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2786

por Daniel Martínez Baniela 27 febrero, 2015
Tiempo de lectura: 4 minutos

2786. Dos mil setecientos ochenta y seis. Voy a repetirlo por tercera vez, 2786. Ese es el número de espectadores que se (nos) concentramos en el Anxo Carro para animar al CD Lugo frente al Recreativo. Ahora que el partido ha pasado todos estamos más relajados, pero quiero recordar que, antes de que el balón comenzase a rodar el domingo, el partido era poco menos que crucial, contra un rival directo por la permanencia y que, de torcerse las cosas, y estuvo cerca la cosa, nos toparíamos con el descenso mordiéndonos los tobillos. Pues bien, ante esa cita tan importante, solo nos congregamos 2786 aficionados. Ese es el poder de convocatoria de este equipo, esa es la masa social, esos somos “os de sempre”. Ante el ruido acerca de la propiedad del equipo, eso es lo que hay: dos mil setecientos ochenta y seis. De pena.

De pena, si, y no os enfadéis, pero es lo que hay. Un equipo que hace cuatro días se arrastraba por el barro de Tercera y que ahora vive el sueño del fútbol profesional solo mete en su campo a 3000 tipos, habas contadas, de media. Recuerdo cuando, tras el ascenso, todos clamábamos por una grada en el fondo sur, que qué mal quedaba el campo así, y además se iba a llenar. Ahora la misma grada languidece, solo habitada por los colegios de la provincia que vienen, a menudo invitados, y poco más. Tribuna y Preferencia muestran cada vez más huecos y hasta el Fondo Norte, otrora la zona más habitada del campo, muestra alarmantes calvas.

No me trago milongas a este respeto, lo siento. El club no ha podido poner los abonos más baratos (recordemos que cada persona que compró el paquete de 77 acciones recibió a cambio la prebenda de no pagar abono durante dos años), e incluso ha habido alguna promoción que otra. Me rio en la cara del que dice que es caro ver al Lugo, como me rio del que dice que la ciudad es más del Breogán, como si tuviese algo que ver, como si en el Pazo se juntasen 20.000 almas a animar a los de Lisardo Gómez. El Anxo Carro es incómodo y hace frío, correcto, pero no más que la mitad de estadios españoles, incluido el Bernabéu, donde el año pasado casi cojo una pulmonía, o el Camp Nou o el Calderón, con tres cuartas partes sin cubierta y bajo la lluvia. No, la gente no baja al fútbol porque no le sale de sus santísimas gónadas. Eso si, para opinar al calor de la barra del bar, copa de Soberano y palillo en boca, que si Pita o Manu, que si Dani Mallo o Aganzo, que si Saqués o López. Bah.

Y luego está el rollo de la venta de las acciones de la Diputación y el Concello, que os juro que si tuviese un millón y medio lo metería en eso aunque solo fuese para que se acabase el tema de una puta vez. El domingo la polémica llegó, como era de prever tras la rueda de prensa de Mouriz, al estadio, donde se gritó en contra de Saqués y hasta se vio alguna pancarta con jocoso juego de palabras, acróstico incluido, de apoyo a la directiva actual (entiendo que querrían decir Consejo de Administración) y rechazo al empresario que vino del frio (del frío industrial, concretamente). Se cantó “Tino no te queremos” e incluso “O Lugo somos nós”, cosa que me produjo no poca hilaridad, primero porque o bien todos lo que lo corearon son accionistas, cosa que dudo, o la canción no estaba en lo cierto, y segundo, porque me dio por pensar que si el Lugo éramos solo los que estábamos en el campo (otra vez lo repito, 2786), muy jodidos íbamos a estar.

En mi opinión, y de eso, de opiniones, cada uno tiene las mismas que ombligos, y tal y como están las cosas, los accionistas, socios y aficionados del Lugo tendríamos que besarle los pies (por no decir otra cosa) al que venga y ponga un millón y medio largo por este equipo, apellídese López, Saqués o Aurora do Carballiño, pero en lugar de eso nos ponemos a pitarle, a sacarle pancartas o, desde el otro lado, pitar a quienes cantan o sacan pancartas. Un sindiós, en definitiva, alimentado por todos, que queremos hacernos los entendidos de concursos, proyectos deportivos y enajenaciones de acciones. ¿Sabéis lo que me gustaría, que las pancartas a favor o en contra de Saqués, López y el Consejo de Administración se convirtiesen en pancartas y cánticos de apoyo a los chavales que se están jugando la permanencia en el verde, y en contra de Tebas, que ese si que nos está jodiendo bien. Ese, por cierto, si fue un cántico que secundé. Ese y los de apoyo al equipo, que es lo que debería importar ahora, no andar con dimes y diretes de este o aquel. El equipo, el escudo, por encima de todo. Cuanto nos cuesta asimilar eso.

En definitiva, si somos pocos y encima, divididos, mal futuro le veo a la historia . No seré yo, liberal convencido, el que le niegue a nadie la capacidad de protestar sobre lo que le salga del orto, faltaría más, pero sí pediría que, en la balanza, pusiese lo que necesita ahora mismo más el equipo, apoyo o convertir cada partido en casa en una soflama a favor o en contra de dos individuos, Saqués y López, que de momento no marcan goles. Además, la vida es muy puta y le gusta gastar bromas pesadas, aún cabe la posibilidad de ver adular a alguien a los mismos que antes lo mataban, cosas más raras se han visto. Dediquémonos a lo nuestro, y a ser posible en mayor número, que no vamos a sacar más tajada que celebrar la permanencia del equipo. Eso es lo que importa, en eso si que diré que o Lugo somos nós.

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