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La vida sigue igual

por Iván Rolle 6 marzo, 2015
Tiempo de lectura: 2 minutos

Las cosas comienzan a marchar para el Lugo. Quique Setién y sus chicos han mejorado ostensiblemente durante las últimas jornadas y, poco a poco, van derrumbando los mitos que hacían que un porcentaje importante de la afición dudase de ellos.

Con la victoria por 0-2 en el Sadar el Club Deportivo Lugo insufló una importante dosis de confianza a sus hinchas. Los rojiblancos salieron en tromba, golpearon con fuerza al Osasuna y, cuando el partido se complicó por la expulsión de Lolo Pavón, fueron capaces de mantener la calma y aprovechar los nervios de un conjunto rojillo que se ve en una situación anormal entre su historia reciente.

Así las cosas, desde el empate en el José Zorrilla, los lucensistas han acumulado 10 puntos de 15 posibles (solo ensombrecidos por la derrota, clara, en Leganés). Una racha que les ha servido para alejarse del descenso, asentarse en la zona media y destruir algunos de los mitos que han acompañado al equipo durante esta campaña.

El primero, ese que dice que, pese a, probablemente, contar con su mejor plantilla de siempre, los de Setién están cuajando su peor campaña en Segunda. Cierto, a medias, pues tan solo suman tres puntos menos que en su mejor estadística a estas alturas (37) y dos menos que en la campaña 2012/13. Ni que decir tiene que mejoran con claridad los números de su año de debut en Segunda, en la campaña 92-93, en la que acabaron bajando. En la jornada 27 de aquel año del esteno en la categoría de plata, eran colistas, con solo 27 puntos.
Las cosas se ven con más optimismo, incluso, si comparamos las distancias con el descenso. Hace dos campañas el Mirandés situaba estas posiciones ocho puntos por detrás del Lugo; la pasada, era el Sabadell el que lo marcaba, con solo cinco puntos menos que un Lugo que firmaba su mejor estadística a estas alturas (37 puntos); ahora, se distancian en siete puntos del Barcelona B, décimonoveno, con el plus de que los blaugranas visitarán mañana el Anxo Carro, por lo que, de continuar con la dinámica de los últimos encuentros, se podría dar una estocada casi definitiva al peligro del descenso.

Otra de las grandes acusaciones a este Lugo es la falta de gol. Y cierto es que suena mal que el pichichi del equipo sea un extremo como Iriome, con cinco tantos en su haber. Luego están Luis Fernández e Iago Díaz con cuatro y los otros dos delanteros rojiblancos, Aganzo y Lolo Plá, suman tres. Sin embargo, las apariencias engañan, una vez más, y este es el Lugo más goleador de su corta historia en Segunda. Acumula 29 tantos en su haber, por los 27 que calcaba durante las dos últimas campañas y los tan solo 16 que sumaba en el 93, cuando era colista casi condenado al regreso a Segunda B.

También es cierto que se trata del Lugo más goleado en la categoría de plata, aunque sea por diferencias muy estrechas. Hace dos campañas había encajado 34 goles, los mismos que ahora, y el pasado año uno menos, 33. Curiosamente, el Lugo más sólido en la retaguardia data de la calamitosa campaña 93, cuando solo había recibido 27 tantos en otros tantos partidos.

Desde la llegada de Setién, los rojiblancos parecen abonados a unas estadísticas casi calcadas. Comiencen bien o mal, atraviesen buenas o malas rachas, la vida sigue igual en el Anxo Carro.

Foto: LFP.es

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