Scouting

Vasyl Kravets, a fondo

por Ramón Rivas 30 enero, 2017
Tiempo de lectura: 5 minutos

Muchas eran las voces que reclamaban la llegada de un lateral izquierdo en este mercado invernal y, sin embargo, cuando el equipo movió ficha y decidió incorporar al joven Vasyl Kravets, muchas fueron también las voces que se alzaron en contra del aterrizaje del ucraniano en la ciudad amurallada. En este artículo intentaremos poner un poco de negro sobre blanco y tratar de explicar las virtudes y defectos de quien, a día de hoy, tiene visos de convertirse en el lateral izquierdo del Club Deportivo Lugo durante los próximos años.

En primer lugar, lo esencial es poner todo en contexto. Kravets es un futbolista nacido en el año 1997 pero que, a pesar de su evidente juventud, ya acumula un nada despreciable número de encuentros al máximo nivel profesional. Si bien la Premier League ucraniana se encuentra lejos del nivel competitivo que pueden tener las 5 grandes ligas del continente (España, Inglaterra, Italia, Francia y Alemania), no dista mucho del segundo escalafón europeo, en el que podríamos incluir a países como Portugal, Holanda, Bélgica o Rusia, por ejemplo. Así lo atestigua el rendimiento que vienen mostrando sus dos equipos de más enjundia, Shakhtar Donetsk y Dinamo de Kiev, durante los últimos años ya sea en la Champions o en la Europa League, amén de aventuras esporádicas como las que protagonizaron tiempo atrás Metalist Kharkiv o Dnipro Dnipropetrovsk (finalista UEL 2015 vs Sevilla). Además, no todos los campeonatos tienen la fortuna de poder ver cada semana a futbolistas de la talla de Darijo Srna, Derlis González o Andriy Yarmolenko, como hicieron anteriormente con otros como Nicola Kalinic, Konoplyanka, Willian, Douglas Costa, Mkhitaryan o Fernandinho, por citar algunos. Podemos concluir, por tanto, que Vasyl Kravets no se intimidará ante rivales poderosos o al jugar en estadios con solera, pues es algo a lo que está acostumbrado desde su debut en el profesionalismo, con tan sólo 17 años. Por último, es un lateral con marcada proyección internacional, siendo un fijo en los torneos U17 y U19 en los que ha participado su selección, actuaciones que seguramente le proyecten hacia un debut con el combinado absoluto más pronto que tarde.

Las razones que le pueden llevar a incorporarse al Lugo son variadas. Su representante, al que evidentemente no se le puede otorgar absoluta credibilidad ya que es parte interesada, ha comentado que el futbolista declinó ofertas de los grandes clubes de su país en busca de un lugar que pudiese atraer más atención, ergo más ojeadores y de mejores equipos. Por tanto, queda claro que Kravets ve al Lugo como un equipo-puente, y lo que busca es rendimiento inmediato de cara a poder asentarse en una gran liga europea. En este mercado sonó como posible refuerzo para otros conjuntos como el Nàstic, aunque lo cierto es que aquí, bajo un clima bastante familiar, entre otros compañeros como Ignasi Miquel que también dominan el inglés (parece ser que, además, Kravets lleva varias semanas tomando clases de español) y con una posición de lateral izquierdo que cojea y en la cual se podría asentar como titular en breve, no parece que la adaptación vaya a ser un óbice insalvable. Por otra parte, desde la perspectiva del equipo, el riesgo es mínimo. La cesión de 6 meses con posibilidad de compra opcional al término de la misma supone, además de un fichaje para este segundo segmento de la temporada, una posibilidad de examen exhaustivo que debería servir a la dirección deportiva para tomar una decisión muy fundamentada al término del curso sobre si el ucraniano será incorporado en propiedad o, por el contrario, tomará el camino de vuelta hacia el Karpaty Lviv.

