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El Lugo muere en la orilla

por Mario Prado 10 mayo, 2015
Tiempo de lectura: 2 minutos

Cerca de 4.000 gargantas animaron ayer al Sporting de Gijón en el estadio Ángel Carro, que por primera vez en la temporada colgó el cartel de ‘No hay entradas’ para recibir a un histórico del fútbol español. Los colores rojo y blanco tiñeron la ribera del Miño en medio de un espectacular ambiente festivo.

El partido comenzó con dominio alterno, pero pronto dispondrían los de Abelardo de una ocasión clara para adelantarse. José Juan intentaba proteger un balón que parecía iba a perderse por la línea de fondo, cuando Luis Hernández, más pillo que el meta gallego, le robó la cartera y a puerta vacía los delanteros del Sporting no fueron quién de introducir el balón entre los tres palos.

Aún con las manos en la cabeza debido al susto inicial cogió el primer gol visitante a la parroquia rojiblanca. Jony irrumpía por la banda derecha y llegaba a línea de fondo para poner un centro raso que aprovechaba Guerrero en el área pequeña del Lugo para subir el primero al electrónico y hacer las delicias de la aficición visitante desplazada.

Buscó la reacción el Lugo y apunto estuvo Carlos Pita de sorprender al meta Cuéllar con un disparo desde cincuenta metros aprovechando que éste se encontraba adelantado. Sin embargo, el balón salió por encima del travesaño y se perdía la oportunidad de igualar la contienda.

En pocos minutos se pasó de lo que pudo ser el empate local al gol de la tranquilidad sportinguista. Álex Menéndez colgaba el balón en el interior del área de José Juan donde aparecía Bernardo para peinar el balón y regalar el tanto a Guerrero que hacía el segundo del partido y el segundo en su cuenta particular.

Antes de llegar a la conclusión de los primeros cuarenta y cinco minutos Isma López, viejo conocido de la afición lucense, tuvo una nueva oportunidad para poner tierra de por medio en el marcador con una jugada individual que remató con un disparo ligeramente desviado de la meta local. El Lugo no se encontraba en el terreno de juego y se llegó al descanso con el 0-2 en el marcador.

A la vuelta de los vestuarios los de Setién tomaron el timón y buscaron recortar distancias tirando de casta y sacrificio. Toni por la izquierda e Iriome por la banda derecha colgaron varios balones en el área de Cuéllar generando problemas al meta sportinguista. En una de estas jugadas el central visitante Luis Hernández empujaba a Caballero en el interior del área y el colegiado señalaba la pena máxima.

Fue el capitán del Lugo, Manu Rodríguez, el encargado de lanzar desde los once metros sin recompensa. Su disparo, muy blando, fue interceptado por Cuéllar que adivinó las intenciones del defensa rojiblanco. Se escapaban los puntos del Ángel Carro y Quique Setién buscó una solución en su banquillo. David López, Luis Fernández y David Ferreiro saltaron al terreno de juego en sustitución de Carlos Pita, Álvaro Peña e Iriome.

Tan solo cinco minutos después Caballero en boca de gol fusilaba a Cuéllar para hacer el 1-2 y poner los nervios de los aficionados a flor de piel. El Lugo se fue decididamente a por el empate, pero ya no quedaba tiempo para más. Los de Quique Setién murieron en la orilla, y su fe en los últimos minutos no fue suficiente para salvar un punto en el estadio local. La victoria se fue a Gijón.

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