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¿Líderes de opinión?

por Daniel Martínez Baniela 31 julio, 2014
Tiempo de lectura: 4 minutos

Queridos amigos y vecinos, hoy voy a hablar de los líderes de opinión. Y no, no me estoy refiriendo a Iñaki Gabilondo, ni a Herrera, ni a Federico Jimenez Losantos. Ni siquiera lo estoy haciendo de Belén Esteban o María Patiño. Si alguno de vosotros, estimados lectores, piensa que por ser esta una página deportiva voy a hablar de “insignes” periodistas como del balompié como Roberto Gómez, alias “el terror de los asadores”; o Manolo Lama, al cual una vez Javier Clemente le envió un telegrama, tampoco vais bien encaminados.

Yo, que ni soy periodista, ni tertuliano, ni por supuesto gurú o guía de nada (ya sabéis, haced lo que yo digo y no lo que yo hago), no soy quien para poner en tela de juicio las opiniones de tan ilustres “comunicadores”. No, me refiero, en mi humilde condición de observador de la actualidad lucense y lucensista, a los líderes de opinión que pululan, cual polillas alrededor de un candil, en torno al CD Lugo.

Vaya por delante que, como no puede ser de otra forma, desde esta web y yo mismo estamos totalmente a favor de que cada quien diga lo que le salga de sus santísimos atributos, sean estos masculinos o femeninos. Sería impensable tener un púlpito como este donde nos juntamos para desbarrar sobre el Lugo y a la vez censurar que lo hagan otros en sus propias webs, blogs, cuentas de Twitter, Facebook u hojas parroquiales. Nada más lejos de esa intención. ¿Ha quedado claro? Pues prosigo.

¿Lucensismo unívoco? No, gracias

Decía que en Lugo, sobre todo a raíz del ascenso a Segunda División –Liga Adelante para que el BBVA nos ingrese unos eurillos en esta humide web– han proliferado como hongos “líderes de opinión” que desde su particular trinchera se empeñan en dirigir el pensamiento, cada vez más único, del aficionado lucense. Porque de eso se trata el juego: no de opinar, lo que es lícito y saludable, sino de afear al que opina lo contrario; no de animar, sino de querer dirigir quien es merecedor de esos ánimos y quien no, como si de un “deus ex machina” se tratase; no de criticar, sino de poner la diana y que otros lancen allí sus puñales. En definitiva, y como os decía, crear el caldo de cultivo de un lucensismo unidireccional, monocorde, pipero y adocenado. Y eso no está nada bien.

Habrá quien diga que estoy exagerando, que no es para tanto, que saco los pies del tiesto o que el tema no da para tanto. Puede que sea verdad, no lo sé, pero recomendaría al que dude que pase por según que perfiles, según que grupos de Facebook o según que webs y se fije en los comentarios. Las opiniones son libres, pero el que las emite tiene que contemplar la libertad del otro para estar en desacuerdo. Dicho en corto y por derecho, para tener la boca grande hay que tener el culo limpio.

Viene todo esto a cuento de que, como ya redactó el compañero y sin embargo amigo Borja en su “Undecálogo”, ya ha habido alguno de esos líderes de opinión que se ha permitido quejarse de la mera existencia de esta web (¡otra más!, clamaba, como si fuésemos a desmontarle el supuesto chiringuito) y otro nos ha bloqueado en Twitter por motivos totalmente desconocidos, como no sea que no le guste el logo o que le caiga mal yo, cosa esta última que entendería perfectamente, pero bloquéame a mí, no a Lugoslavia11010, hombre…

Los que nos leéis, y nos consta que sois muchos si las estadísticas que nos envía la web son correctas (mil gracias por ello) podéis constatar que podemos ser mejores o peores, escribir mejor o peor, pero que en todo caso nos limitamos a contar lo que vemos desde nuestro punto particular e individual de vista, de cada uno de nosotros. Si supierais las discrepancias futbolísticas entre Ramón y yo, sin ir más lejos… (Ramón sabe de fútbol, mucho además, ojo).

Se leen cosas, del tipo de “a ver si se anima más y se insulta menos a los jugadores, que a la cara luego no hay huevos” (sic) con lo que se puede estar de acuerdo o no, y acto seguido anunciar una supuesta queja al club por el comportamiento de uno de sus profesionales. Hay sitios donde está vetado discutir una decisión de Setién o decir que tal o cual jugador se ha arrastrado por el campo, con riesgo de excomunión de la fe rojiblanca del CD Lugo en caso de reincidencia.

La autocrítica nos hace fuertes

Las bulas, queridos amigos y vecinos, son propias de la Iglesia, pero deben quedar fuera del debate fútbolístico. Solo se crece desde la autocrítica, siempre que esta sea ponderada y atinada. El pensamiento único solo lleva al fracaso, y no hay peor lector que el de un solo libro. Creo que me seguís.

Otra de las cosas que estos líderes de opinión tienen a bien recordar ante cualquier pensamiento divergente es el ya clásico “cuando estábamos en Segunda B solo unos pocos…” etc. Dicho de otra forma, reparten carnets de lucensismo al parecer por antigüedad. Yo me hice socio en Segunda B, y no creo que por ello tenga más o menos derecho a opinar que un tipo que este año se saque el abono por primera vez, o incluso que no sea abonado, o accionista. Pero para estos profetas de barra de bar y redes sociales, el abolengo de haber estado en Segunda B ya da carta blanca para que sus palabras se conviertan en ley y sirva de salvoconducto para cualquier discusión. Si has estado en Segunda B con el Lugo eres un Séneca. Y punto.

El CD Lugo es un equipo en pleno crecimiento, con un proyecto muy bonito pero aún muy pequeño, y que, como no puede ser de otra manera, comete errores como todo hijo de vecino. Obviar esos errores, disimularlos, disculparlos o negarlos hace más mal que bien al Lugo, y el pensamiento único de estos “líderes” hace más daño que favor al equipo rojiblanco.

Nada más enriquecedor que las opiniones contrapuestas. De la tesis y la antítesis nace la síntesis, y ahí es a donde tenemos que dirigirnos. Opinad, pensad, razonad lo que os de la gana, leed aquí y allá y concordad o discrepad, pero siempre teniendo en cuenta que todas las opiniones son válidas. Se trata del CD Lugo, y el esfuerzo de todos tiene que ir dirigido a mejorar desde la diversidad, no desde consignas monocordes. Y si os bloquean u os hacen unfollow, peor para ellos. Aquí somos de rock n roll, no de marchas militares.

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