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En la mente de Luis Milla (defensa)

por Ramón Rivas 27 julio, 2015
Tiempo de lectura: 4 minutos

No me gustaría comenzar sin aclarar que hoy termina un fin de semana glorioso. Pablo Caballero, ídolo local, ha resuelto el Emma Cuervo con un remate antológico para rebajar los humos del Dépor (que llegaba invicto en pretemporada) a niveles del subsuelo. Esto, obviamente, se merece una celebración a la altura de las circunstancias. Ya sé que es un amistoso y que nosotros nunca podremos presumir de ganar ligas ni de realizar remontadas históricas en Champions ni de todas esas cosas de las que todavía viven a día de hoy, pero que se jodan. Nada más que añadir al respecto.

En otro orden de cosas, Marchena se ha marchado a la Súper Liga India, donde será entrenado por el también mítico David James. Se evapora de este modo cualquier posibilidad, por remota que fuese, de que el sevillano terminara recalando en la capital lucense, y yo que lo celebro. Aunque este rumor tiene pinta de ser totalmente falso, al estilo de los que relacionaban a Guti, Munitis o Dani Güiza con el club, a mí me gustaría que el CD Lugo sea reconocido como un conjunto que explora el mercado en busca de jugadores válidos con gran capacidad para aportar en las diferentes facetas del juego, y no como una escuadra que intenta situarse en el mapa mediático pagando fichas inasumibles a futbolistas cuyos mejores años quedaron en el olvido y buscan un retiro cómodo en el que seguir engordando su ego particular y su cuenta corriente. Creo y espero no ser el único.

Tras descargar la munición, me dispongo a redactar la segunda parte de este análisis sobre las diversas posibilidades con las que cuenta Luis Milla en lo referente a la alineación, y que hoy tratará sobre la zaga. La efectividad de esta misma, que normalmente se mueve en una dirección inversamente proporcional al ritmo cardíaco de la mayoría de espectadores, seguramente determinará la fiabilidad y, por tanto, las aspiraciones del Lugo en esta Liga Adelante 15/16.

Defensa:

Con Pavón en Ponferrada, Borja Gómez en Oviedo y Víctor Marco de regreso a tierras valencianas, la secretaría técnica se ha puesto manos a la obra para reconstruir una retaguardia que, en el momento de su llegada, combinaba jugadores muy poco curtidos (Dalmau, Puerto, Jon García) con otros cuyo estado físico ya se puede empezar a poner en duda (De Coz, Manu).

A pesar de que el lateral derecho parecía estar bien cubierto con dos futbolistas bastante complementarios, desde el club no se ha querido desaprovechar la oportunidad de incorporar a Serge Leuko procedente del filial del Valencia. El camerunés, siempre destacado en categorías inferiores, posee unas cualidades muy comunes entre los jugadores de sus características. Con 21 años de edad, sobresale por su ímpetu, su físico y su progresión ofensiva, lo que a veces le puede lastrar a la hora de replegarse en campo propio. A día de hoy no está muy claro si se irá cedido al Somozas, si se quedará a luchar por un puesto junto con Albert Dalmau o De Coz pudiendo colocar al catalán o al propio Leuko en una posición más avanzada o si, por el contrario, el perjudicado será David De Coz, con cuya marcha ya se lleva especulando varias semanas.

Si nos vamos al centro de la defensa, nos encontramos con dos perfiles bastante diferenciados. Por un lado, tanto Israel Puerto como Jon García encarnan el prototipo de central con poca altura, deficiente en el juego aéreo, pero muy válido tanto a la hora de sacar el balón jugado como de corregir errores atrás aprovechando una punta de velocidad inusual para un central. La idea inicial es que ambos compitan por un mismo puesto, y visto el reciente rendimiento de Puerto y teniendo en cuenta que Jon García sale de una lesión tan complicada como es la rotura de ligamentos, parece difícil a día de hoy imaginar un escenario con el vasco afianzándose como titular.

Por otra parte, con la incorporación de Carlos Hernández se ha intentado buscar un perfil similar al de Lolo Pavón, aunque con algunos matices que también evidencian las diferencias entre Luis Milla y Quique Setién. Si asumimos que Israel Puerto será el titular por la izquierda (C. Hernández también es diestro, y menos hábil con el balón en los pies), lo necesario era un futbolista corpulento, intimidatorio, fuerte físicamente y en el juego aéreo, y que aprovechase su experiencia para convertirse en el líder absoluto y mariscal de la zaga lucense. A pesar de sus escasos 24 años, el jienense cumple con nota todos estos requisitos y, a la espera de un cuarto central que todavía está por llegar, todo apunta a que esta campaña lo veremos en el once inicial durante la mayor parte de encuentros. Resumiendo, y para quien no haya visto muchos partidos del Sabadell en los últimos tiempos, se podría decir que Carlos Hernández tiene un perfil muy similar al de Raúl Albentosa (ex jugador del Eibar y reciente fichaje del Málaga).

Por último, y para terminar, llegamos a la posición peor cubierta de la plantilla a día de hoy. Durante los años que Quique Setién dirigió al club en la categoría de plata, Manu  se convirtió en un fijo en cada alineación, independientemente de los altibajos que experimentó su rendimiento. Su papel capital en la tanda de penaltis que nos llevó a la gloria, unido a su condición de capitán, crearon un mito entorno a su persona que al final no lo favoreció a él ni al equipo. En vista del panorama, ni Raúl Fuster ni Samu de los Reyes aguantaron esa situación de competencia desigual, y decidieron marcharse a mitad de temporada para probar suerte en otro lugar. A día de hoy, y creo no equivocarme, no soy el único aficionado del Lugo que piensa que Manu no tiene el nivel suficiente para ser un lateral izquierdo referencia en Segunda, y mucho menos para asumir la tarea de lanzar los penaltis. Su físico, ya en decadencia, tampoco le ha acompañado en esta última campaña, donde ha firmado algunas actuaciones casi vergonzantes.

Ahora, con nuevo entrenador y tal cambio de panorama deportivo, parece complicado que el ex del Ourense mantenga su condición de intocable. A la espera de la llegada de Saúl García, que se hará oficial en las próximas horas o días, el capitán se mantiene a la espera. Lo único que deseo, y debería desear todo buen seguidor del Club Deportivo Lugo, es que juegue el que realmente se lo merezca, tanto en el lateral izquierdo como en el resto de posiciones del campo.

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