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Jugar contra el Lugo es una pesadilla, por Nauzet Robaina (@NauzetRo)

por Lugoslavia 6 septiembre, 2014
Tiempo de lectura: 2 minutos

Durante los últimos dos años, el lunes siguiente después de haber jugado contra el Lugo ha sido siempre como sufrir una resaca después de una gran fiesta. Una de esas a las que acudes con grandes expectativas y lo más cerca que estás de pillar cacho es cuando la camarera te da la vuelta de lo que has pagado por la copa -te devuelve la mitad del ojo que te has dejado, vamos-. Algo así es jugar contra el Lugo últimamente para la UD Las Palmas: Llegar con el cartel de favorito, esperar ganar fácilmente e irte después de los 90 minutos con una cara de tonto que no hay quien te la quite.

Me pongo a pensar en el Lugo y me vienen imágenes a la cabeza que me hacen recordar desgracias y humillaciones. Veo a Carlos Pita escondiendo la pelota como si fuese su juguete y no quisiera que el resto de niños lo tocasen. Recuerdo a De Coz subiendo por la banda como Cafú y marcar un gol ‘maradoniano’. También puedo ver a Óscar Díaz y a Renella fusilando a Barbosa. Incluso hay vagos recuerdos de un Yoel que parecía el mejor portero del mundo cuando jugaba contra los que visten de amarillo. En las dos últimas temporadas en Segunda División jugar contra el equipo de Setién ha sido una pesadilla, sobre todo en el Ángel Carro.

Un síntoma de optimismo para los intereses de la Unión Deportiva es que esta vez habrá en el banquillo local del Estadio de Gran Canaria alguien capaz de plantear un partido digno ante un maestro como es el entrenador cántabro. Hasta ahora, los duelos contra el Lugo ideados por Sergio Lobera habían acabado siempre en catástrofe. Con la llegada de Paco Herrera a la casa amarilla se prevé que el equipo va a competir mejor en aquellos partidos que antes se les atragantaban, esos en los que cuando el rival imprime un ritmo alto aparece el miedo y el planteamiento inicial se desmorona. Además, la plantilla que se ha confeccionado para este nuevo curso a priori resulta mucho más compensada que la de años anteriores y en el banquillo podrían encontrarse soluciones, si el encuentro se complica, que en otro tiempo escaseaban.

No obstante, enfrente seguirá estando el mismo ejército lucense dirigido por el mismo general de batalla. Pasan los años pero la filosofía es la misma. Y lo seguirá siendo mientras Seoane y Pita sigan jugando juntos destrozando medulares, mientras Manu y De Coz se incorporen al ataque como flechas desde los costados, mientras arriba siga existiendo un delantero que las pelee todas bajo la consigna de su técnico -ya sea Óscar Díaz, Renella, Luis Fernández o el panadero de la esquina-.

Es innegable que nuevamente Las Palmas parte como favorito en este encuentro. Es quien tiene la exigencia de ascender tras la debacle del pasado 22 de junio y quien debe deleitar ante su público. Ganar al Lugo podría ser la primera muestra de que este año algo está cambiando en el entorno, de que puede que este sí sea el año de verdad, que nadie saltará antes de tiempo. Habrá que esperar al domingo para conocer el desenlace pero hoy, cuando aún quedan algunos días para el partido, pensar en lo que es jugar contra el Lugo es resucitar viejos fantasmas que no apetece recordar.

Foto: LFP

Artículo de Nauzet Robaina, redactor en www.udlaspalmas.net

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