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Los enviados de Tarraco a Lucus Augusti

por Colaboración 18 julio, 2018
Tiempo de lectura: 3 minutos

Por Arnau Curto (@ArnauCurto)nastic.cat

En Tarragona nos habíamos hecho a la idea de que teníamos ya dos filiales: La Pobla de Mafumet y el RCD Mallorca. El primero es real; el segundo, una pequeña broma generada con los propios aficionados del club de la isla. Y es que la temporada pasada, un grupo considerable de ex jugadores del Nàstic terminaron en Son Moix de la mano del ex grana Vicente Moreno. Por citar sólo algunos nombres, Manolo Reina, Ferran Giner, Xisco Campos, Álvaro Bustos, Álex López y Lago Junior.

Parece que esta temporada tenemos que añadir otro equipo más a la lista de filiales grana. Es vuestro turno. El CD Lugo se ha convertido en una especie de muelle en el que desembarcan ex jugadores del Nàstic que han sido descartados por la dirección deportiva actual, liderada por Arnal Llibert. Un Llibert que, ya para empezar, sustituyó a vuestro actual director deportivo, Emilio Viqueira.

Cuando fichastéis a Dongou, dijimos, “bueno, es lo normal”. Viqueira quiere rodearse de gente en la que confía. Con lo de Varo dijimos, “bueno, vale, es un portero con proyección”. Nos tocó en el alma, porque Alberto es un portero de la casa y volvía de una cesión de dos años del Barça B. Lo queríamos ver.

Ya con el fichaje de Muñiz y la sospecha de ver que Tete Morente puede llegar a vestir la camiseta albivermella, no tuvimos más opción que aceptar la realidad: Viqueira se está llevando los descartes del Nàstic a Lugo para seguir con su proyecto. Que sea malo o no, eso es cosa vuestra valorarlo en su momento. Tras dos temporadas malas en Tarragona (en su contexto económico, pero malas al fin y al cabo), Viqueira quiere redimirse. Vaya por delante que, por el momento, y salvo Varo, los otros dos jugadores fichados más el que suena, son jugador
es que han dado más momentos de crítica de gloria en el Nou Estadi
.

Muñiz, la mejor zurda de Segunda

La penúltima de las incorporaciones en Lugo ha sido Juan Muñiz. Sin exagerar lo más mínimo, tengo claro que el asturiano tiene la mejor zurda de Segunda. Es una afirmación tan sorprendente, viendo como ha rendido en Tarragona, que me cuesta hasta escribirla, pero es que es así. Su calidad no tiene nada que envidiar a la de los jugadores ‘top’ de los equipos que pasan toda la temporada en las posiciones altas de la tabla. Es un verdadero francotirador en la frontal del área. Cuando quiere, por supuesto.

A ‘Juanmu’ se le ha criticado de implicarse poco en los partidos, de no correr y de no leer bien la jugada antes de actuar. Para algunos es como el típico estudiante superdotado que se aburre y desconecta en clase y, claro, luego suspende y le toca ir a recuperación. Pero si está enchufado es uno de los jugadores más determinantes de la categoría si su entrenador lo pone dónde mejor rinde: en la mediapunta.

 

Jean Marie Dongou vino a Tarragona con la etiqueta de “promesa”. Salió de la cantera del Barça B tras un año espectacular en el que se llegó a decir que era el nuevo Eto’o. Nada más lejos de la realidad. Las lesiones se cebaron con él, y de paso él mismo también se cebó. Llegó a Tarragona algo pasado de kilos y recuperándose de una lesión. La afición del Nàstic le dio el voto de confianza, y sus pocas actuaciones (muy esporádicas y saliendo desde el banquillo) no ofrecieron nada bueno. Lento y errático, su participación con la camiseta grana se va a recordar con mas pena que gloria.

De Alberto Varo, lo poco que se vio, gustó. Sobre todo porque es un chaval de la casa, de La Canonja, que hasta hace una década era un barrio de la ciudad. Un chico que “mamó” Nàstic desde pequeño. Aunque al fin y al cabo, la marcha de Varo es otra de las tantas despedidas de jugadores forjados en la cantera local, que ha dado jugadores de calidad como Eugeni Valderrama (ahora en el Huesca en Primera) o Jordi Calavera (propiedad de la SD Eibar). Toda Tarragona quiere que triunfe en Lugo, menos cuando se enfrente a su, ahora ya, ex equipo.

 

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