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Buenos recuerdos

por Iván Rolle 18 octubre, 2014
Tiempo de lectura: 3 minutos
CD Lugo

CD Lugo

He de admitir que pocos partidos me ponen tanto como la visita que el Lugo realiza esta tarde a Mendizorroza. Supongo que será por mi gran afición a los cánticos de grada o quizás porque el Alavés fue ese equipo que me enseñó a creer en los imposibles cuando se quedó tan cerquita de ganar una UEFA a todo un Liverpool pese a tener al amigo Jordi Cruyff en el once -meritazo-, porque los partidos ante el Alavés en Segunda División no son de demasiado grato recuerdo. Los vascos son uno de los pocos equipos contra los que el Lugo nunca ha puntuado en la categoría de plata del fútbol español. Si bien estos dos conjuntos tan solo coincidieron en Segunda durante la pasada campaña, cuando los vitorianos ganaron los dos enfrentamientos: 2-1 en la primera vuelta y 0-1 en el Anxo Carro a solo tres jornadas del final del campeonato, complicando la vida al Lugo y haciéndole pasar muchos más apuros de los previstos para salvar la categoría.

Pero yo soy un tío positivista y con buena memoria, por lo que prefiero hablar de tiempos mejores. Tiempos en los que el Lugo era campeón del grupo I de Segunda División B, en los que el lucensismo era un sentimiento en auge, en los que el “9” rojiblanco se hinchaba a meter goles y en los que no existía ningún blog o web de nombre ingenioso que les hiciese perder el tiempo con textos como este, que probablemente no aporten nada su existencia.

El caso es que Mendizorroza también trae buenos recuerdos por Lugo. Sino remóntense a la campaña 2010/11. El mejor Lugo en casi dos décadas se jugaba la segunda eliminatoria de ascenso a Segunda División ante el Deportivo Alavés -venía de caer en la ronda de primeros ante el Real Murcia y, tras superar a los alaveses, acabarían perdiendo la batalla decisiva ante el Alcoyano– y lo superaría tras 180 minutos de una igualada e intensa lucha que devolvía la ilusión por lograr el ascenso a los lucenses. Finalmente, tendrían que esperar una campaña más para festejarlo.

Y eso que en la ida, disputada en Vitoria, la superioridad alavesina fue muy clara. Los rojiblancos tuvieron el balón, pero lo utilizaron casi más como un arma defensiva. Ya saben: “Mientras yo tengo el balón el rival no puede atacar”. Solo un par de acciones de Iván González, que ese día arrebató un puesto en el once a Gorka Azkorra, alteraron tímidamente a la parroquia local, mientras que el meta lucensista Escalona se erigió en indiscutible héroe de los suyos, especialmente por una doble parada en una gran acción de Indiano en cuyo rechace volvió a ser probado por Casares.

Así las cosas, después del empate a 0 en Álava, el Lugo debía ganar en el Anxo Carro para poder seguir soñando con el ascenso. Y la vuelta en tierras gallegas nada tuvo que ver con la ida en Euskadi. El Lugo salió a dominar, a tener el balón y dispuest a comenzar un acoso y derribo constante al meta alavesino Dituro. Así, a los 20 minutos Iván González adelantó a los rojiblancos al cabecear un buen centro de Manu. Se ampliarían diferencias por mediación de Arroyo, que aprovecho una gran contra de Iván poco después del descanso. Jito recortó diferencias para los vitorianos, que en el tramo final quisieron pero no pudieron. Y así el Lugo se colaba en la eliminatoria decisiva por el ascenso ante el Alcoyano. Tendría que esperar un año más para poder celebrarlo.

Foto: Pradero

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