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Pelayo Novo, más mordiente en la medular

por Ramón Rivas 31 julio, 2014
Tiempo de lectura: 3 minutos

Continúa la puesta a punto del Cedé Lugo, y al mismo tiempo no dejan de llegar caras nuevas. La última incorporación ha sido Pelayo, que llega en forma de cesión para cubrir el vacío dejado por Rafa García, aunque no son jugadores de un corte muy similar.

Tras pasarse toda su niñez futbolística en la cantera del Real Oviedo, a los 19 años consiguió dar el salto al primer equipo, con el que tuvo una trayectoria brillante en Segunda B. 79 partidos entre 2009 y 2012 y 13 goles fueron el único legado que dejó atrás cuando el ilusionante proyecto del Elche llamó a su puerta. No cabe duda de que ‘la perla del Requexón’ es uno de los grandes talentos que han salido del Tartiere en los últimos años.

Sin llegar a ser un fijo para Escribá, consiguió alterar con cierta regularidad los planes del técnico valenciano, ya fuese rompiendo la sólida pareja Rivera – Mantecón en el centro del campo o bien inmiscuyéndose en una línea de tres más adelantada que contaba con hombres de la talla de Fidel, Carles Gil, Jordi Xumetra, Aarón Ñíguez o Miguel Palanca, casi ná. Muy meritorio, por tanto, haber tenido un cierto protagonismo en aquel Elche que arrolló en Segunda y demostró, por juego, plantilla y entrenador, estar sobradamente preparado para el primer nivel (cosa que confirmó esta temporada).

Con 22 años y una exigua experiencia en la categoría de plata, insuficiente para dar el salto a Primera División, el cuadro ilicitano decidió seguir cocinando al jugador a fuego lento, y lo cedió al Córdoba. Repitiendo papel, Pelayo no se convirtió en imprescindible ni para Pablo Villanueva en un primer momento ni para el ‘Chapi’ después, pero sí en necesario. 24 partidos y un gol ante el Alavés alumbran su intermitente temporada a orillas del Guadalquivir. Para el recuerdo quedará su centro ante la UD Las Palmas que, previo cabezazo del mitiquísimo Raúl Bravo, sirvió a Uli Dávila para empujar el balón al fondo de las redes defendidas por Barbosa, y al mismo tiempo que daba el ascenso de categoría al conjunto verdiblanco, escribir una de las páginas más curiosas de toda la historia del fútbol español.

El ‘talismán’ aterriza en Lugo

Aunque es altamente improbable que la llegada de Pelayo traiga consigo un nuevo ascenso, que para el jugador sería el tercero consecutivo, supone una inyección de moral brutal para supersticiosos e infalibles lectores del horóscopo diario. Excluyéndome de ese grupo, prefiero pensar que tanto Mouriz como Setién se han basado en motivos de otra índole a la hora de incorporar al ovetense.

De complexión liviana, Pelayo no destaca por su fuerza física ni por su capacidad a la hora de recuperar balones, a diferencia de Rafa García. Mucho más dotado técnicamente, se siente muy cómodo con un mediocentro de contención al lado, o incluso actuando como volante en una 4-3-3, esquema que Quique Setién utilizó en algún partido al final de la temporada pasada.

Tiene calidad suficiente para ser un referente en la salida de balón, y al mismo tiempo capacidad para llegar al área rival siempre con el gol entre ceja y ceja. Su metro y 83 centímetros de altura le convierten en un hombre peligroso en el juego aéreo, y sin ir más lejos, en el Oviedo anotó varios goles de cabeza.

Supone al mismo tiempo un toque de atención para un Carlos Pita muy venido a menos durante el curso pasado, que ve a un sustituto de garantías pisándole los talones, e incluso para Álvaro Peña, que entre sus irregulares actuaciones y la poca confianza que Setién ha depositado en él, no ha logrado firmar una temporada a la altura de las expectativas que creó en un primer momento.

La reciente renovación que firmó con el Elche demuestra que el club ve al jugador como un proyecto de futuro que de momento necesita rodaje, y el Anxo Carro es el destino elegido en esta ocasión. No queda más que intentar disfrutar a Pelayo el tiempo que podamos, con la esperanza de que no se marche sin antes regalar alguna que otra tarde de gloria a la parroquia lucense.

Foto: Ovieditis.es

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