Hay una máxima que se repite en el fútbol cada vez que un equipo pierde por un resultado abultado, y de la que los entrenadores suelen tirar con la fe del que sabe que está diciendo una obviedad, y es esa de “prefiero perder una vez por (introduzca aquí la goleada) que perder (introduzca aquí el numero de goles encajados en la goleada) veces por uno a cero”. Dicen que el primero que tiró de esa frase hecha fue Vujadin Boskov cuando, entrenando al Real Madrid, encajó un humillante 9-0 al que solo pudo oponer la lógica matemática: mejor un 9-0 que nueve 1-0.
En eso andará pensando también el cuerpo técnico y los jugadores del Lugo tras encajar el consabido y tan analizado 4-0 la pasada jornada en el antiguo Sadar, hoy Reyno de Navarra, a manos de Osasuna, si bien nadie del club rojiblanco se ha manifestado en tales términos. Más al contrario, tanto Luis Milla como los jugadores que han comparecido en rueda de prensa a lo largo de la semana han incididio en que si, en Pamplona se jugó un muy mal partido, pero que este no puede tirar por tierra todo el trabajo hecho hasta ahora y que tiene al Lugo octavo con 10 puntos en su casillero. Los pesimistas dirán que a tres puntos del descenso y los optimistas que a otros tantos del ascenso directo, pero en esta santa casa, que no somos ni una cosa ni la otra lo dejaremos en que es una buena clasificación para estas alturas. El que quiera llorar, que llore y el que quiera soñar, que sueñe.
El caso es que, en uno de los días fuertes del San Froilán, el “domingo das mozas”, visita el Anxo Carro un Córdoba con ganas de hurgar en la herida lucense y pescar tres puntos que les confirmen como los candidatos a todo que se les suponía como recién descendidos de Primera antes de comenzar la temporada. Además, con la memoria fresca de la eliminación en Copa precisamente a manos de los de Milla, seguro que un punto de ganas de devolver la afrenta a domicilio también se traen los verdiblancos, y bien es sabido que el rencor y la sed de venganza es tan buena gasolina como cualquier otra a la hora de buscar motivaciones.
A los de casa todo esto les debería importar más bien poco, y a buen seguro que Milla, a estas horas, sigue dándole vueltas al magín buscando la forma de recomponer el once inicial después de que frente al Osasuna, además de la imbatibilidad, se perdiese a dos indiscutibles para el partido frente al Córdoba: Carlos Hernández por sanción y Carlos Pita por lesión. En el caso del primero, parece poco probable que el recambio sea otro que Israel Puerto, que empezó como titular pero cedió su puesto ante el empuje precisamente del sancionado jienense. Más dudas y variantes deja la baja del coruñes Pita, al que por cierto desde el club no dieron aún por completamente descartado, pero se supone que de una u otra forma, ya sea por lesión o precaución, veremos fuera del once. Para su puesto, Milla puede optar por seguir con el 4-1-4-1 de este inicido de campaña colocando a David López, cambiar a 4-2-3-1 emparejando a Seoane y Sergio Marcos en el doble pivote y dando la mediapunta a Campillo o quizás, y esta es la opción que más atractiva nos parece, atreverse con un 4-4-2 y ver jugar, por fin juntos desde el inicio, al killer Caballero y al jugador- franquicia de este año, Jonathan Pereira, porque la gran atracción de este partido, más allá de comprobar la capacidad del Lugo de ponerse en pie tras el bofetón navarro, es la titularidad de Jonathan Pereira, al que los siareiros ya quieren ver en acción desde el minuto uno y al que esperan con ansia viva. La baja de Iriome se cubrirá, con toda seguridad, de nuevo con Ferreiro e Igor Martínez permutando su posición en ambas bandas.
Joselu, controlando un balón en el partido de Copa frente al Córdoba.
¿Y el Córdoba, qué? Pues los andaluces también vienen con bajas importantes, aunque a diferencia del Lugo, en su caso vienen dadas por las convocatorias internacionales, es lo que tienen los ricos de la categoría, que también sufren el “virus FIFA”. A la ribera del Miño se presentarán sin su portero titular, Razak Brimah, de tourné por Estados Unidos jugando amistosos con su selección, Ghana (jugará el experimentado Falcón en su lugar) y sin su delantero y referente Florin Andone, convocado con Rumanía, además del centra Héctor Rodas lesonado. No obstante, los de Oltra saldrán a por todas, con la fe que da haber mantenido a cero su portería en los cuatro últimos partidos (tres victorias por la mínima incluídas) y situarse, por primera vez en lo que va de temporada, en zona de clasificación para play-off de ascenso. Para equilibrar tanto optimismo, creemos justo apuntar que el Córdoba nunca ha ganado en el Anxo Carro (tres empates, uno de ellos en Copa, y una derrota), y que suponemos que San Froilán querrá echar una mano a los suyos para cerrar su semana grande.
Un partido, en fin, en el que el Lugo se juega tapar la boca a los incipientes agoreros que se echaron al monte con la derrota de Pamplona o seguir alimentándolos en caso de que vengan mal dadas, y un Córdoba que buscará asentarse el los puestos altos de la clasificación. Eso si, el último descendido de Primera que pasó por Lugo, el Almería, se volvió de vacío, y a este Córdoba ya se le dio lo suyo en Copa, por lo que mal harían los andalucen en confiarse en pescar en el Miño. Además, mañana el clima será sumamente norteño, y se prevé yantar de pulpo y licor café. Y San Froilán también juega.
Alineaciones probables
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