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Me vale

por Daniel Martínez Baniela 25 septiembre, 2014
Tiempo de lectura: 3 minutos

Estimados amigos y vecinos, lucenses y lucensistas todos, hoy vengo en plan positivo. Después de leer ayer a mi amigo y compañero de web Borja, cubriendo mi ausencia de los miércoles, diciendo que yo suelo dar leña, he hecho sincero examen de conciencia y me he propuesto, a modo de penitencia autoimpuesta, ser más positivo, sonreír a los niños y ayudar a las viejecitas a cruzar Ramón Ferreiro en hora punta. Además, donaré mi camiseta del Borussia Dortmund a alguna causa benéfica y reciclaré vidrio e incluso, en un alarde, el aceite usado de las croquetas. Y también hablaré de las cosas buenas del CD Lugo, que las tiene a puñados. Entiendo que mi pose “hater” haya confundido a más de un aficionado con especial querencia por las redes sociales, pero creedme, hermanos, yo, como vosotros, solo quiero lo mejor para los del Anxo Carro, o de lo contrario no sería ni socio, ni accionista, ni aficionado, ni ná.

Porque, ahora que está tan en el alero el debate acerca de la sequía goleadora del Lugo, de lo romo del ataque de los de Setién y de la necesidad de empezar a ganar si o si, como si eso fuese fácil en la Segunda División más dura de la historia, es necesario parar, tomar aire, mirar la clasificación de la Liga Adelante y tranquilizar los pulsos y los nervios. De momento lo que hay es un decimocuarto puesto, seis puntos en la saca tras cinco jornadas y unas sensaciones positivas que hay que cuantificar y valorar más allá de los puntos a mejorar, que también existen.

Seamos positivos. Sí, es cierto que llevamos un gol en cinco jornadas o, para los amantes de las estadísticas, una media de 0´20 goles por partido. Y si, también es cierto que en esos mismos partidos hemos encajado tres chicharros, todos juntitos en Las Palmas, lo que hace que nuestro balance entre goles a favor y en contra sea negativo. Si queremos seguir fustigándonos podemos clamar conque ese único gol lo marcó un mediocentro, Pita, y que de los delanteros, extremos y mediapuntas no tenemos noticias en la parcela de la anotación, y será verdad. Pero recordad, os dije que, al menos hoy, iba a intentar ser positivo, así que dejadme explayarme.

Todo lo de antes es cierto, y es más que obvio que el Lugo tiene, por el momento, un problema de efectividad en Liga. Pero si hablamos de efectividad, ¿hay algo más efectivo que la capacidad que hasta ahora ha demostrado el Lugo de convertir un gol a favor y tres en contra en un saldo de seis puntos en la tabla clasificatoria? ¿Acaso eso no es maximizar beneficios? ¿Se puede tener más con menos? Valoremos en su justa medida lo logrado hasta ahora, que no es moco de pavo.

Desconozco si os gustan las motos, si seguís el Mundial de motociclismo y si sois más de Márquez o de Lorenzo. A mí, personalmente, me aburren sobremanera, pero siempre tengo en la cabeza un dato que me gusta utilizar cuando se habla de efectividad. En 1999, Emilio Alzamora se proclamó Campeón del Mundo de 125 cc habiendo ganado la friolera de ¡cero carreras! ¡Cero! ¡Ni una! Y os pregunto, ¿alcanzó su objetivo? Yo diría que con creces. Permitidme otro ejemplo, este ya futbolero: en la temporada 87-88, el PSV Eindhoven ganó la Copa de Europa sin haber ganado ni un solo partido entre cuartos de final y la final. Solo empates, pasando todas las rondas por el valor doble de los goles en campo contrario y ganando la final al Benfica en los penaltis. Otro ejemplo de efectividad.

Quiero decir con todo esto que el Lugo está maximizando resultados con lo que tiene en el campo de una forma realmente admirable y digna de ser elogiada. ¿Qué no metemos goles? Pues que no nos los metan tampoco. Lo que hace el Lugo ahora mismo se llama regularidad, sacar un puntito tras otro, haciendo de la necesidad virtud y de la defensa su mejor arma para sacar puntos, mientras espera que lleguen los goles, que llegarán. Y poco a poco se va sumando, que es la forma que tienen los grandes, por cierto, de pasar las crisis, empatando. Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero, y el Lugo ya lleva seis.

Por supuesto que todos queremos ver goles de los nuestros, que Luis Fernández se sacuda el gafe, que Lolo Plá repita el trallazo de Copa, ver si Aganzo aún tiene pólvora y si los que vienen por detrás meten alguna, pero mientras tanto, a modiño, sumando punto a punto, vamos haciendo el colchón necesario para salvar la categoría. Sé que el Lugo actual no tiene excesiva pimienta, que le falta picar arriba y que no es el Bayern de los años 70, pero mientras que no llueven los goles vamos bebiendo sorbitos del pozo de los puntos, y eso nos va calmando la sed. Maximizamos beneficios, y eso, que queréis que os diga, a mi me vale.

Foto: LPF

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