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Tras la sombra de Carlos Mouriz (primera entrega)

por Ramón Rivas 4 febrero, 2015
Tiempo de lectura: 6 minutos

Genio, figura o salvador son tres de los múltiples adjetivos (todos ellos positivos) que se le suelen adjudicar a nuestro tranquilo y reflexivo director deportivo, Don Carlos Mouriz Castro. A mí, desde mi cómodo y nada problemático sillón, tras ver los múltiples movimientos realizados por el Lugo en este mercado invernal, se me ha ocurrido hacer un repaso de todas las contrataciones que se han hecho desde que somos carne de segunda división. Para dar un margen de tiempo siempre necesario, no mencionaré los fichajes de esta temporada a excepción, claro está, de Samu de los Reyes, que ya galopa la banda con la camiseta del Llagostera.

Aunque no me gustaría, debo recordar de nuevo un aspecto importante para el devenir de estos dos artículos. Por mi seguimiento diario de la prensa deportiva, de los movimientos de diversos jugadores y de la trayectoria de otros tantos equipos, creo ser mínimamente consciente de cómo andan los valores de mercado, de qué futbolistas pueden ser susceptibles de vestir la rojiblanca y aportar en positivo, y de qué otros lo pudieron haber hecho en el periodo seleccionado. Por esa línea se moverá mi análisis en cuanto a las valoraciones positivas o negativas, aunque al contrario de las últimas semanas, intentaré aportar un poco más de información y menos opinión (sin perder nunca el sentido del humor). Hoy tendréis la primera entrega, y mañana la segunda. Existen dos razones de peso para proceder así. 1º: En total son 32 fichajes, demasiados como para ponerlos todos en un mismo artículo, pues entiendo que tendréis más cosas que hacer durante el día. 2º: Como Iván, que suele publicar los jueves, se ha marchado a Bélgica en busca de chochetes con buenos pechotes, aprovechamos y así le dais dos veces al click (qué ingenio tenemos). Vamos al lío, a ver si no morimos en el intento.

Temporada 2012/13

Yoel Rodríguez (portero): Llegó a modo de cesión desde el Celta para foguearse un año más en la categoría de plata, y vaya si lo hizo. Titular sin discusión, firmó muchas actuaciones de mérito, incluso salvadoras, combinadas con una cuota de error muy baja. El tiempo demostró que estaba preparado para algo más grande, y que el conjunto vigués debió apostar por él desde un primer momento. Una sola temporada como titular en primera le ha servido para firmar por el Valencia.

José Juan (portero): Uno de los grandes aciertos de la administración Mouriz. Tras un primer año de letargo, superado ampliamente por Yoel, Jota Jota nos demostró que tras esa cara de niño travieso y exitoso empresario se escondía un guardameta como pocos en toda la categoría. Todos conocemos sus puntos fuertes y su flanco débil, pero creo que coincidiremos en que el balance global es realmente positivo.

Manuel Pavón (defensa): Seguimos de enhorabuena. Desde Soria, no sabemos en qué medio de transporte, llegaron un tipo alto con coloretes y una esposa que levantó a todo el Anxo Carro (no especificaremos el apéndice). Lo cierto es que Pavón siempre contó con la confianza de Setién, y se nota que cada vez los errores son menos y los aciertos más. Condiciones le sobran, y siendo capaz de mantener la concentración durante tramos más largos de tiempo, estamos hablando de un señor central.

Miguel Ángel Tena (defensa): Lo fichamos en enero de 2013 y se marchó en enero de 2014. Llegó como un parche, supo asumir su rol de central suplente y nos agasajó con 16 partidos jugados y un gol anotado. Sin hacer demasiado ruido, creo que con su carácter dócil y actitud predispuesta dejó un grato recuerdo en la parroquia lucense.

Raúl Fuster (defensa): Venía con un cierto crédito para pelearle el puesto a Manu, que no sabíamos cómo encajaría el cambio de categoría, pero Setién pronto dejó claras sus intenciones. Apenas participó en 2 partidos y a mitad de año dio la espantada, cansado de ser un cero a la izquierda. El porqué de su fichaje es todavía un misterio.

David de Coz (defensa): Salió muy bien. Era veterano, y supo aportar ese punto de experiencia siempre necesario en un equipo novato en segunda, al tiempo que se hizo con el lateral derecho a base de subir y bajar la banda. Ahora parece que, por condición física, tanto Dalmau como Seoane le han comido la tostada, pero lo que no está tan claro es que vayan a superar el gran rendimiento que nos prestó el andaluz.