Un lateral “OLD SCHOOL”

Una vez dicho esto, toca definir a Kravets como futbolista. Lo primero que destaca en él, evidentemente, es su complexión física. Tiene 19 años, pero podría decir que tiene 32 y nadie se llevaría las manos a la cabeza. Su cabeza rapada y su cuerpo fornido confirma lo que apuntan quienes observaron su progresión desde las categorías inferiores: Kravets comenzó a desarrollar su musculatura mucho antes que el resto de sus compañeros. Este hecho, como no podía ser de otra forma, define bien el perfil de lateral al que responde el ucraniano.

Que nadie espere de él un alto índice de creatividad. Para poner un ejemplo comprensible, Kravets es muy diferente del que podría ser su homólogo en la banda derecha, Jordi Calavera. Ni tiene su calidad con el balón en circulación ni esa pillería en los últimos metros que caracteriza al catalán. Sus rasgos son mucho más clásicos: llegar, doblar al extremo, poner un centro lo más dañino posible y regresar a la defensa. Sin embargo, a veces lo más simple puede ser lo más eficaz.

Como ya comentamos, su portentoso físico le permite hacer un largo recorrido durante el partido. Siempre percutiendo, se proyecta hacia el ataque sin complejos, es capaz de pisar línea de fondo muchas veces y no por ello desproteger su espalda. Es muy zurdo -como casi todos los zurdos-, pero no tiene mal pie. En Lugo estamos acostumbrados a ver a Manu asumiendo galones a la hora de sacar la pelota parada, y no sería extraño ver a Kravets ocupando ese mismo rol. Su centro prototípico no va más allá del primer palo o el punto de penalti, pero suele enviar balones con mucha tensión y a la zona más dañina para la zaga rival, que es exactamente el espacio libre entre la línea defensiva y el portero. Por tanto, aunque lejos de ser un especialista ofensivo, su llegada podría suponer una ayuda extra desde el lateral de la que el equipo carece a día de hoy, ayuda que será más necesaria todavía tras la salida de Alfonso Pedraza rumbo a Inglaterra.

Mapa de calor (zona de influencia) de Kravets. Pisa mucho campo contrario.

Sin embargo, donde Kravets muestra todo su potencial es en fase defensiva. Disciplina y concentración podrían ser sus máximas. En una época multifuncional, donde el lateral muchas veces tiene que ser extremo, central y mediocentro a la vez, el ucraniano es un rara avis. Hace honores a la concepción más primitiva de su posición en el campo, y rebosa conceptos. Es un lateral clásico, de esos que siempre cumplen y nunca paran de correr. Atento a la espalda y bueno en las coberturas. Con la potencia y fuerza necesarias para llegar rápido a cualquier balón dividido y meter el cuerpo cuando sea necesario. En una concepción muy propia de los europeos del Este, son prácticamente soldados de su sistema y su entrenador. De hecho, el principal problema de Kravets puede residir en su exceso de impetuosidad. Aquí es donde recordamos que tiene 19 años. Recibe bastantes amarillas, situación que se puede ver agravada con el cambio de liga. Entre sus principales preocupaciones no está la de llegar tarde a un choque y dejar un buen recuerdo al oponente de turno. No sería descabellado verlo en una media de 5 amonestaciones cada 12-14 partidos, aunque en su descargo también debemos comentar que hasta el momento no hay constancia de que lo hayan expulsado nunca en partido oficial, hecho que juega en su favor y, por el bien del equipo y el suyo propio, esperemos que se mantenga.

En definitiva, estamos ante un futbolista muy joven, pero que ya ha dado buenas muestras de competitividad y todavía seguirá progresando. Servidor, sea por expectativas reales o por puro optimismo, no ve su llegada con malos ojos, al menos hasta que la realidad demuestre lo contrario. A continuación queda un vídeo de producción propia con algunas de sus mejores jugadas fruto de algunas horas de visualización que espero que disfruten.

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