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En la mente de Luis Milla (portería)

por Ramón Rivas 23 julio, 2015
Tiempo de lectura: 4 minutos

A día 23 de julio, el Deportivo Lugo ha realizado 10 incorporaciones. Aunque todavía faltan algunas piezas para acabar de apuntalar la escuadra de Luis Milla, el proyecto rojiblanco ya cuenta con una base sólida sobre la que trabajar, y el objetivo de esta serie de artículos no es otro que analizar meridianamente las opciones de las que dispone, en estos momentos, el técnico turolense. Cabe destacar que las líneas trazadas por la secretaría técnica están muy definidas, y se está apostando claramente por dos aspectos clave.

Por un lado, aparece la predominancia de jugadores gallegos. Roberto Fernández y Álvaro Lemos son los primeros de una lista que todavía se podría ver engrosada, y es que esto ya lo dejó claro Tino Saqués incluso desde antes de asumir la presidencia del club. Aprovechando las oportunidades que ofrezca el mercado y estableciendo interesantes acuerdos de cesiones con Depor y Celta, la entidad lucense pretende atraer a aficionados de toda la comunidad y al mismo tiempo demostrar que no vive de espaldas a sus raíces y, en definitiva, a su razón de ser. Por otra parte, y apoyándose claramente en la experiencia de Toni Otero, se está apostando por jugadores jóvenes procedentes de Segunda B o de equipos filiales, cuyo destino (CD Lugo o UD Somozas) y rendimiento todavía está por determinar.

Al respecto de este último punto, y tras comprobar la cantidad de críticas emitidas por una parte de la afición, me gustaría expresar una opinión totalmente personal. Entre otras cosas, lo hago porque estoy convencido de que la práctica totalidad de las personas que critican las incorporaciones de Leuko, Campillo, Molinero o Mario Barco, no los han visto jugar en su vida. Yo, y no lo hago porque sí, confío en Toni Otero. Confío en Toni Otero porque lleva desde el año 2001 trabajando en el fútbol base. Confío en Toni Otero porque, en sus 7 años al cargo de las categorías inferiores del Celta, han dado el salto futbolistas de la talla de Joselu, Denis Suárez, Santi Mina, Jonny o Rubén Blanco. Confío en Toni Otero porque ha otorgado muchísima presencia al cuadro celeste en las categorías inferiores de la selección española y, por último, confío en Toni Otero porque seguramente haya visto más partidos de fútbol que todos los que vayamos a leer este artículo juntos.

Aunque la idea inicial era plasmar en un solo texto un análisis de la plantilla al completo, me he dado cuenta de que quedaba una parrafada brutal, y no puede haber cosa que me guste menos. Así pues, he decidido dividir este pequeño estudio en 4 partes bien diferenciadas, y hoy mismo podréis gozar de la primera entrega. Vamos a ello:

Portería

 Las redes del Anxo Carro estarán guardadas esta temporada por el que es, hasta el momento, el fichaje más mediático de la “era Saqués”. Junto a hombres como Diego López o Roberto Trashorras, Roberto Fernández fue y es uno de los jugadores más exitosos que ha visto nacer la provincia lucense. Con 36 años a cuestas, y tras mucho tiempo siendo un guardameta referencia tanto en primera como en segunda división, el de Chantada da un paso atrás y se aleja del primer nivel para volver a sentirse importante, esta vez cerca de los suyos.

 Sería una equivocación creer que Roberto viene a pasearse, y el mejor reflejo de ello es el nivel mostrado en su última temporada como jugador del Granada. Tras empezar como titular con Joaquín Caparrós, la destitución del utrerano en lugar de Abel Resino, que decidió apostar por Oier Olazábal, le relegó a la suplencia. Después de 14 jornadas en el dique seco, la humillante derrota por 9-1 en el Bernabéu le devolvió a su puesto capital, del que ya no se movería hasta final de temporada. Sus destacadas actuaciones, que fueron de gran ayuda para conseguir la permanencia, quedarán como un gesto de agradecimiento hacia el club que ha gozado de los mejores años de la carrera deportiva de Roberto Fernández.

Tan claro está que el chantadino es la primera opción para defender el arco lucense, como lo está que su sustituto es un cancerbero de muchísimas garantías. José Juan, que este año afronta su cuarta temporada consecutiva vistiendo la zamarra del Lugo, estará al acecho esperando cualquier momento débil de su rival para ganarse la confianza de Luis Milla. Con también 36 años, las cualidades que ofrece el vigués no son nada sencillas de encontrar en un portero. Calma inusitada, buen juego de pies, reflejos bajo palos y una valentía en las salidas con la que muy pocos cuentan encumbran al que es, sin ningún asomo de duda, un tipo bastante peculiar.

Si nos vamos a sus datos de rendimiento, comprobamos enseguida que nunca consiguió afianzarse como titular fijo a orillas del Miño. La primera temporada estuvo a la sombra de Yoel, que demostró ser un futbolista de otro nivel. Las dos últimas, en cambio, compartió casi a partes iguales titularidades con Dani Mallo, dentro de ese peculiar sistema de rotación impuesto por Quique Setién. A pesar de ello, creo firmemente que muchas veces hemos infravalorado a José Juan, y que todas las tardes de gloria que ha regalado al Anxo Carro no serán fáciles de olvidar. Queda claro, por tanto, que contamos con dos guardametas de alto nivel y experiencia para la categoría, y que tenemos un seguro de vida atrás sea cual sea la decisión que tome Luis Milla.

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