Scouting

Iriome y David Ferreiro

por Ramón Rivas 20 julio, 2014
Tiempo de lectura: 3 minutos

El CD Lugo se está moviendo con astucia en el mercado estival incorporando, en esta ocasión, a dos jugadores de banda que provienen de equipos recientemente descendidos a Segunda División B

Como viene siendo habitual desde la llegada de Quique Setién a Lugo, con más énfasis todavía desde que el conjunto rojiblanco ascendió a la categoría de plata, la plantilla lucense ha sufrido una renovación notable en varias posiciones del campo, manteniendo a los hombres con más peso dentro del vestuario y buscando savia nueva que ofrezca un buen rendimiento sobre el verde y que al mismo tiempo consiga ilusionar a una poco numerosa hinchada.

Tras las ya conocidas bajas de Pablo Sánchez, Iván Pérez, Pablo Álvarez y Víctor Díaz, la secretaría técnica encabezada por Carlos Mouriz se ha puesto manos a la obra para traer al club a futbolistas que puedan suplir o acompañar a Iago Díaz y, quizás en menor medida, a un Ernesto que no parece contar con toda la confianza del técnico cántabro.

De este modo, los dos primeros fichajes con marcado carácter ofensivo son David Ferreiro e Iriome, que llegan del Hércules y del Mirandés, respectivamente. Ambos aterrizan en Lugo para ocupar las posiciones de banda, y su contrastada trayectoria en segunda división hace que cuenten con bastantes papeletas para hacerse con el puesto de titular, a pesar de ser jugadores muy diferentes.

Iriome González inició su andadura en el fútbol profesional en las categorías inferiores del CD Tenerife, el equipo de su tierra. Pronto comenzó a marcar diferencias con los jugadores de su edad, lo que le llevó a debutar con el primer equipo e incluso a formar parte del combinado nacional que disputó el Mundial sub-20 en el verano de 2007.

A partir de aquí, una cesión al Huesca, y dos traspasos consecutivos al Villarreal B y el Mirandés marcan su trayectoria deportiva, con una asombrosa particularidad: en ninguna de las tres temporadas consiguió evitar el descenso a Segunda B. A sus 27 años, el futbolista tinerfeño llega a la ciudad amurallada para olvidar los fantasmas del pasado e intentar sentar bases en lo que parece un proyecto sólido y de futuro como el del conjunto rojiblanco.

Sus 186 centímetros de altura unidos a su potencia física hacen de Iriome un futbolista muy válido en el juego aéreo, ya sea a la hora de rematar de cara a portería, de prolongar balones o incluso de echar una mano en tareas defensivas. El hecho de que solo haya anotado 2 goles en los 36 partidos que disputó con el Mirandés indica que destaca más por su capacidad de trabajo que por su creatividad en ataque, aunque ni mucho menos es un hombre al que se le puedan dejar espacios.

David Ferreiro, en cambio, es un futbolista mucho más dotado técnicamente. Tras dos sobresalientes temporadas en el Zamora, el Granada se fijó en su figura, y decidió cederlo al Cádiz. Posteriormente, llegaron otras dos cesiones a Racing de Santander y Hércules, esta vez ya en Segunda División. Vieja aspiración del Lugo (llega en propiedad), el gallego regresa a su tierra, cansado de militar en equipos con problemas deportivos e institucionales, en busca de estabilidad.

Con un guante en su pie derecho, Ferreiro destaca por su golpeo a balón parado y sus centros medidos al área, que suponen una bendición para todo buen delantero que se precie. No cabe duda de que su incorporación permite dar un salto de calidad al cuadro de Quique Setién en esa posición.

Son, por tanto, dos refuerzos muy diferentes para posiciones similares, que ampliarán el abanico de posibilidades del técnico santanderino en cuanto a formaciones y estilos de juego, algo que se antoja clave en un campeonato tan largo y disputado como lo es la categoría de plata del fútbol español.

Foto: contrameta.com

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