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Israel Puerto en mi verano de 2013

por Ramón Rivas 5 marzo, 2015
Tiempo de lectura: 2 minutos

Mi primer -y casi único- recuerdo de Israel Puerto procede del verano de 2013. Sin fútbol hasta el inicio de la temporada regular, y falto de un Mundial, una Eurocopa o unos Juegos Olímpicos con los que saciar mis ansias, el Mundial sub20 de Turquía apareció en mi vida como un soplo de aire fresco en un día cualquiera del mes de agosto. La Sexta y Nitro, con la ya familiar pareja formada por Antonio Esteva y Marcos López, compraron a última hora los derechos de emisión del campeonato y se encargaron de televisar, con extrema puntualidad, dos partidos por día hasta que las eliminatorias se fueron consumiendo y pasaron toda la programación al canal verde.

Más allá de los Deulofeu, Jesé, Pogba, Óliver Torres o Kondogbia, que ya contaban en ese momento con cierto reconocimiento a nivel mundial, lo que me mantuvo pegado a la pantalla cada tarde fue el hecho de saber que estaba asistiendo al momento en el que muchos jugadores, que ya apuntaban maneras desde la infancia, presentaban candidatura oficial y terminaban por convencer a los grandes clubes europeos para invertir su dinero en ellos. Juan Fernando Quintero, ahora en el Oporto, fue el que más me llamó la atención por una simple razón de superioridad. John Córdoba y Foulquier (Granada), José Giménez y Emiliano Velázquez (Atlético de Madrid), Sebastián Cristóforo (Sevilla), Yaya Sanogo (Arsenal), Acheampong (Anderlecht), Kurt Zouma (Chelsea) o Lucas Digne (PSG) estarían también dentro de una lista que podría seguir engrosando durante varios minutos más.

España, a pesar de que cayó en cuartos de final, llevaba una convocatoria de un nivel tan alto que futbolistas como José Luis Gayá, Paco Alcácer, Saúl Ñíguez, Suso o Denís Suárez desempeñaban un rol secundario dentro del equipo. Como habréis podido deducir, en medio de todo ese arsenal de estrellas y con un rol de líder en el centro de la zaga, se desenvolvía el sevillano Israel Puerto. Si bien es cierto que el punto fuerte del combinado español no era su retaguardia, cabe destacar que jugando con dos laterales tan ofensivos como Manquillo y Bernat, la pareja Puerto-Derik Osede se mostró sólida durante toda la competición y la rojilla terminó como una de las selecciones menos goleadas del torneo.

A estas alturas, entiendo que todos sois conocedores de que el andaluz, aunque estaba jugando en el Villarreal B, se formó en el Sevilla e incluso llegó a disputar algún que otro partido con la camiseta del equipo de Nervión. Consciente de que llega como cedido, y de que será lucense tan solo de aquí hasta que termine la temporada, creo que en esta ocasión se ha acertado con su llegada y que es bastante probable que acabe convenciendo a Quique Setién y a la parroquia rojiblanca, tan carente de alegrías en los últimos tiempos. Me gusta su calma, su poderío, su nivel técnico en la salida de balón y, sobre todo, el nivel defensivo que le ha valido para mostrarse como uno de los centrales más prometedores del fútbol español. Espero y deseo que algún día, con el paso de los años, podamos presumir de que Israel Puerto vistió la camiseta del Club Deportivo Lugo.

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