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Negro sobre verde

por Xabier Piñeiro Neira 12 abril, 2016
Tiempo de lectura: 3 minutos

 

El fútbol, a veces y sin pretenderlo, se tiñe de negro sobre verde, recordándonos que detrás de una camiseta, unas botas y un balón hay vidas, sentimientos y emociones. La tragedia vuelve a azotar al fútbol lucense con la muerte el pasado 6 de Abril de Jorge Tato, jugador juvenil del Racing Vilalbés y que se había formado en las categorías inferiores del CD Lugo. Un desafortunado accidente de tráfico se llevó por delante al máximo goleador del equipo y acabó con su carrera demasiado pronto.

Jorge era el 9, la referencia arriba, un chico tímido al principio pero que contaba con el cariño de todos los que le rodeaban, de todos sus compañeros, rivales y entrenadores. Se había sacado el carnet de conducir hacía poco y pudo así dejar de depender de su abuelo, que le llevaba a todos los campos en los que jugaba desde que era niño.

J3 - EL PROGRESO

El domingo 10, en el Campo de A Magdalena se le rindió el merecido homenaje, guardando un minuto de silencio alrededor de su camiseta, y se le dedicaron los goles que ya no podrá volver a marcar. Sergio Arias, ex jugador rojiblanco, fue el primero en anotar pero el Vilalbés no pudo pasar del empate.

Echando la vista atrás, los más viejos del lugar recordamos a otro 9 que se fue antes de lo esperado, dando sus últimas patadas en la orilla del Miño, en un Anxo Carro que este pasado sábado también guardó un minuto de silencio por Jorge.

Antonio Tarrío “Tompi” murió en Agosto del año 2000 a los 26 años, de una enfermedad hepática, consternando a todo el fútbol de la provincia. Había jugado con el CD Lugo 35 partidos, marcando 7 goles en la temporada 1999/2000, hasta que la triste noticia le alejó de su pasión.

TARRIO

Formado en el Viveiro, Tarrío dejó amigos por Ourense, Ferrol o Lugo. El día de su entierro, una frase se escuchó de boca en boca: Él no se limitaba a ser un compañero, quería ser un amigo”. Se iba uno de los buenos.

Cantarrana se llenó un 23 de Diciembre de 2000 para rendirle un sentido homenaje, enfrentando a su Viveiro CF, (en el que nadie vistió el número 9 respetando el dorsal de Tarrío) y un combinado de amigos y excompañeros entre los que se encontraban nombres como Noguerol, Willy, Manel, Carlos Vila, Fran Caínzos o Bossa.

Solo queda recordarles sobre un campo de fútbol, con la sonrisa en la cara y el balón en el fondo de la red. Dos nueves que dejaron su huella en cada vestuario por el que pasaron y que allá donde estén, seguirán disfrutando de su pasión, y de la nuestra: el fútbol.

Descanse en Paz, Jorge Tato Rey

Foto principal: La Voz de Galicia. Cuerpo 1: El Progreso. Cuerpo 2: archivo.

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