Lolo Pavón se impone con solvencia en un lance ante un jugador del Mirandés (LFP)
He de admitir que nunca creí que fuese a decir esto. Tu apariencia no es la que suele dejarme prendido. Y tus actuaciones iniciales me hicieron pensar que nunca llegaría a entender tu arte. Y luego está algún amigo, que conocía con minuciosidad tus anteriores andanzas, y me decía que no eras lo que buscaba. Pero, ayhh amigo… ¡Cómo te voy a echar de menos, Lolo!
Lolo Pavón, digo. Que entiendo que Lolo Plá pueda tener sus públicos, oigan. Que yo, que estudio en Valladolid, tuve la suerte de verle algún partido en el Real Valladolid B y la verdad es que el chaval también sabe jugar a esto. Aunque disculpen que yo sea más fan de Luis Fernández, que a lo mejor a los 15 goles que dicen por ahí no llega, pero tiene un nosequé y un noséquémás que va a dar –y ya está dando- bastantes puntos al Lugo.
Pero me desvío del tema. A lo que iba es a Lolo Pavón. Que me ha conquistado. Probablemente porque es de los míos: central feo y limitado, de los que no gustan a primera vista –a decir verdad, yo ya hace años que no engaño a nadie en esto del fútbol, ni a primera ni a cuadragésima sexta vista-. Pero luego veo que Setién también se sitúa entre sus fanes. Y Quique será raro, a veces quizás no se entienda ni él mismo y es capaz de caer en tantas contradicciones en la toma de decisiones como el Ilustrísimo señor presidente del Gobierno. Pero, oigan, de fútbol debe saber algo, que miren dónde tiene al Lugo, un año más, y el pedazo de futbolista que fue.
Y es que el central granadino es el segundo jugador lucensista que más minutos acumula esta campaña en la competición liguera, solo por detrás de José Juan, al haber disputado 10 de los 11 partidos íntegros; un total de 900 minutos. Que además, jugase completos los 12 últimos partidos de la pasada campaña, desde que Setién decidiese sentarlo en Córdoba, allá por mediados de marzo, en un encuentro que concluyó con empate a uno, indica su capital importancia en el esquema del técnico santanderino. Ahora, cinco cartulinas amarillas en estas 11 primeras jornadas de Liga hacen que se pierda el próximo encuentro.
Se le echará de menos el domingo ante el Sabadell. Y es que pese a que a su llegada desesperó a muchos, cada vez somos más los que lo consideramos el más indispensable de la línea defensiva del Club Deportivo Lugo. Se ha asentado, es indiscutible. Ha paliado la lentitud que antes desesperaba con una formidable colocación. Su falta de contundencia ha disminuido mucho y, además, la suple con una salida de balón que mejora y de qué manera. Qué quieren que les diga, ni trayendo quince encontramos a otro aí. Y, como es lógico, cada vez somos más #loslolistas.
El domingo no solo faltará él. También lo hará Jon García. En un principio, Borja Gómez iba a ser el único central disponible para la visita del Sabadell al Anxo Carro. Yo ya me imaginaba a Iago Díaz marcando a todo un Raúl Tamudo, y claro, pasaba miedito. Por suerte, Víctor Marco se ha recuperado de un día para otro de forma casi milagrosa y entrena con normalidad desde ayer con el objetivo de volverse a asentar en el centro de la zaga, donde esperará a Lolo Pavón para volver a conformar la pareja de centrales más sólida con la que el Lugo ha contado en su historia reciente. Aunque esperemos que Borja Gómez le ponga difícil a Setién el mantener esa defensa.
Foto: LFP.