Artículos

¡Lucenses, a Cibeles!

por Denís Iglesias 23 septiembre, 2015
Tiempo de lectura: 5 minutos

El otro día el lacón gallego supo al fin como debiera en Madrid. No fue ese subterfugio con pimiento que te hacen tragar en el Museo del Jamón, un alimento sólo apto para aderezar los estómagos de los guiris. Cerca del metro de Goya se degustó una genuina bandeja de carnosas piezas irregulares. De un cerdo cebado con calma. Disfrutaron de las viandas los asistentes a la inauguración de la Peña del CD Lugo en la capitalísima. El primer grupo de aficionados organizados más allá de las murallas, primer paso que sentará cátedra (está proyectada la fundación de otra peña en Barcelona). Una mezcla perfecta compuesta por lucenses que se fueron con una muda para la Meseta y acabaron llenando un armario. Lugo en Madrid, al revés que la famosa panadería de San Pedro y la Peña Madridista de Lugo. Y aquí el orden de factores sí que altera -y de que manera- el producto. 

El evento tuvo lugar en O Nabo de Lugo, plaza de obligada visita para cualquier compatriota. Para tomarse un tinto o un solysombra. La convocatoria fue una muestra de la cercanía que rodea a este club, circunstancia de la que muchos abusan para interpelar juicios. El yantar fue la guinda a un día en el que el equipo regó otro poco el vigoroso arbusto en el que comienza a convertirse esta temporada.

Recordaban en la mesa las funestas salidas de otras temporadas. Desde la 2012/13 en la que Morata le hizo un traje al Lugo, hasta la pantomima de la pasada campaña en Butarque cuando Chuli puso a los rojiblancos de vuelta y media para sonrojo de los desplazados. Este año la película pinto diferente. El equipo sacó un meritorio empate que ayudó a que la jornada fuese redonda.

A Saqués le gusta Sergio Marcos

Es vox pópuli que cuando arriban los platos el silencio se torna palabra de ley. Comer es un deber. Pero entre mordisco y mordisco el nombre más repetido fue el de Jonathan Pereira. “Sólo hace falta verle un par de minutos para ver la calidad que destila”, dijo Tino Saqués, presidente del CD Lugo, que estuvo presente junto a Toni Otero, director deportivo; y otros miembros de la directiva. En las bodas, banquetes populosos o tapeos siempre se desencadenan pequeñas ruedas de prensa. El protagonista se decide según el día y las preguntas se empapan en Mencía una detrás de otra. Es esta una práctica periodística de las de verdad, alejada del copia y pega de teletipos. Un off the record permitido.

“Pereira viene para vencer y convencer”, continuó Saqués, sacando pecho. “Otros vinieron a retirarse. Y hasta les dieron la invalidez”, espetó otro comensal en relación a David Aganzo, en paradero desconocido tras su sabático año en Lugo. Pero el niño de los ojos de Saqués es Sergio Marcos, cedido por el Villarreal. Habla de él como el gran as de su baraja. El de Guadalajara ha demostrado hasta el momento ser uno de los jugadores con más clase de la nueva plantilla. La toca con precisión y sentido. Sólo le falta integrarse en la estructura de un bloque que ha sedimentado más rápido de lo habitual. Es el diamante que el Atlético no quiso pulir. El máximo mandatario cree que el muchacho (que tiene un aire con el protagonista de Malcolm in the middle) será el ídolo local que la hinchada reclama.

‘Vita’ todavía late en rojiblanco

Otrora los vítores fueron para jugadores como Vitaliano de la Cruz, ex portero rojiblanco, autor del actual himno del CD Lugo. El palentino fue otro de los que asumió el convite de Miguel Fernández, artífice de la reunión del lucensismo. Un joven, que como tantos otros, tuvo que salir de su Pol natal para buscarse el pan. Fue el cerebro de la reunión que él mismo cerró con un discurso de los que hacen patria sin estar en ella.

El CD Lugo 77-78: Toledo y Vita, primero y tercero por arriba | foto: archivo Manuel Cordido.

Vitaliano, profesor en los Maristas, es historia viva del fútbol gallego y de la provincia. Este palentino vistió la elástica del Lugo, Lemos y Pontevedra; entre otros. Con el club monfortino llegó a jugar en el viejo San Mamés, algo impensable en estos tiempos, en los que el equipo milita en la Preferente Norte. Sus vivencias como portero están recogidas en la obra La Catedral de los sueños, en referencia al feudo bilbaíno. Hablar con él sirve para empaparse de experiencias del pasado. En su retina todavía permanece el recuerdo del primer ascenso a Segunda B (1977/78), del que fue juez y parte.

Fue el recambio de Dosi, histórico cancerbero de la entidad de la ciudad amurallada, un jugador arrastrado por las desventuras del destino con el que cualquier lucense puede encontrarse, pero alejado de las glorias del pasado. ‘Vita’, como es conocido por sus amigos, compartió vestuario con jugadores como Toledo, que acabaría militando en el Celta. Contradijo la inapetencia del futbolista por formarse y estudió filología inglesa. Terminó su carrera en el Pegaso madrileño, un clásico ya extinguido. Ahora sigue de cerca la actualidad del equipo al que le ha puesto melodía con una pieza que evoca el pasado de la ciudad y ensalza las virtudes del fútbol modesto. “Mis mejores años como futbolista los viví allí”, recuerda.

‘Esconxuro’ para el Golem

Una queimada cerró el acto. El esconxuro lo pronunció cada uno hacia sus adentros. Pero hasta las meigas andan vestidas de rojiblanco en los últimos tiempos. Rota la maldición de Segunda, el Lugo sólo sabe mirar hacia la buenaventura. El equipo que vestía igual que el Atlético y tenía un escudo parecido al del Athletic es hoy un conjunto que perfora los filtros
del fútbol profesional. Tras un matrimonio provechoso inicia ahora una relación más abierta, vista con reticencias por unos y permitida por otros. Mientras se aclaran los nuevos roles, en el campo la escuadra continúa invicta, con aires de ser un Golem, aunque todavía el barro esté por cocer.

Fijado el sitio y los fundadores queda abierto el mercado para nuevas incorporaciones. No habrá cierre. El próximo punto a tratar será encontrar un lugar para las celebraciones del ascenso o la Copa del Rey, en la que el equipo todavía sigue vivo. La fuente de Cibeles, visto el éxito de su dueño en la última temporada, resulta idónea para regar las victorias que vendrán. También sirve que Manolete pida un reservado en Neptuno. Por ahora ya ha confirmado que si el Lugo asciende, toda Lugoslavia está invitada a comer en el restaurante con más solera de Madrid [Gracias Sr. Vilanova].

PD: posiblemente los partidos del Lugo en la capital se vean en el Galicia Dourada (Porvenir 19, metro O’Donell).

Comparte:

1 Comment

Deja un comentario