío, pero creo que bastante bien llevado (por mi parte y por la suya). Os cuento:
1 · Este primer viaje de la peña fue una auténtica pasada. Costó organizarlo un poco más de lo esperado y algunas cosas no salieron como uno tenía pensado pero el éxito de la Administración García fue rotundo. Nos lo pasamos estupendamente, nos juntamos un grupo xeitoso de lugoslavos y casi regresamos con los tres puntos.
2 · Aquí servidor ya se fue con su hermano, el vice y señora el sábado por la tarde a conocer las bondades de la zona de tapas y copas de la ciudad castellana y he de reconocer que, aunque pagué 2,25 por una Coca-Cola de 20 cl. en un bar del centro, pienso regresar. Me gustó mucho y comí cojonudamente bien.
3 · Precisamente Diego Vilanova me recomendó varios sitios para papear, uno de ellos fue el restaurante Vinotinto, lugar en el que probamos unos pinchos de lechal y unos solomillos con queso de Castilla que quitaban el hipo. Os lo recomiendo a los que visitéis Pucela. Lo cierto es que eran para comer el domingo pero un craso error organizativo nos llevó a una parrillada en un barrio cercano al centro. Un auténtico y genuino agujero. El único que aceptó a doce lucenses hambrientos. Comida y al campo…


La Peña Lugoslavia espera, hambrienta, el menú. Foto: Jose Vilacoba.
4 · Ya en el estadio pude comprobar que el José Zorrilla es un campazo. Me gustó y me llamó la atención. Es cierto que no transmite las sensaciones futboleras que transmite el Molinón, pero me gustó.
5 · Su afición, no. A veces hay que salir de casa y ver las de otros para reconocer que lo nuestro no es tan malo como lo pintamos en ocasiones. Bien es cierto que estamos muy lejos de ser una afición cañera, ojo, pero también reconozco que poco a poco vamos a mejor. El caso. Un campo con capacidad para 26.500 espectadores sumaba 7.000 y pico asistentes, casi una cuarta parte.


Panorámica del Estadio José Zorrilla. Foto: Mario Prado.
6 · Que si al menos fuesen animosos, pues vale, pero impone ver semejante campo completamente callado. Sí, había un grupo de animación con un bombo que aguantó la primera parte dando caña, pero poco más. En número sería la mitad que nuestro cuadrado. En la segunda parte cantaron otros que había en el fondo contrario, que nos quedaban a la izquierda. Poca cosa en general.
7 · Pero carallo, para pitar a los suyos sí estaban con ganas. No mola, pero tampoco es asunto mío.
8 · ¿Y del partido? Pues que fue un muermo terrible. Con deciros que Ramón se pasó un rato mirando para la afición contraria buscando sabe Dios qué, ajeno a los pases grandiosos de Cendrós, con cara de la más absoluta indiferencia, os lo digo todo.


Hipsta Chantres sí estuvo atento al partido. Foto: Mario Prado.
9 · Eso sí, la entrada de Sergio Marcos en el campo bue una bocanada de aire fresco. La falta de enganche, de transición de balón de unas líneas a otras la solventó el de Sacedón. Fueron los mejores momentos de un Lugo apático y fallón. Juanelo marcó, sí (yo siempre creí. Dani también. Melchor me parece que no) pero falló unas cuantas, Pereira mandó una al palo y perdonó un par de ellas delante del portero, Caballero no acabó de ver puerta…
10 · Ese penalti al final que además paró JJ… ¡Ay, qué lástima!
11 · Pero bueno, no está el tren perdido. Eso sí, los pasos ahora tienen que ser grandes, hay que sumar de tres en tres. Al menos este sábado (¡que vienen Helenciña y Matalobos!) hay que ganar al Alcorcón para no perder comba, que además es un rival directo, por eso debemos de estar a tope, con ganas de aplaudir, gritar y saltar. Si los ayudamos, a ellos les resultará mucho más fácil ganar, eso es así.
Majos, me tengo que despedir ya. Tenemos que ir preparando algo para Ponferrada que, como ya os comenté, en Valladolid me lo pasé como un enano. Conocí a mucha gente, puse cara a otra gente, lugoslavizamos a alguno que otro… Ya iréis viendo.
Queridos fanes, haters y gente que va al club náutico de Valladolid, los que vamos a morir, os saludamos. ¡A seguir bien!