Jugar en casa, especialmente en la Segunda División, es un valor que conviene aprovechar para sacar los máximos puntos posibles. En el discurso de cualquier entrenador de la categoría que se precie está la ya mítica frase “hacer de nuestro estadio un fortín”, que viene a ser sacar el máximo rendimiento de jugar en tu campo, con tu gente y conociendo mejor que el rival el terreno en el que se juegan los cuartos.
Tanto los equipos que se juegan estar arriba como los que se juegan evitar estar abajo hacen suyo el mantra de que en casa no se pueden escapar los puntos, y que suele estar aderezado con frases como “dar una alegría a nuestra afición”, “aprovechar el aliento de nuestros seguidores” o “salir a mandar en nuestro estadio”. El caso es que al CD Lugo, al menos últimamente, se le han cambiado las tornas con las que solía negociar en otras temporadas, es decir, un equipo muy fiable en casa pero que tropezaba una y otra vez, de forma pertinaz, en sus desplazamientos lejos del Miño. Este año no es así.
Esta temporada los de Milla se han ido acostumbrando a sacar puntos fuera del Anxo Carro, los tres últimos la pasada jornada en Almería, pero sufren ante su propia gente y en su propia casa. Los rojiblancos acumulan una sola victoria en sus últimos siete partidos como local, concretamente la que se logró el 12 de diciembre ante la Ponferradina. Los datos son preocupantes para un equipo acostumbrado, como decíamos antes, a lograr la mayoría de los puntos en su feudo.
Además, al aficionado lucense le quema el hecho de mirar la clasificación e imaginar donde podría estar el equipo si a la evidente mejoría a domicilio respecto a otras temporadas se le sumasen los puntos que han volado de Lugo. Para más inri, el último partido como local acabó como el Rosario de la Aurora, con goleada en contra, bronca en la afición y el equipo deambulando por el verde. Así pues, el partido de hoy tiene tres puntos de interés fundamentales: sumar los tres puntos, romper la mala racha en casa y que el amor vuelva a fluir entre el equipo y la afición, y la verdad es que uno no sabría decir cual de las tres es más importante.
El Dúo Sacapuntas
Por lo demás, y no es poco decir, el equipo goza, clasificatoriamente hablando, de buena salud. A tres puntos del playoff, palabra que nadie osa pronunciar pero que todo el mundo mira de reojo y, lo que es más importante, a once del descenso, objetivo innegociable de los lucenses. Una eventual victoria dispararía las opciones de los de Milla en la parte alta, mientras que un nuevo descalabro como local abriría nuevas dudas. Así las cosas, le toca a Milla recomponer el once inicial con una incorporación y una baja respecto a los que jugaron y ganaron en Almería.
Vuelve Jonathan Pereira, cuyo concurso parece fuera de duda, y se cae Pita, que recuperó la titularidad en Almería pero que vio su quinta amarilla. Por ello, el técnico turolense deberá volver a elegir entre el 4-3-3 que le dio la victoria en tierras andaluzas y el 4-4-2 que le permitiría juntar en ataque al Dúo Sacapuntas (o Sacapuntos) Pereira-Caballero. Un Caballero, por cierto, que volvió a mojar en la última jornada y que se encuentra a un solo gol de igualar al máximo goleador del CD Lugo en Segunda División, Óscar Díaz. Ahí es nada. La otra opción, la del 4-3-3, pasaría por la vuelta de Campillo al eje del mediocampo, con permiso de Sergio Marcos.
La amenaza de Szymanowski
El toro que va a tener que lidiar el Lugo no es cosa menor. El Leganés vuela en la clasificación, segundo a cuatro puntos del liderato, en ascenso directo y demostrando día a día que lo de equipo revelación se le queda pequeño. Un equipo que, además, domina tantos registros del juego que es complicado saber si te vas a encontrar el Leganés más contragolpeador o el más ofensivo, el más físico o el más vertical. Todo su potencial parte de Garitano, un entrenador que está llamado a altas cotas en su carrera y que tiene a los pepineros en plena forma y en pleno disfrute. Con un equipo que destaca como bloque pero en el que brilla, por encima de los demás, Szymanowski, jugador de fuste que está completando la temporada de su vida.
Para visitar Lugo, Garitano no podrá contar ni con los delanteros Guillermo y Asdrúbal ni con el defensa Bustinza. Buscarán, como no, la victoria para no dejar escapar al Alavés, al que recibirán en Butarque la próxima semana. Para calibrar a este Leganés, baste decir que se mantiene invicto en su feudo, donde la última jornada ganaron al Osasuna. No obstante, si el Lugo se quiere cargar de optimismo, aquí tiene dos datos: el Leganés nunca ha ganado en el Anxo Carro y su última salida se contabilizó como derrota frente al Zaragoza. Si se puede, pues.
Será, además, partido de reencuentros. Con Víctor Díaz, al que nunca debimos dejar escapar, y con Serantes, posiblemente el portero más en forma de la categoría junto a José Juan, y que pudo ser pero al final no fue. En definitiva, el Lugo se encuentra ante una ocasión para congraciarse con los suyos ante un rival de eso que gusta (y cuesta) ganar, con el aliciente de poder seguir mirando para arriba y alejarse cada vez de forma más definitiva del pozo. El Leganés es un monstruo, cierto, pero se le puede cazar. A ello.
Alineaciones probables
CD Lugo
CD Leganés
