No tengo muy claro si es por iniciativa propia o por la incompetencia de las preguntas, pero lo cierto es que, una vez más, la rueda de prensa de Luis Milla ha resultado soporífera y no ha arrojado ninguna luz acerca de la causa principal del dubitativo rendimiento del equipo. Los “no empezamos bien”, “hay margen de mejora” o “una parte para cada equipo” ya empiezan a cansar bastante.
Después de 2 horas desgarradoras presenciando uno de los derbis de Manchester más inocuos de las últimas décadas, como era mi caso, uno no se merece otra ración de patadas a seguir, constantes interrupciones y, sobre todo, de entrenadores cobardes. Porque mi opinión es que la historia no es para los que se defienden. Porque muchas veces, incluso más que ganar, lo importante es trascender. Pero el técnico del Lugo no parece estar de acuerdo.
¿Cómo es posible que pongas en liza una alineación destinada a jugar de una forma, y sin embargo tu plan futbolístico se sitúe en un plano diametralmente opuesto? ¿En qué te basas para alinear una medular formada por David López, Campillo o Sergio Marcos para que luego tu primera opción sea saltarte el centro del campo y explotar a Caballero con una sucesión de balones largos en la que los centrales salieron casi siempre victoriosos? ¿No sería más lógico intentar dominar a partir del balón y utilizar adecuadamente el talento para la combinación de los hombres que había sobre el césped? ¿Si quieres basar toda tu producción ofensiva en un delantero que supera los 190 centímetros, por qué juegas sin extremos y sin llegadores agresivos desde segunda línea? Todas esas, y algunas otras, son cuestiones para las que me temo que nunca encontraré respuesta.
El delantero argentino sufrió un calvario durante todo el encuentro. / Foto: LFP
A partir de aquí, tan sólo la presión alta e intensa en algunas fases de la primera parte fue capaz de disfrazar la incapacidad del Lugo. La inoperancia de Jonathan Pereira o la facilidad de Manu para perder la marca fueron meras anécdotas. Un error de José Juan decantó el partido a favor de los de Luis César Sampedro, y ni la entrada de Joselu para formar una 4-3-3 ni el recambio de Pita por Dealbert para clarificar la salida de balón pudieron modificar un guión que ya estaba escrito antes del inicio del encuentro. Finalmente, otro penalti en contra muy dudoso sirvió para redondear el marcador y reafirmar a Rubén Cruz como el líder absoluto del Albacete.
Ni estoy descontento con los resultados firmados hasta el momento, ni con el puesto que ocupamos en la clasificación. Lo que no me gusta es la idea, porque yo siempre fui de los que prefieren morir matando.
Imagen principal: LFP
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