Johan Cruyff, además de ser un entrenador que dejó huella en el FC Barcelona desde su estancia en el banquillo culé hasta nuestros días (toda la mística del tikitaka blaugrana parte, de una u otra forma, de sus años como míster en la ciudad condal) dejó una serie de conceptos futbolístico-expresivos que aún hoy perduran en el imaginario colectivo del fútbol español, por encima de colores, filias y fobias. Frases tan recordadas como “el dinero debe estar en el campo, no en el banco”, “el fútbol es muy sencillo, si marcas un gol más que el rival, ganas”, “si tú tienes el balón el rival no lo tiene”, e incluso aquella mítica “tengo la gallina de piel” (¿?), forman parte de su filosofía de lo que, para el holandés, era o debía ser el fútbol. Además, fue el creador de un concepto que en estos días que nos ha tocado vivir se demuestra cada vez más presente en los clubes de fútbol, aunque Johan pretendiese circunscribirlo al FC Barcelona. Estoy hablando, y de eso quiero escribir hoy, del entorno.
El holandés sacó a pasear ese concepto tras una derrota en Praga, frente al Sparta, en Copa de Europa en 1992, Copa que a la postre acabarían ganando. Con ello se refería a una parte de la prensa, la afición y el socio culé que, a entender de Cruyff, afectaba con sus opiniones al bienestar del grupo y al rendimiento de los jugadores. Con el tiempo, el concepto de entorno fue girando hasta convertirse en el nominativo de toda corriente de opinión alrededor de un club, aunque sempre, y ahí está la clave del “conceto”, que diría Manquiña en “Airbag”, desde un punto de vista pernicioso, pesimista o directamente hostil.
Focalizando en el Lugo, los últimos vaivenes de acciones, dueños cambios y demás zarandajas que llevan ya varios (muchos) meses trayéndonos a maltraer en el Lugo, han dejado claro que hay un entorno abiertamente contrario a la nueva gestión de los nuevos mandamases rojiblancos. Nada que oponer a esto, ya lo escribí en su día, y si cada uno desayuna lo que quiere y cena lo que le da la gana, que menos que cada uno tenga sus filias y sus fobias, pasa en las mejores familias y también en la nuestra. Lo que me ha sorprendido más, porque directamente apunta a Luis Milla, que no deja de ser un profesional que ha venido a Lugo a hacer su trabajo lo mejor posible, es ese entorno (vamos a utilizar mucho esa palabra, me temo) que directamente niega por principio el pan y la sal a todo cuanto se haga, bueno o no, en la parcela deportiva (de la institucional para que hablar) del CD Lugo.
Hemos iniciado la temporada en Oviedo. Campo complicado, rival muy fortalecido por los fichajes y los euros del señor Slim, con una afición que empuja de lo lindo y una meta que ronda el ascenso a Primera (supongo que seguirán cantando el “Volveremos” en cada partido). Nos adelantamos por dos veces y por dos veces nos empatan, pero el Lugo muestra una imagen más que decente, aplicada y con novedades tácticas que son bien recibidas. Cierto que los carballones nos terminan embotellando, buscando el gol, pero oigan, no esperarían que nos dejasen hacer. La prensa gallega, la asturiana, la afición lucense en general, también algunos ovetenses que he leído por ahí, hasta Egea, técnico oviedista, alaban el comienzo del Lugo. Parece que hemos empezado bien y que hay motivos para ser moderadamente optimistas, pero, siempre hay un pero, ese entorno del CD Lugo, cada vez más menguado pero belicoso como pocos, capitaneado por un excolumnista, se empeña en no ver más que desastre donde otros, casi todos, vemos indicios de bonanza.
Para ese entorno, para ese excolumnista, todo está mal. Habla de defensa de chichinabo, de cobardía, puntúa a la mitad de los jugadores con un rotundo cero y, sin el más mínimo rebozo, acusa a Milla de “ser infiel a los principios fundamentales de Setién: la ambición”. Así, sin anestesia. Como si los resultados de Setién fuera de casa fuesen para presumir (dos victorias fuera en toda la pasada temporada) o como si Milla tuviese que jugar, por contrato, de la misma forma que lo hacía el cántabro. Ni una línea analizando las variantes tácticas que el Lugo ofrece este año, ni un reconocimiento a que el Oviedo, por nombres y presupuesto, es un equipo superior al Lugo. Nada. Para este entorno, a Oviedo había que ir poco menos que de paseo y todo lo que no fuese un 0-3 se tradujese en fracaso. Para finalizar, se despacha con un “el equipo sobrevivió gracias en parte a la herencia recibida”, lo que nos marca lo que será la línea argumental del susodicho entorno: lo que sea bueno lo será gracias a lo que había antes, todo lo malo será por culpa de los nuevos. Y con ese algoritmo tirarán toda la temporada.
Claro que el Lugo cometió errores, claro que sufrió en defensa, claro que el Oviedo pudo ganar, pero esto es fútbol, queridos, hay un rival enfrente y también querrá ganar. La defensa tiene que estar más expeditiva y la baja de Seoane (grande en su visita a nuestra peña, apunto) se nota como cuando a una bañera llena le quitas el tapón, pero un 2-2 en Oviedo, en la primera jornada, no es ni mucho menos el apocalipsis que nos quieren vender, interesadamente, algunos. Porque, sobre todo, el Lugo hará, seguro, partidos malos de verdad a lo largo de la temporada, y perderá, y también jugará mal, que para todo hay tiempo en cuarenta y dos jornadas, y no quiero pensar lo que ese entorno pesimista, negativo y revanchista dirá entonces. Tal vez habrá que recordarles el viejo eslogan de las grupos de animación de los clubs de fútbol, aquello de “te animaré cuando menos lo merezcas porque será cuando más lo necesites”, aunque comienzo a temer que, desde ese entorno negativo, ánimos van a salir más bien pocos.
PD: Me reta Borja en su Undecálogo a que comente la foto de Mouriz con todo el antiguo cuerpo técnico, con Setién a la cabeza, en las gradas del Tartiere. No lo haré, aún a riesgo de que me llame cobarde o feo, por dos razones. La primera, porque cada uno puede ir al fútbol con quien quiera y la segunda porque supongo que después de tantos años, Mouriz, Setién, Peón, Abad y Soto son amigos, y con amigos es como mejor se va al fútbol. Tal vez si el resultado fuese otro esa foto serviría, y mucho, para alimentar polémicas dañinas para el club, pero como el resultado ha sido el que ha sido y casi todos estamos contentos, no seré yo el que monte una polémica en sentido contrario.
Disfrutemos de este Lugo.
Foto principal: El Progreso.
Fotos cuerpo: Youtube y LFP
1 Comment