Víctor Díaz (defensa-centrocampista): Si hay una palabra que le define, esa es la polivalencia. En ambos laterales, de extremo, de centrocampista… Nunca consiguió ser un fijo en el once, pero le sirvió al técnico de comodín en muchísimos partidos a lo largo de dos temporadas. Se marchó al Recreativo en busca de algo mejor, dejando patente la incapacidad del Lugo para sacar tajada a la hora de deshacerse de cualquier jugador.

Fernando Seoane (centrocampista): El pilar del Lugo. El trabajador incansable y el recuperador voraz. A pesar de que esta temporada, en la línea del resto de compañeros, ha bajado sensiblemente el nivel, me atrevería a certificar que ha sido y sigue siendo nuestro jugador franquicia.

Héctor Font (centrocampista): No decepcionó con las expectativas del jugador que un día prometió, pero del que ya no quedaba rastro. Vino para poner la magia en tres cuartos de campo en un equipo al que le iba a costar mucho hacer gol, pero falló en el intento. Fue titular media temporada, hasta que su apatía y los servicios médicos del club decidieron dar su año por terminado. Creo que no habrá muchos precedentes de futbolistas que hayan estado tanto tiempo de baja por una infección nasal.

Rubén Durán (centrocampista): Vino de la UD Logroñés para ser siempre importante, ya fuese desde el banquillo o partiendo como titular. El ahora jugador del Rácing jugó 27 encuentros en total y sin duda nos dejó detallitos de la magia que posee. La valoración es positiva.

Diego Tonetto (centrocampista): Casi ninguno de nosotros le conocía, y a pesar de que participó mucho la única temporada en que estuvo aquí, podríamos decir que pasó como un fantasma. Nos lo vendieron como un talento desconocido, pero pronto comprobamos la cruda realidad. Diego Tonetto era un jugador al que, en ese momento, la categoría le quedaba un poco grande.

Samuel Galindo (centrocampista): Todas y cada una de las noches de mi vida me pregunto cómo este jugador pudo pertenecer al Arsenal. Solo participó en 7 encuentros, y quedó muy claro que nos habían vendido la moto. Eso sí, nos dejó una foto y varios tuits para el recuerdo.

Pablo Álvarez (centrocampista): Era uno de los futbolistas con más nombre de toda la plantilla, y a pesar de que jugó dos temporadas a buen nivel, nos dejó un sabor un tanto amargo. Si en algún momento esperamos a un hombre muy desequilibrante, que marcara las diferencias, desde luego acabamos decepcionados. Ahora está viviendo la dulce vida en la MLS, junto a David Villa.

Iván Pérez (centrocampista): Hay algo extraño que siempre ha rodeado la carrera profesional de este futbolista. Dotado con un talento innato, por diversas razones el compostelano no ha podido triunfar en el deporte rey. Llegó a la ciudad de la muralla en enero de 2013, y hasta su marcha este verano, siempre que las lesiones se lo permitieron fue una pieza importante en el entramado ofensivo del equipo. Su zurda nos regaló alguna que otra tarde especial.

Antonio Guayre (delantero): No sé si en algún momento la dirección deportiva del Lugo se dejó hechizar por el recuerdo de la mejor época del delantero canario. Lo cierto es que llegó en enero, y cuando consiguió ponerse en forma, la temporada ya casi había expirado. Jugó tan solo 2 encuentros en su corto periplo como rojiblanco.

Óscar Díaz (delantero): El gran pelotazo, probablemente, de toda la segunda división. Llegó como un refuerzo para la banda, o para jugar como segundo punta, pero las bajas en la delantera obligaron a Setién a apostar por él. Media permanencia de su parte, y 15 goles anotados, fueron el recuerdo que nos dejó el mejor delantero que hemos tenido en años. Se marchó al Almería por la ridícula cifra de 30000€.

Airam Cabrera (delantero): Otro refuerzo de invierno, que llegó para cubrir suplencias. Le sobraban varios kilos, pero aun así supo batirse el cobre en la delantera. Marcó 3 goles, todos la misma tarde, y nos dejó con la sensación de no haber aprovechado al máximo todo su potencial. Hoy en día se da festines en Segunda B con el Cádiz.

Mauro Quiroga (delantero): La apuesta más fuerte de la primera temporada, que la mala suerte nos tiró por la borda. Un delantero alto, joven, potente, que tenía muy buena media de goles por minuto. El Lugo se ofreció a abonarle un alto salario, y una rotura de ligamentos nos dejó con las ganas de saber cómo habrían sido las cosas. Los pocos minutos que pudo jugar al final del curso demostraron el gran jugador del que se trataba.

Fran Sol (delantero): Otro fiasco. Venía de la cantera del Madrid, como una promesa de tantas que necesitaban minutos lejos de casa. El mirlo tenía otros planes, o el club esperaba otra cosa de él. Lo cierto es que se marchó a los 6 meses, como uno de tantos que pasaron por aquí sin pena ni gloria.

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